EL CANDELABRO
PRESENTA: UNA HISTORIA SATÍRICA IRÓNICA DE UNA REALIDAD ABSURDA Y SARCÁSTICA
PRESENTADA DE UN MODO FANTASIOSO PARA UN LECTOR CUYO APELLIDO ME RECUERDA UN
DELICIOSO BOCADILLO PERO QUE REALMENTE NADA TIENE DE RELACIÓN CON LOS POSTRES
Guillermo Saavedra es
un muy buen escritor. Su estilo es muy limpio y depurado, su narrativa es
cautivante y fácil de leer, sus obras son envolventes y al mismo tiempo dan
mensaje. Sin duda alguna un grande. El problema es que no tiene dinero para
hacerse publicidad. En sí no tiene dinero ni para comer. Para subsistir se
dedica a recitar poemas en la calle, esperando donativos de quien lo oiga
declamar.
Una tarde, Guillermo
caminaba buscando una calle con mucho tránsito de personas, y llegó a una
avenida sobre la cual estaba una tienda de electrónica. Estaban mostrando un
programa de televisión en varias pantallas para exhibir los distintos modelos
que tenían en descuento, y fue precisamente el programa el que llamó la
atención a Guillermo. Entrevistaban a un famoso y aclamado escritor: Esteban
Reyes.
Los libros de Esteban
se venden por el simple hecho de que él los escribió. Saca un libro cada mes, y
al día siguiente ya rompió marca de ventas. A las pocas semanas ya se hace una
película de su libro y claro, las calles se llenan de baratijas, y no tan
baratijas, relacionadas con el libro. Incluso han sacado libros de las
películas basadas en sus libros, claro, escritas por el mismo Esteban Reyes.
Dice el entrevistador:
—Con
nosotros está el aclamadísimo escritor Esteban Reyes, autor de famosas
trilogías, tales como “Detergente”, “Astringente” y “Subgerente parte 1” y
“Subgerente parte 2”. También la trilogía de “Los 50 crepúsculos de mi
princesa”, “Los 50 crepúsculos de mi princesa parte 2, el regreso vuelve”, y
“Los 50 crepúsculos de mi princesa, el conde de Azkabán parte 1” y “Los 50
crepúsculos de mi princesa, el conde de Azkabán parte 2”. No olvidemos su
última trilogía “Los 3 cochinitos”, “Los 3 mosquiteros”, y “3 tristes tigres
parte 1” y “3 tristes tigres parte 2, tragaban trigo en un trigal”. Dinos
Esteban, ¿qué te inspira?
—Todo,
todo me inspira y de todo puedo sacar páginas y páginas enteras, mi imaginación
no conoce límites.
—¡Impresionante!
¿Cómo consigues tiempo para escribir? Digo, estás haciendo publicidad todo el
tiempo, estás en las presentaciones de los libros, de las películas, de las
mercancías, ¿cómo tienes tiempo para escribir tus libros de más de 500 páginas
cada uno?
—En
mis ratos libres entre cada evento. Alguien que nació para escribir como yo, simplemente
no puede dejar de hacerlo y le sale natural.
—¿Cuál
es tu música favorita?
—Toda.
Toda me gusta.
—¿Y
a qué otro escritor admiras?
—A
todos, todos me parecen fabulosos.
—¿Qué
le dirías a los escritores novatos?
—Que
no dejen de escribir, y que sigan escribiendo. Algún día podrán ser publicados
si se esfuerzan lo suficiente.
Después de ver eso,
Guillermo se retira molesto, pensando:
—¿Todo
te gusta? Significa que no te gusta nada. Si realmente conocieras algo a
profundidad, encontrarías algo que te gusta por sobre todo lo demás. El
conocimiento superficial hace que te guste todo porque es nuevo, y como no vas
más allá, no puedes tener punto de comparación. Este tipo es un fraude; pero es
lo malo, a la gente le gusta la mentira, mientras que yo tengo que luchar con
mi verdad. Escribir y escribir hasta ser publicado. Nadie te publica si no
tienes renombre, porque la editorial no va a perder dinero contigo, un desconocido.
Nadie te lee ni porque te conoce, ya que dice “¿cómo que escribes?, ay, sí, ajá”.
Y los pocos que te leen te salen con lo mismo, les preguntas “¿qué te gustó?”,
y te contestan “todo”, les pides una crítica y te dicen “está bien”, les pides
más información y salen con “nada más”. Y claro, si quieres publicar tú por tu
cuenta te tienes que comprar miles de tus propios libros y venderlos por tu
cuenta, ya que las supuestas editoriales de autores independientes, son en
realidad imprentas caras. No te ayudan a vender, sólo maquilan y luego se
olvidan de ti. En fin, que esta esquina se ve bien para trabajar hoy.
Empecemos.
Mientras Guillermo
declama para ganarse dinero suficiente para comer, Esteban ha terminado su
entrevista y está en su camerino hablando con su representante.
—Estuviste
genial, como siempre.
—Lo
sé, lo sé.
—Y
te tengo buenas noticias, Esteban, campeón. Ya tenemos a los nuevos escritores
que van a hacer la nueva trilogía.
—Espero
que esta vez les hayas indicado que el pago será posterior a la entrega y que
deben renunciar a sus derechos de autor.
—Claro,
se les pagará un centavo por palabra, y se les exigió 5,000 líneas por
capítulo. Ya luego el editor se encargará de hacer que los textos concuerden.
—Pero
haz como te dije, que les mandes la contestación de recibido después de la
fecha de entrega, para no pagarles argumentando que llegó el texto posterior a
la fecha límite. Estos muertos de hambre no tendrán para pagar un abogado,
además de que han renunciado a sus derechos al aceptar el trabajo sea recibido
o no.
—Claro
que sí, así se hará.
—¿Qué
dijo el estudio de mercado sobre lo que se debe escribir en esta trilogía?
—Vampiros.
—Muy
bien, ve negociando la película para ganar tiempo. Ahora quiero descansar que
mañana tenemos otra presentación.
—Claro,
mi escritor favorito, descansa.
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