Otro cuento mío (que por cierto, me originó muchos problemas con psicólogos y psiquiatras, porque los inútiles no podían comprender mi genialidad)
Si quieren leer más cuentos míos pueden conseguirlos aquí o aquí
"Una vez más el despertador suena. Lo apago. Recibo unas últimas caricias de mi almohada y me levanto. Voy al tocador y sin verme en el espejo me peino y me retoco el maquillaje. Abro mi guardarropa y pienso la ropa que voy a usar. Agarro un pantalón, unas botas, una camiseta de Dark Tranquillity y mi chamarra. Agarro mi mochila y sin abrir mi ventana ni arreglar mi cama me dirijo a la escuela
La gente al verme se asusta. Me siento bien conmigo misma. Me gusta que me teman, porque si me temen no me atacan
Pido la parada al camión y está repleto, mejor espero otro. Me falta algo. Saco de mi mochila mis discos, ¿Cuál pondré, Lacrimosa, Dark Tranquillity, Geasa, Korn, Testament...? ¡Ese! Me pongo mis audífonos y subo el volumen a todo lo que da. Ya viene otro camión y en ese sí quepo. Pido la parada, me subo y pago. Me siento junto a la ventana. Me gusta ver cómo pasan las cosas tan rápido cuando el camión avanza. Me pongo a pensar en lo que me dijo mi hermano sobre el tiempo. No existe el presente, pues cuando es presente ya es pasado y cuando anhelas el futuro ya es presente; pero ya se hizo pasado y ya no le entendí. Miro mis muñecas llenas de cicatrices. ¡Cómo me gustaría saber en qué fallé! ¿Por qué se cerraron mis heridas? Las acaricio. Su superficie es casi sensual. No se siente tan bien como cuando pasé el cuchillo por sobre ellas; pero se sigue sintiendo bien. Recorro con mis dedos índices desde su inicio hasta su fin. Lento, muy lento, disfrutándolas. Son muy largas. Llegan de lado a lado. Vuelvo a voltear a la ventana y doy un suspiro de ilusión por mi anhelada muerte
Ya casi estoy en la escuela. Pido la parada. Bajo del camión y entro directo a mi salón. Me siento al fondo (Como siempre) y agarro un libro de mi mochila... ¡No es mío! ¡Es de mi hermano! Adentro tiene un papel. Lo leo. Dice: "Cosita, para cuando te sientas sola. Te quiero." ¿De qué tratará el libro? Lo abro y son fotos. La primera que vi fue cuando mi hermano me tenía en sus brazos en mi cumpleaños noveno. Aún no tenía esa gigantesca cicatriz en el rostro que me hicieron cuando me violaron a los trece años. Paso lentamente mi dedo índice sobre la muy profunda hendidura que va de arriba de mi ojo izquierdo hasta abajo de mi ojo derecho y mientras hago eso me acuerdo de ese momento en que un imbécil abusó de mí. La superficie, que nunca cerró bien por una infección, no se siente tan sensual como las de mis muñecas; pero se siente bien. La música de Testament no me deja pensar en el momento en que... bueno... ¿Para qué volver a mencionarlo?
Apenas acabo de tocar mi marca y me sale una lágrima que cae sobre la foto. Extraño a mi hermano. Me duele no ser virgen. Me duele también que mis padres no me comprendan. Unas compañeras se burlan al verme sufrir. No aguanto las ganas de llorar. Me siento tan sola. Tan sola. Mi hermano está en Roma. Lo extraño. Ya no soporto el llanto y me tapo la cara con un cuaderno. Lloro en silencio mientras me acuerdo de cuando bailé un vals con mi hermano. Mis papás dijeron que fue mi culpa el que me hayan violado y no me quisieron hacer mi fiesta de quince años. Mi hermano bailó conmigo mi vals en mi cuarto. Creo que no paré de bailar con él durante más de dos horas
No me entero que ya había empezado la clase sino hasta que el maestro me preguntó si estaba muy interesante mi lectura. Me quito los audífonos y me seco las lágrimas para contestarle, sin quitarme el cuaderno de la cara, que sí. Me quita el cuaderno del rostro y me manda con el director. Voy con él y me recibe con mal semblante. "¿Qué te crees tú?" (Me pregunta) "¿Qué acaso no sabes que aquí hay reglas?" Y le contesto: "¿No sabe que hay diez mandamientos? ¿Los obedece?" Me manda de regreso a mi casa
Ya está lloviendo y como me encanta la lluvia, me regreso a pie. Como el agua tiene empapado mi rostro nadie se da cuenta que estoy llorando. Todos los puentes peatonales me seducen para que me tire por ellos; pero tengo mucho sueño como para matarme (¡Vaya respuesta!)
Llego a mi casa. Mi mamá me da una bofetada y un sermón. Me baño y me pongo mi pijama. Me recuesto y tomo una carta que recibí apenas hace tres días. Es de mi hermano. La carta dice: "Sé cuánto sufres. Ya no sigas así. Piensa bien que no fue tu culpa. Mi florecita primaveral, te amo, no te quiero ver sufrir. Ahí te envío este rosario para que en esos momentos reces y verás que se te aclararán muchas cosas..." y la carta sigue con ese tipo de frases. Agarro mi diario y le doy una repasada a todo lo que he escrito. ¡Vaya si escribo muchas cosas sobre la muerte! Pero más me sorprende que escribo "Mi hermano" demasiadas veces ¿Cuántas veces pensaré en mi hermano sin darme cuenta?
En ese momento suena el teléfono y contesto pensando que puede ser mi hermano. No. Es mi novio. "¿Sujeili? ¿Quieres ir a un homenaje que se le va a hacer a The Cure en el Hard Rock, hoy, a las diez de la noche?" Me pregunta Damián y le contesto: "Espera, deja pido permiso. ¡Mamá..." Ni siquiera me deja hablar cuando me contesta que no, que sea lo que sea no. "Listo, pasa por mí a las nueve." Cuelgo después de que nos mandamos besos y empiezo a planear todo para salirme con la mía (Como si fuera muy difícil simplemente agarrar mis cosas e irme, para el caso que me hacen)
Son las once de la mañana. Me encierro en mi cuarto y saco una jeringa. Le pongo 300 unidades de morfina y me inyecto en una vena que vi en mi mano (No sé si es ahí; pero así me drogo) Me recuesto y me duermo
No he comido nada en todo el día y apenas me desperté a tiempo para vestirme y salir a esperar a Damián. Son las ocho y media. Mi novio llega en su auto (No sé de autos; pero es muy bonito y de color negro), nos saludamos y vamos al Hard Rock. Le cuento mis problemas y él como si nada. Sé bien que no me ama, que está conmigo por las ganas que tiene de tener sexo conmigo. No me importa. Sigo hablando hasta que me interrumpe diciendo: "Ya llegamos." Me seco las lágrimas y entramos
Ya ha empezado todo. Damián me da unas pastillas. Sí, sé qué son. Las tomo con un poco de brandy y al poco rato me hacen efecto. El cómo estuvo el ambiente no lo sé. Ni sé qué hice ni lo que no hice (Pero eso sí, la música es genial, al menos la poca que comprendí)
Por la poca razón que me queda me doy cuenta que Damián me lleva a un baño y trata de hacerme suya. En ese momento sé que está mal; pero con tal de sentirme apreciada, trato de acceder.
No puedo. Sus manos sobre mi cuerpo me recuerdan ese terrible momento que sufrí a los trece años. Rechazo el cuerpo de Damián y se enoja porque siempre es lo mismo. Se va furioso. Me parece ver algo en el suelo. Sus llaves. Las llaves de su auto. Las tomo. Salgo del baño. Damián está buscando entre su ropa algo, seguramente sus llaves. Me vale. Salgo y me llevo su auto
La droga no me ayuda a pensar. Me pitan. Me insultan. Seguramente no estoy manejando bien (¡Qué razonamiento tan genial!) Veo la aguja que marca la velocidad. Dos seguido del cuatro y no sé que más de kilómetros por hora. Bien. Ahora el chiste es saber en qué dirección. Demasiado tarde. Choco con sabrá Dios qué y me desmayo
No sentí los tres días que estuve en coma. Despierto y me doy cuenta que tengo oxígeno conectado. Muchas cosas raras más están en mi cuerpo, de las cuales reconozco el collarín, el yeso en mis piernas y el suero. La mano derecha está sobre mi vientre y la izquierda no la encontré. Trato de encontrarla siguiendo mi brazo; pero ¿Cuál brazo? No está mi brazo izquierdo. Cierro el ojo derecho. Sí veo con el izquierdo. Cierro el ojo izquierdo. Sí veo con el derecho. Trato de mover los dedos de los pies. Sí puedo. Trato de mover la mano que me queda. Sí puedo. Trato de hablar. No me sale la voz. Tengo frío. Tengo miedo
Llega un doctor y me hago la dormida. Oigo (¡Oigo!) al doctor, le dice a la enfermera que era una lástima, pues soy la octava persona que llega en este estado o peor al hospital. Ninguna de las personas ha sobrevivido. No me dan esperanzas debido a tanta droga que tengo dentro del cuerpo. Si me ponen algún medicamento me puede venir un colapso, un infarto o un paro respiratorio y que por eso no pudieron combatir mi gangrena en el brazo izquierdo
La enfermera le dice al doctor que mi ritmo cardíaco es muy inestable. A veces está apenas arriba de 10 y que otras está casi llegando a 500. Dice que es un milagro que aún viva. Un corazón normal no aguanta esos cambios tan bruscos y menos esos niveles. El doctor le contesta que de seguro Dios me quiere viva para algo
Se van. Medito lo que mencionaron sobre mí. ¿Será cierto? Me pregunto ¿Y si no lo es, entonces por qué sigo viva? Me salen lágrimas y me aguanto las ganas de llorar porque me duele. Al parecer tengo algunas costillas rotas. Siete personas antes de mí han estado igual o peor que yo y han muerto sin consuelo. No quiero que me pase eso. No quiero... ... ... No me siento bien. Me entra más miedo y más frío. Algo está mal. Muy mal. Trato de voltear a los aparatos... No puedo... No alcanzo a ver... Trato de gritar... La voz no me sale... Aunque me duele intento con todas mis fuerzas... Me debilito más.... No... Por favor... Ahora ya no quiero... Ya no... Ahora que le he encontrado sentido a mi vida... No ahora... Por favor... Por favor... Por favor... No... No... No... Por favor... No... Ya no... Ya no... Ya no... Por favor... Mi... corazón... ... La... má... quina... ha... ce... ru... i... do... Lle... ga... el... do... cto... r... Qu... Qui... ero... vi... vir... Qui... e... ro... a... yu... d... dar... a... lo... sssss... qu... qu... que... es... tannnn... i... g... ggu... allll... o... p... pppe... orrr... que... yyyyo... Qu... Qui... e... rrrooo... vvviii... vviiiirrrr... Mmeee... a... cccuu... eerrr... dddooo... ddeelll... cccooonnn... sseee.. jjj... oooo... ddee... mmiii... hherr... ma... nnoo.. y... y... y... dddiiggoo... Ddd... iii... ooo... sss... ttt... eee... sss... aaa... lll... vvv... eee... MMM... aaa... rrr... ííí... aaaaaaaaaaaaaa...................................................................... "
Si quieren leer más cuentos míos pueden conseguirlos aquí o aquí
Si quieren leer más cuentos míos pueden conseguirlos aquí o aquí
"Una vez más el despertador suena. Lo apago. Recibo unas últimas caricias de mi almohada y me levanto. Voy al tocador y sin verme en el espejo me peino y me retoco el maquillaje. Abro mi guardarropa y pienso la ropa que voy a usar. Agarro un pantalón, unas botas, una camiseta de Dark Tranquillity y mi chamarra. Agarro mi mochila y sin abrir mi ventana ni arreglar mi cama me dirijo a la escuela
La gente al verme se asusta. Me siento bien conmigo misma. Me gusta que me teman, porque si me temen no me atacan
Pido la parada al camión y está repleto, mejor espero otro. Me falta algo. Saco de mi mochila mis discos, ¿Cuál pondré, Lacrimosa, Dark Tranquillity, Geasa, Korn, Testament...? ¡Ese! Me pongo mis audífonos y subo el volumen a todo lo que da. Ya viene otro camión y en ese sí quepo. Pido la parada, me subo y pago. Me siento junto a la ventana. Me gusta ver cómo pasan las cosas tan rápido cuando el camión avanza. Me pongo a pensar en lo que me dijo mi hermano sobre el tiempo. No existe el presente, pues cuando es presente ya es pasado y cuando anhelas el futuro ya es presente; pero ya se hizo pasado y ya no le entendí. Miro mis muñecas llenas de cicatrices. ¡Cómo me gustaría saber en qué fallé! ¿Por qué se cerraron mis heridas? Las acaricio. Su superficie es casi sensual. No se siente tan bien como cuando pasé el cuchillo por sobre ellas; pero se sigue sintiendo bien. Recorro con mis dedos índices desde su inicio hasta su fin. Lento, muy lento, disfrutándolas. Son muy largas. Llegan de lado a lado. Vuelvo a voltear a la ventana y doy un suspiro de ilusión por mi anhelada muerte
Ya casi estoy en la escuela. Pido la parada. Bajo del camión y entro directo a mi salón. Me siento al fondo (Como siempre) y agarro un libro de mi mochila... ¡No es mío! ¡Es de mi hermano! Adentro tiene un papel. Lo leo. Dice: "Cosita, para cuando te sientas sola. Te quiero." ¿De qué tratará el libro? Lo abro y son fotos. La primera que vi fue cuando mi hermano me tenía en sus brazos en mi cumpleaños noveno. Aún no tenía esa gigantesca cicatriz en el rostro que me hicieron cuando me violaron a los trece años. Paso lentamente mi dedo índice sobre la muy profunda hendidura que va de arriba de mi ojo izquierdo hasta abajo de mi ojo derecho y mientras hago eso me acuerdo de ese momento en que un imbécil abusó de mí. La superficie, que nunca cerró bien por una infección, no se siente tan sensual como las de mis muñecas; pero se siente bien. La música de Testament no me deja pensar en el momento en que... bueno... ¿Para qué volver a mencionarlo?
Apenas acabo de tocar mi marca y me sale una lágrima que cae sobre la foto. Extraño a mi hermano. Me duele no ser virgen. Me duele también que mis padres no me comprendan. Unas compañeras se burlan al verme sufrir. No aguanto las ganas de llorar. Me siento tan sola. Tan sola. Mi hermano está en Roma. Lo extraño. Ya no soporto el llanto y me tapo la cara con un cuaderno. Lloro en silencio mientras me acuerdo de cuando bailé un vals con mi hermano. Mis papás dijeron que fue mi culpa el que me hayan violado y no me quisieron hacer mi fiesta de quince años. Mi hermano bailó conmigo mi vals en mi cuarto. Creo que no paré de bailar con él durante más de dos horas
No me entero que ya había empezado la clase sino hasta que el maestro me preguntó si estaba muy interesante mi lectura. Me quito los audífonos y me seco las lágrimas para contestarle, sin quitarme el cuaderno de la cara, que sí. Me quita el cuaderno del rostro y me manda con el director. Voy con él y me recibe con mal semblante. "¿Qué te crees tú?" (Me pregunta) "¿Qué acaso no sabes que aquí hay reglas?" Y le contesto: "¿No sabe que hay diez mandamientos? ¿Los obedece?" Me manda de regreso a mi casa
Ya está lloviendo y como me encanta la lluvia, me regreso a pie. Como el agua tiene empapado mi rostro nadie se da cuenta que estoy llorando. Todos los puentes peatonales me seducen para que me tire por ellos; pero tengo mucho sueño como para matarme (¡Vaya respuesta!)
Llego a mi casa. Mi mamá me da una bofetada y un sermón. Me baño y me pongo mi pijama. Me recuesto y tomo una carta que recibí apenas hace tres días. Es de mi hermano. La carta dice: "Sé cuánto sufres. Ya no sigas así. Piensa bien que no fue tu culpa. Mi florecita primaveral, te amo, no te quiero ver sufrir. Ahí te envío este rosario para que en esos momentos reces y verás que se te aclararán muchas cosas..." y la carta sigue con ese tipo de frases. Agarro mi diario y le doy una repasada a todo lo que he escrito. ¡Vaya si escribo muchas cosas sobre la muerte! Pero más me sorprende que escribo "Mi hermano" demasiadas veces ¿Cuántas veces pensaré en mi hermano sin darme cuenta?
En ese momento suena el teléfono y contesto pensando que puede ser mi hermano. No. Es mi novio. "¿Sujeili? ¿Quieres ir a un homenaje que se le va a hacer a The Cure en el Hard Rock, hoy, a las diez de la noche?" Me pregunta Damián y le contesto: "Espera, deja pido permiso. ¡Mamá..." Ni siquiera me deja hablar cuando me contesta que no, que sea lo que sea no. "Listo, pasa por mí a las nueve." Cuelgo después de que nos mandamos besos y empiezo a planear todo para salirme con la mía (Como si fuera muy difícil simplemente agarrar mis cosas e irme, para el caso que me hacen)
Son las once de la mañana. Me encierro en mi cuarto y saco una jeringa. Le pongo 300 unidades de morfina y me inyecto en una vena que vi en mi mano (No sé si es ahí; pero así me drogo) Me recuesto y me duermo
No he comido nada en todo el día y apenas me desperté a tiempo para vestirme y salir a esperar a Damián. Son las ocho y media. Mi novio llega en su auto (No sé de autos; pero es muy bonito y de color negro), nos saludamos y vamos al Hard Rock. Le cuento mis problemas y él como si nada. Sé bien que no me ama, que está conmigo por las ganas que tiene de tener sexo conmigo. No me importa. Sigo hablando hasta que me interrumpe diciendo: "Ya llegamos." Me seco las lágrimas y entramos
Ya ha empezado todo. Damián me da unas pastillas. Sí, sé qué son. Las tomo con un poco de brandy y al poco rato me hacen efecto. El cómo estuvo el ambiente no lo sé. Ni sé qué hice ni lo que no hice (Pero eso sí, la música es genial, al menos la poca que comprendí)
Por la poca razón que me queda me doy cuenta que Damián me lleva a un baño y trata de hacerme suya. En ese momento sé que está mal; pero con tal de sentirme apreciada, trato de acceder.
No puedo. Sus manos sobre mi cuerpo me recuerdan ese terrible momento que sufrí a los trece años. Rechazo el cuerpo de Damián y se enoja porque siempre es lo mismo. Se va furioso. Me parece ver algo en el suelo. Sus llaves. Las llaves de su auto. Las tomo. Salgo del baño. Damián está buscando entre su ropa algo, seguramente sus llaves. Me vale. Salgo y me llevo su auto
La droga no me ayuda a pensar. Me pitan. Me insultan. Seguramente no estoy manejando bien (¡Qué razonamiento tan genial!) Veo la aguja que marca la velocidad. Dos seguido del cuatro y no sé que más de kilómetros por hora. Bien. Ahora el chiste es saber en qué dirección. Demasiado tarde. Choco con sabrá Dios qué y me desmayo
No sentí los tres días que estuve en coma. Despierto y me doy cuenta que tengo oxígeno conectado. Muchas cosas raras más están en mi cuerpo, de las cuales reconozco el collarín, el yeso en mis piernas y el suero. La mano derecha está sobre mi vientre y la izquierda no la encontré. Trato de encontrarla siguiendo mi brazo; pero ¿Cuál brazo? No está mi brazo izquierdo. Cierro el ojo derecho. Sí veo con el izquierdo. Cierro el ojo izquierdo. Sí veo con el derecho. Trato de mover los dedos de los pies. Sí puedo. Trato de mover la mano que me queda. Sí puedo. Trato de hablar. No me sale la voz. Tengo frío. Tengo miedo
Llega un doctor y me hago la dormida. Oigo (¡Oigo!) al doctor, le dice a la enfermera que era una lástima, pues soy la octava persona que llega en este estado o peor al hospital. Ninguna de las personas ha sobrevivido. No me dan esperanzas debido a tanta droga que tengo dentro del cuerpo. Si me ponen algún medicamento me puede venir un colapso, un infarto o un paro respiratorio y que por eso no pudieron combatir mi gangrena en el brazo izquierdo
La enfermera le dice al doctor que mi ritmo cardíaco es muy inestable. A veces está apenas arriba de 10 y que otras está casi llegando a 500. Dice que es un milagro que aún viva. Un corazón normal no aguanta esos cambios tan bruscos y menos esos niveles. El doctor le contesta que de seguro Dios me quiere viva para algo
Se van. Medito lo que mencionaron sobre mí. ¿Será cierto? Me pregunto ¿Y si no lo es, entonces por qué sigo viva? Me salen lágrimas y me aguanto las ganas de llorar porque me duele. Al parecer tengo algunas costillas rotas. Siete personas antes de mí han estado igual o peor que yo y han muerto sin consuelo. No quiero que me pase eso. No quiero... ... ... No me siento bien. Me entra más miedo y más frío. Algo está mal. Muy mal. Trato de voltear a los aparatos... No puedo... No alcanzo a ver... Trato de gritar... La voz no me sale... Aunque me duele intento con todas mis fuerzas... Me debilito más.... No... Por favor... Ahora ya no quiero... Ya no... Ahora que le he encontrado sentido a mi vida... No ahora... Por favor... Por favor... Por favor... No... No... No... Por favor... No... Ya no... Ya no... Ya no... Por favor... Mi... corazón... ... La... má... quina... ha... ce... ru... i... do... Lle... ga... el... do... cto... r... Qu... Qui... ero... vi... vir... Qui... e... ro... a... yu... d... dar... a... lo... sssss... qu... qu... que... es... tannnn... i... g... ggu... allll... o... p... pppe... orrr... que... yyyyo... Qu... Qui... e... rrrooo... vvviii... vviiiirrrr... Mmeee... a... cccuu... eerrr... dddooo... ddeelll... cccooonnn... sseee.. jjj... oooo... ddee... mmiii... hherr... ma... nnoo.. y... y... y... dddiiggoo... Ddd... iii... ooo... sss... ttt... eee... sss... aaa... lll... vvv... eee... MMM... aaa... rrr... ííí... aaaaaaaaaaaaaa...................................................................... "
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