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II. UNIÓN ERÓTICA
1. DESCRIPCIÓN DEL PLACER SEGÚN LAS MEDIDAS, LA DURACIÓN Y EL TEMPERAMENTO
“Los distintos tipos de amante masculino, en relación con el órgano sexual, son liebre, toro, caballo. La amante, por el contrario, puede ser cierva, yegua o mujer elefante. En este ámbito, cuando la relación tiene lugar a la par, se dan tres uniones iguales. En caso contrario, existen seis desiguales(1).”
1. Se alude, sin duda, a las posibles combinaciones entre los distintos tipos de amantes; por ejemplo, la unión entre hombre liebre y mujer cierva es "igual", mientras que entre liebre y
yegua es "desigual"
“Entre las desiguales, si la preponderancia es del hombre, cuando la relación se efectúa entre categorías contiguas, son posibles dos uniones altas. No contigua, existe una sola unión superior(2).”
2. Una unión "alta" es, por ejemplo, la de hombre toro y mujer cierva; la unión "superior" es entre categorías extremas, o sea, caballo y cierva. El mismo planteamiento, al revés, vale para las uniones llamadas bajas y para la "inferior".
“(...) Si la preponderancia es de la mujer, por el contrario, entre categorías contiguas, se dan dos uniones bajas, y, no contigua, una unión inferior. Entre éstas, las uniones iguales son las mejores; las peores, las marcadas por el comparativo. Las otras son moderadamente buenas. Incluso en una situación media, una unión definida "alta" es preferible a una definida "baja". Son las nueve uniones según las medidas.”
(Lo anterior sólo es en base a lo físico o medidas)
“Quien, en el momento de los abrazos, está desganado, tiene poca virilidad y no aguanta los azotes cariñosos es un hombre de pasión débil. En antítesis con esto hay amantes de pasión moderada o ardiente; y lo mismo vale para la enamorada. También en esto, como respecto a las medidas, los tipos de unión son nueve.”
(Lo anterior es en base al temperamento)
“En relación con la duración, los amantes pueden ser veloces, medios o lentos. Hay diversidad de opiniones respecto a la mujer. Hay quien sostiene que ella no consigue la satisfacción igual que el hombre, sino que su deseo viene aplacado de forma continuada por el macho. Este deseo produce, si viene acompañado de la alegría de la conciencia, un placer distinto, en el que la mujer tiene el conocimiento del deleite. Por otra parte, ni siquiera el placer del hombre pertenece a las categorías definibles por un acto cognoscitivo; y no basta informarse: «¿Cómo es tu placer?»(3) Entonces, uno podría objetar: ¿Cómo se puede entender [que el placer de la mujer es distinto]? Porque el hombre, llegado al orgasmo, se para, según sus deseos, sin preocuparse de la mujer; ella, sin embargo, no se comporta igual.”
(Lo anterior es en base a la duración)
3. El sentido es el siguiente: el placer del hombre pertenece a la conciencia, va más allá de la esfera de los sentidos; por esto no se puede conocer, cuando por conocimiento se entiende la percepción directa. Además, dado que ni la mujer ni el hombre pueden experimentar nunca una forma de placer distinta a la suya, es imposible una comunicación real sobre el particular entre ellos.
“(...) Se puede rebatir: cuando el enamorado lo prolonga mucho, las mujeres quedan satisfechas; mientras que, si es veloz, sin reparar en que ellas hayan conseguido la satisfacción, éstas se irritan. (...) No es un planteamiento válido, pues la simple satisfacción del deseo se aprecia, si dura mucho. Y como subsiste la duda, la objeción no demuestra nada”
(Nótese que en una relación sexual, no siempre el orgasmo es el indicador del máximo placer, satisfacción ni deleite, esto se debe a que el acto sexual, según Mallanaga, no sólo es físico, sino espiritual)
“Según Svetaketu:
En la unión, el hombre acalla
el deseo de la mujer;
si va acompañado de conciencia,
se llama satisfacción.”
“(...) la manifestación de placer de la mujer hay que juzgarla igual a la del hombre: ¿Cómo podría haber una diferencia de resultados, si la especie [humana] es la misma, y los dos buscan lo mismo? ¿Quizá por la diversidad de instrumentos y de conciencia? ¿Pero cómo? La diversidad de instrumentos es por naturaleza: el hombre es la parte activa, la mujer la parte pasiva. El agente realiza una función, la parte pasiva obtiene otra; o sea, dada la diversidad de instrumentos, hay también por naturaleza una diferencia de conciencia. El hombre queda satisfecho, cuando piensa: «Yo la conquisto»; y la mujer queda satisfecha, al pensar: «Me ha poseído». Es la opinión de Vatsyayana.”
Si se objeta que debido a las diferencias físicas hay diferencia de resultados, Mallanaga dice que no, porque son la misma especie; también se le objeta que aunque trabajen juntos, el fin es distinto, Mallanaga dice que no, porque es trabajo en equipo (en resumen, él lo dice muy poético)
“Vatsyayana concluye:
Ya que la especie no es distinta,
el esposo y la esposa buscan el mismo placer;
por esto hay que acariciar a la mujer para que ella
sea la primera en alcanzar el deleite.”
“(...) Durante la primera unión el hombre es ardiente y veloz, al contrario que en las sucesivas. La mujer, sin embargo, es al revés” (De esto hay una explicación psico-biológica. El macho no sabe si lo rechazará la hembra, por lo que debe actuar veloz e inseminarla. Si es aceptado por ella, puede ser menos impulsivo y ser más lento y apasionado. La hembra, al principio, creerá ser sólo un objeto de satisfacción sexual, "que me embarace y se largue, al fin que si el producto es malo me consigo a otro"; pero al demostrarle el macho que ella es importante para él, que la ama y la valora, ella deseará más de él y procurará tenerlo consigo más tiempo)
1. DESCRIPCIÓN DEL PLACER SEGÚN LAS MEDIDAS, LA DURACIÓN Y EL TEMPERAMENTO
“Los distintos tipos de amante masculino, en relación con el órgano sexual, son liebre, toro, caballo. La amante, por el contrario, puede ser cierva, yegua o mujer elefante. En este ámbito, cuando la relación tiene lugar a la par, se dan tres uniones iguales. En caso contrario, existen seis desiguales(1).”
1. Se alude, sin duda, a las posibles combinaciones entre los distintos tipos de amantes; por ejemplo, la unión entre hombre liebre y mujer cierva es "igual", mientras que entre liebre y
yegua es "desigual"
“Entre las desiguales, si la preponderancia es del hombre, cuando la relación se efectúa entre categorías contiguas, son posibles dos uniones altas. No contigua, existe una sola unión superior(2).”
2. Una unión "alta" es, por ejemplo, la de hombre toro y mujer cierva; la unión "superior" es entre categorías extremas, o sea, caballo y cierva. El mismo planteamiento, al revés, vale para las uniones llamadas bajas y para la "inferior".
“(...) Si la preponderancia es de la mujer, por el contrario, entre categorías contiguas, se dan dos uniones bajas, y, no contigua, una unión inferior. Entre éstas, las uniones iguales son las mejores; las peores, las marcadas por el comparativo. Las otras son moderadamente buenas. Incluso en una situación media, una unión definida "alta" es preferible a una definida "baja". Son las nueve uniones según las medidas.”
(Lo anterior sólo es en base a lo físico o medidas)
“Quien, en el momento de los abrazos, está desganado, tiene poca virilidad y no aguanta los azotes cariñosos es un hombre de pasión débil. En antítesis con esto hay amantes de pasión moderada o ardiente; y lo mismo vale para la enamorada. También en esto, como respecto a las medidas, los tipos de unión son nueve.”
(Lo anterior es en base al temperamento)
“En relación con la duración, los amantes pueden ser veloces, medios o lentos. Hay diversidad de opiniones respecto a la mujer. Hay quien sostiene que ella no consigue la satisfacción igual que el hombre, sino que su deseo viene aplacado de forma continuada por el macho. Este deseo produce, si viene acompañado de la alegría de la conciencia, un placer distinto, en el que la mujer tiene el conocimiento del deleite. Por otra parte, ni siquiera el placer del hombre pertenece a las categorías definibles por un acto cognoscitivo; y no basta informarse: «¿Cómo es tu placer?»(3) Entonces, uno podría objetar: ¿Cómo se puede entender [que el placer de la mujer es distinto]? Porque el hombre, llegado al orgasmo, se para, según sus deseos, sin preocuparse de la mujer; ella, sin embargo, no se comporta igual.”
(Lo anterior es en base a la duración)
3. El sentido es el siguiente: el placer del hombre pertenece a la conciencia, va más allá de la esfera de los sentidos; por esto no se puede conocer, cuando por conocimiento se entiende la percepción directa. Además, dado que ni la mujer ni el hombre pueden experimentar nunca una forma de placer distinta a la suya, es imposible una comunicación real sobre el particular entre ellos.
“(...) Se puede rebatir: cuando el enamorado lo prolonga mucho, las mujeres quedan satisfechas; mientras que, si es veloz, sin reparar en que ellas hayan conseguido la satisfacción, éstas se irritan. (...) No es un planteamiento válido, pues la simple satisfacción del deseo se aprecia, si dura mucho. Y como subsiste la duda, la objeción no demuestra nada”
(Nótese que en una relación sexual, no siempre el orgasmo es el indicador del máximo placer, satisfacción ni deleite, esto se debe a que el acto sexual, según Mallanaga, no sólo es físico, sino espiritual)
“Según Svetaketu:
En la unión, el hombre acalla
el deseo de la mujer;
si va acompañado de conciencia,
se llama satisfacción.”
“(...) la manifestación de placer de la mujer hay que juzgarla igual a la del hombre: ¿Cómo podría haber una diferencia de resultados, si la especie [humana] es la misma, y los dos buscan lo mismo? ¿Quizá por la diversidad de instrumentos y de conciencia? ¿Pero cómo? La diversidad de instrumentos es por naturaleza: el hombre es la parte activa, la mujer la parte pasiva. El agente realiza una función, la parte pasiva obtiene otra; o sea, dada la diversidad de instrumentos, hay también por naturaleza una diferencia de conciencia. El hombre queda satisfecho, cuando piensa: «Yo la conquisto»; y la mujer queda satisfecha, al pensar: «Me ha poseído». Es la opinión de Vatsyayana.”
Si se objeta que debido a las diferencias físicas hay diferencia de resultados, Mallanaga dice que no, porque son la misma especie; también se le objeta que aunque trabajen juntos, el fin es distinto, Mallanaga dice que no, porque es trabajo en equipo (en resumen, él lo dice muy poético)
“Vatsyayana concluye:
Ya que la especie no es distinta,
el esposo y la esposa buscan el mismo placer;
por esto hay que acariciar a la mujer para que ella
sea la primera en alcanzar el deleite.”
“(...) Durante la primera unión el hombre es ardiente y veloz, al contrario que en las sucesivas. La mujer, sin embargo, es al revés” (De esto hay una explicación psico-biológica. El macho no sabe si lo rechazará la hembra, por lo que debe actuar veloz e inseminarla. Si es aceptado por ella, puede ser menos impulsivo y ser más lento y apasionado. La hembra, al principio, creerá ser sólo un objeto de satisfacción sexual, "que me embarace y se largue, al fin que si el producto es malo me consigo a otro"; pero al demostrarle el macho que ella es importante para él, que la ama y la valora, ella deseará más de él y procurará tenerlo consigo más tiempo)
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