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EL ORADOR
I) Cualidades físicas: Integridad (no debe causar lástima); buena expresión (no debe reflejar sus problemas ante el auditorio, debe tener un rostro agradable, no cara de triunfador odioso, vestimenta y apariencia adecuada); postura (no arrogante ni soberbio, ni tímido ni inclinado, con sencillez y naturalidad); voz
Respecto a la voz, que es el instrumento esencial del orador, sus tres elementos necesarios son
A) Timbre: Es el sello propio de cada voz
Medios para ejercitar el timbre: Lectura en voz alta, lectura ante una persona que analice, lectura mediante grabadora, declamación y el teatro
Si no se educa la voz grave, será monótona; si no se educa la voz aguda, será chillona; si no se educa la voz media, será sin matices
La voz del orador debe tener: Claridad de dicción, que se entienda lo que dice; Potencia, intensidad adecuada pra cada caso; tono agradable y eficaz; timbre claro; sin defectos de articulación; naturalidad, sin afectación; flexibilidad y expresividad
B) Intesidad: Este problema hoy se resuelve con el micrófono; pero siempre debe ser el sonido predominante la voz del orador. Hay que limpiar la garganta y la nariz, así como tener una buena postura para impostar la voz
C) Tono: Hay que respirar, modular (hacer bien los moldes de los sonidos), entonar (dentro de nuestra escala), comunicar (no hablo sólo para mí)
II) Cualidades psicológicas: Dotado de un sentimiento que lo induzca a sentir como propios los problemas ajenos; sensibilidad ante la belleza, la ciencia, el arte, la política, la cultura general, la religión, el deporte, etc. ("Hombre soy y nada humano me es ajeno"); amar (no basta con que sienta, sino que tenga un amor que lo lleve a entregarse por las causas donde haya verdad, justicia, belleza. Temperamento cálido); Valentía para entregarse a la lucha con las consecuencias que le traiga su acción; un temperamento que debe reflejarse en la acción del discurso y de la vida (que sea congruente)
Otra cualidad que en el texto original se encuentra, es que el orador debe ser varonil, sin embargo, no lo explica. Esto no se entienda como un machismo, sino que en el sentido metafísico de la sexualidad, lo varonil es impositivo, invasivo, se superpone. Al ser varonil en ese sentido, el orador obliga al auditorio a tomar la otra postura, ser femenino, es decir, receptivo, atento, analítico y a la vez, procreativo (se busca que germine en cada oyente la idea del orador)
III) Cualidades intelectuales: El orador debe poseer la suficiente capacidad especulativa para razonar, analizar y sintetizar los principios básicos; sensibilidad artística para poder presentar en forma bella, ingeniosa y propiamente el mensaje; suficiente memoria para retener ideas, frases, acontecimientos, nombres, fechas, etc.; dominio del propio idioma como instrumento de comunicación; cultura general; conocimiento de los temas que trata en público
IV) Cualidades morales: No basta que el orador sea sabio, tiene además que ser un hombre virtuoso ("Un hecho aislado no hace al hombre virtuoso"). Algunas de las virtudes humanas son: Honestidad, amor a los demás (oyentes), sinceridad, fe en su misión de orador, respeto a la dignidad humana, espíritu de justicia, dominio de sí mismo, decisión como virtud (como fruto de un espíritu de disciplina), energía, benevolencia de espíritu, conocimiento de los hombres
Las tareas del orador son: Dominarse a sí mismo; dominar al público, ya sea que esté con o en contra de él; dominar el tema del que va a hablar; quitar impedimentos, si los hay; dominar la expresión, voz, mímica, gesto, idioma; persuadir
EL AUDITORIO
Auditorio es un grupo de hombres libres que individualmente cada uno por su parte, desea conocer algo, instruirse, informarse, completarse y luego obrar por su cuenta más personalmente, más independientemente. Es pieza esencial el auditorio en la oratoria. Sin auditorio no hay oratoria, ya que es la materia, es la masa que hay que transformar. Si no hay oyentes, como nadie ha sido persuadido, falla la oratoria
* Público: El que va a ver un espectáculo
* Auditorio: Va principalmente a oír
* Masa: Se pierde la individualidad
* Multitud: Número grande de personas
* Grupo: Conjunto de personas
* Equipo: Conjunto de personas que realiza una labor compartida
El orador debe convertir a la multitud en auditorio para provocar un sentimiento común
Características del auditorio: Los oyentes son seres libres unidos en un acto libre. Es un acto libre abrir la inteligencia, disponer la libertad. El mejor oyente es el que va por una íntima necesidad de subsistencia, política, intelectualidad, curiosidad, afectividad, religiosidad, simpatía, etc.; cada uno de los miembros del auditorio trae una intención personal y el proceso de cambio del individuo, aparte de todo, es meramente personal. Por su propia voluntad se encuentra sumergido en una masa de hombres que buscan sustancialmente lo mismo. Se desencadena un elemento colectivo que modifica profundamente el factor individual
Actitudes del orador ante el auditorio: Conocer el auditorio; estimar a su auditorio con un amor desinteresado, lo cual supone comprender al auditorio y respetar al auditorio en sus diferentes ideologías; dialogar con el auditorio es dirigirse al auditorio, interpretarlo en sus sentimientos e inquietudes, y obligar al auditorio, en el sentido de ayudarle a que se transforme
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EL ORADOR
I) Cualidades físicas: Integridad (no debe causar lástima); buena expresión (no debe reflejar sus problemas ante el auditorio, debe tener un rostro agradable, no cara de triunfador odioso, vestimenta y apariencia adecuada); postura (no arrogante ni soberbio, ni tímido ni inclinado, con sencillez y naturalidad); voz
Respecto a la voz, que es el instrumento esencial del orador, sus tres elementos necesarios son
A) Timbre: Es el sello propio de cada voz
Medios para ejercitar el timbre: Lectura en voz alta, lectura ante una persona que analice, lectura mediante grabadora, declamación y el teatro
Si no se educa la voz grave, será monótona; si no se educa la voz aguda, será chillona; si no se educa la voz media, será sin matices
La voz del orador debe tener: Claridad de dicción, que se entienda lo que dice; Potencia, intensidad adecuada pra cada caso; tono agradable y eficaz; timbre claro; sin defectos de articulación; naturalidad, sin afectación; flexibilidad y expresividad
B) Intesidad: Este problema hoy se resuelve con el micrófono; pero siempre debe ser el sonido predominante la voz del orador. Hay que limpiar la garganta y la nariz, así como tener una buena postura para impostar la voz
C) Tono: Hay que respirar, modular (hacer bien los moldes de los sonidos), entonar (dentro de nuestra escala), comunicar (no hablo sólo para mí)
II) Cualidades psicológicas: Dotado de un sentimiento que lo induzca a sentir como propios los problemas ajenos; sensibilidad ante la belleza, la ciencia, el arte, la política, la cultura general, la religión, el deporte, etc. ("Hombre soy y nada humano me es ajeno"); amar (no basta con que sienta, sino que tenga un amor que lo lleve a entregarse por las causas donde haya verdad, justicia, belleza. Temperamento cálido); Valentía para entregarse a la lucha con las consecuencias que le traiga su acción; un temperamento que debe reflejarse en la acción del discurso y de la vida (que sea congruente)
Otra cualidad que en el texto original se encuentra, es que el orador debe ser varonil, sin embargo, no lo explica. Esto no se entienda como un machismo, sino que en el sentido metafísico de la sexualidad, lo varonil es impositivo, invasivo, se superpone. Al ser varonil en ese sentido, el orador obliga al auditorio a tomar la otra postura, ser femenino, es decir, receptivo, atento, analítico y a la vez, procreativo (se busca que germine en cada oyente la idea del orador)
III) Cualidades intelectuales: El orador debe poseer la suficiente capacidad especulativa para razonar, analizar y sintetizar los principios básicos; sensibilidad artística para poder presentar en forma bella, ingeniosa y propiamente el mensaje; suficiente memoria para retener ideas, frases, acontecimientos, nombres, fechas, etc.; dominio del propio idioma como instrumento de comunicación; cultura general; conocimiento de los temas que trata en público
IV) Cualidades morales: No basta que el orador sea sabio, tiene además que ser un hombre virtuoso ("Un hecho aislado no hace al hombre virtuoso"). Algunas de las virtudes humanas son: Honestidad, amor a los demás (oyentes), sinceridad, fe en su misión de orador, respeto a la dignidad humana, espíritu de justicia, dominio de sí mismo, decisión como virtud (como fruto de un espíritu de disciplina), energía, benevolencia de espíritu, conocimiento de los hombres
Las tareas del orador son: Dominarse a sí mismo; dominar al público, ya sea que esté con o en contra de él; dominar el tema del que va a hablar; quitar impedimentos, si los hay; dominar la expresión, voz, mímica, gesto, idioma; persuadir
EL AUDITORIO
Auditorio es un grupo de hombres libres que individualmente cada uno por su parte, desea conocer algo, instruirse, informarse, completarse y luego obrar por su cuenta más personalmente, más independientemente. Es pieza esencial el auditorio en la oratoria. Sin auditorio no hay oratoria, ya que es la materia, es la masa que hay que transformar. Si no hay oyentes, como nadie ha sido persuadido, falla la oratoria
* Público: El que va a ver un espectáculo
* Auditorio: Va principalmente a oír
* Masa: Se pierde la individualidad
* Multitud: Número grande de personas
* Grupo: Conjunto de personas
* Equipo: Conjunto de personas que realiza una labor compartida
El orador debe convertir a la multitud en auditorio para provocar un sentimiento común
Características del auditorio: Los oyentes son seres libres unidos en un acto libre. Es un acto libre abrir la inteligencia, disponer la libertad. El mejor oyente es el que va por una íntima necesidad de subsistencia, política, intelectualidad, curiosidad, afectividad, religiosidad, simpatía, etc.; cada uno de los miembros del auditorio trae una intención personal y el proceso de cambio del individuo, aparte de todo, es meramente personal. Por su propia voluntad se encuentra sumergido en una masa de hombres que buscan sustancialmente lo mismo. Se desencadena un elemento colectivo que modifica profundamente el factor individual
Actitudes del orador ante el auditorio: Conocer el auditorio; estimar a su auditorio con un amor desinteresado, lo cual supone comprender al auditorio y respetar al auditorio en sus diferentes ideologías; dialogar con el auditorio es dirigirse al auditorio, interpretarlo en sus sentimientos e inquietudes, y obligar al auditorio, en el sentido de ayudarle a que se transforme
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