Otro cuento mío. A diferencia del anterior, éste se me ocurrió cuando me dio un ataque de alergia en la piel
Si quieren leer más cuentos míos pueden conseguirlos aquí o aquí
"Despertar a un día más, ¡Qué horror! Poco a poco el dolor vuelve a mí. Ya he perdido la cuenta de los días que llevo en esta cama de hospital y no recuerdo nada anterior a mi estancia aquí. No quiero abrir los ojos, me duelen. La luz está muy fuerte. Esa luz blanca de neón me da justo en la cara. Prefiero dormir para no sentir sufrimiento
Tengo la vana esperanza de que he mejorado. Con dolor abro los ojos y veo que aún mi piel está descamándose. Parece que tuviera plumas. Me produce comezón el movimiento de mi piel; pero no me debo de rascar, mi carne está morada y resquebrajada, seca al grado de que si me muevo bruscamente se abre. Ya me ha pasado y puedo ver a través de mi carne las venas de mis brazos, incluso hasta huesos. Por lo mismo, no me debo de tapar y estoy totalmente desnudo
Me ahogo con mis propios mocos, estoy produciendo demasiados y son muy espesos, verde amarillo. Si me sueno la nariz, se me revienta la cara. También me da miedo bostezar porque siento cómo se me desgarra la carne del rostro. Trato de tragar saliva para tragar mi mucosa, ya que no puedo hacer esfuerzo para escupirla; pero es más asqueroso de lo que suena, sabe a excremento mi saliva. Todo lo que tomo o como me sabe así, incluso el olor lo tengo presente a cada respiro que doy
Siento que estoy llorando, con cuidado me quito las lágrimas y veo que es sangre con pus. La luz me molesta demasiado y trato de taparme los ojos con el brazo; pero en cuanto estiro mi brazo izquierdo, siento cómo se me desgarra la carne de la espalda y simplemente cierro los ojos
Maldita comezón
Maldita luz
Las sábanas de mi cama no han sido cambiadas desde que estoy aquí, y creo que nunca lo han sido. Probablemente alguien más estuvo aquí y la sangre, pus, excremento, orines, vómito, mucosidades, saliva, lágrimas, sudor y quién sabe qué tantas cosas más, están en esta cama y pertenezcan a quién sabe cuántas personas
Tampoco he visto que nadie venga a revisar mi expediente, ni a preguntarme cómo sigo, ni a revisar mis signos vitales, nada. Ni siquiera comida. Cuando despierto veo que hay comida y como puedo me alimento; pero no veo ni oigo que nadie traiga ni se lleve el carrito
Miedo a la muerte no tengo, sino a pensar que seguiré una larga vida en este estado
Esa maldita luz nunca se apaga, igual que la comezón. Ya he tratado de rascarme pero mis uñas están cortadas y sólo puedo fregarme la piel con las yemas de los dedos. Veo la yema de mi dedo cordial izquierdo, aún tiene esa pútrida lágrima que me salió. Con el pulgar de la misma mano trato de quitarla; pero mi dedo explota como uva disparando pus y sangre. A través de la herida puedo ver mi hueso. Esa yema ya nunca se cerrará
Realmente he pensado en el suicidio; pero no veo la forma. Arrancarme la piel suena bien; pero realmente, piel y carne no tengo. Están podridos, eso significa que si me los quito, seguiré vivo de todos modos. Suplico que si alguien me oye, interceda por mí"
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"Despertar a un día más, ¡Qué horror! Poco a poco el dolor vuelve a mí. Ya he perdido la cuenta de los días que llevo en esta cama de hospital y no recuerdo nada anterior a mi estancia aquí. No quiero abrir los ojos, me duelen. La luz está muy fuerte. Esa luz blanca de neón me da justo en la cara. Prefiero dormir para no sentir sufrimiento
Tengo la vana esperanza de que he mejorado. Con dolor abro los ojos y veo que aún mi piel está descamándose. Parece que tuviera plumas. Me produce comezón el movimiento de mi piel; pero no me debo de rascar, mi carne está morada y resquebrajada, seca al grado de que si me muevo bruscamente se abre. Ya me ha pasado y puedo ver a través de mi carne las venas de mis brazos, incluso hasta huesos. Por lo mismo, no me debo de tapar y estoy totalmente desnudo
Me ahogo con mis propios mocos, estoy produciendo demasiados y son muy espesos, verde amarillo. Si me sueno la nariz, se me revienta la cara. También me da miedo bostezar porque siento cómo se me desgarra la carne del rostro. Trato de tragar saliva para tragar mi mucosa, ya que no puedo hacer esfuerzo para escupirla; pero es más asqueroso de lo que suena, sabe a excremento mi saliva. Todo lo que tomo o como me sabe así, incluso el olor lo tengo presente a cada respiro que doy
Siento que estoy llorando, con cuidado me quito las lágrimas y veo que es sangre con pus. La luz me molesta demasiado y trato de taparme los ojos con el brazo; pero en cuanto estiro mi brazo izquierdo, siento cómo se me desgarra la carne de la espalda y simplemente cierro los ojos
Maldita comezón
Maldita luz
Las sábanas de mi cama no han sido cambiadas desde que estoy aquí, y creo que nunca lo han sido. Probablemente alguien más estuvo aquí y la sangre, pus, excremento, orines, vómito, mucosidades, saliva, lágrimas, sudor y quién sabe qué tantas cosas más, están en esta cama y pertenezcan a quién sabe cuántas personas
Tampoco he visto que nadie venga a revisar mi expediente, ni a preguntarme cómo sigo, ni a revisar mis signos vitales, nada. Ni siquiera comida. Cuando despierto veo que hay comida y como puedo me alimento; pero no veo ni oigo que nadie traiga ni se lleve el carrito
Miedo a la muerte no tengo, sino a pensar que seguiré una larga vida en este estado
Esa maldita luz nunca se apaga, igual que la comezón. Ya he tratado de rascarme pero mis uñas están cortadas y sólo puedo fregarme la piel con las yemas de los dedos. Veo la yema de mi dedo cordial izquierdo, aún tiene esa pútrida lágrima que me salió. Con el pulgar de la misma mano trato de quitarla; pero mi dedo explota como uva disparando pus y sangre. A través de la herida puedo ver mi hueso. Esa yema ya nunca se cerrará
Realmente he pensado en el suicidio; pero no veo la forma. Arrancarme la piel suena bien; pero realmente, piel y carne no tengo. Están podridos, eso significa que si me los quito, seguiré vivo de todos modos. Suplico que si alguien me oye, interceda por mí"
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Por Dios Asura, ¿que narices te pasó con esa alergía para que saliera todo esto?
ResponderBorrarPues fue algo interesante. Un prurito en toda la piel que dejaba una que otra parte sin enrojecimiento; pero lo raro es que se desplazaba por mi cuerpo de manera aleatoria. Las ronchas estaban en un lado, luego desaparecían para reaparecer en otro. Comezón insoportable y hasta un poco de fiebre. Le sumamos un poco de exageración y divagaciones que se me ocurrieron sobre la cama de urgencias, jejeje
BorrarMuchas gracias por tu ayuda, por tu apoyo y lo mejor, tu amistad