Literatura y filosofía

Frankenstein. De Mary Shelley (Parte 2 de 2)

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SU OBRA
La historia principal es la de un aventurero que hace un viaje por mar al polo norte. En su viaje se encontrará con un extraño varón que le narrará su historia. Esta historia prólogo abre camino a las aventuras de un científico, que obsesionado con los estudios y avances científicos, trata de manipular la vida. Finalmente lo logra dando vida a un ente; pero en vez de sentirse orgulloso, le parece tan aberrante que lo odia. La historia se parte en dos, por un lado, la conciencia perturbada de Víctor Frankenstein por su creación, y por el otro lado, el ente que no es capaz de entender el mundo que le rodea.


La parte que a mi parecer es la más profunda filosóficamente hablando, es cuando el ente encara a Víctor, su creador y le cuenta sus pesares existenciales y emocionales, para tratar de convencerlo de hacerle una compañera. Como Víctor se niega, el ente lo convence a base de terror de acceder. Sin embargo, ya creada la mujer, Víctor la destruye frente a los ojos del ente. Esto origina una batalla de niveles épicos entre creador y creatura, batalla que los llevará a pelear hasta llegar al polo norte.


Regresando a la historia prólogo, ahora se vuelve una historia epílogo. El aventurero nos narra la lucha final entre creador y creatura con un cariz tanto filosófico como metafórico y sentimental.


Hablar de las etapas de creación de esta obra sería muy interesante. La misma Mary nos cuenta en cartas los lugares que la inspiraron para los escenarios y los sueños que tuvo del ente. Poco a poco fue formando la historia que iba a empezar a ser un cuento corto, con una narrativa hermosa que nos envuelve en los escenarios y no cansa al lector. El desarrollo de la historia tiene mucho de novedoso. La narrativa de una historia dentro de otra, la cual se parte en dos para luego volverse a unir. Muchos atributos estéticos y técnicos demuestran la gran capacidad literaria de Mary; pero yo quiero ir por otro lado. El lado filosófico de la obra.


En la publicación anterior dije que el monstruo de Frankenstein era el rey de los monstruos. Lo sostengo. Es el rey. No hay ser más devastador y cruel, y a la vez tan sensible y tierno. El monstruo no es el ente. El monstruo es el ser humano. Ese ser dotado de sentimientos, ego, poder destructivo y poder creativo. Capaz de creerse un ser superior y acabar siendo menos que cualquier otro ser.


Hablemos de la relación creador - creatura. Partamos de que Dios hizo al hombre. A semejanza de Dios, Víctor hizo al ente. ¿Qué necesidad tenía Dios de crear al hombre? ¿Amor? ¿Demostrar que podía? Como sea, lo hecho hecho está. ¿Qué necesidad tenía Víctor de crear al ente? ¿Soberbia? ¿Fines científicos con miras filantrópicas? Como sea, lo hecho hecho está. Ambos, hombre y ente, se sienten solos. No son iguales a nada que les rodea. Dios hace a la mujer y Víctor también. El hombre se convierte en un devastador y cruel genocida, capaz de crímenes infames. El ente también. ¿Dios se avergüenza de su creación? Todavía no me responde el correo que le he enviado. Víctor sí lo hizo. ¿Qué motivó al ente a dejar de ser pacífico y convertirse en un carnicero? Su padre, creador, Víctor, lo odiaba, lo aborrecía y renegaba de él. ¿Qué llevó al hombre a ser tan ruin y abominable?... y esa es la pregunta más aterradora. ¿Dios aborrece a su creación? ¿Se avergüenza de ella y la abandona? o... ¿Es que así fuimos diseñados desde el principio?


¿Por qué hablar de lo peor del ser humano y no de las cosas buenas que tiene? El marco histórico nos puede dar la idea: Un mundo lleno de guerras, derramamiento de sangre, hambre, crisis, familias desunidas. Mary viendo morir a sus hijos uno tras otro, impotente. Ante los grandes logros del hombre, también lo peor sale a relucir.


La batalla entre Víctor y el ente, esa batalla final, también nos dice mucho. ¿Podemos vivir libres de nosotros mismos? ¿Podemos vivir a pesar de negar la existencia de nuestro creador? ¿Podemos seguir conservando lo bueno que tengamos si dejamos que lo malo aniquile lo único que nos da esa bondad?


Adentrémonos en un análisis un poco más profundo yendo directamente a la obra. Quizá haya aspectos que otros lectores consideren relevantes; pero eso es lo maravilloso de los libros: Cada quien tiene su punto de vista,


VOLUMEN II
CAPÍTULO 2


Víctor, después de amenazar e insultar a su creación, éste le contesta: "Esperaba este recibimiento --dijo el  demoníaco ser-. Todos los hombres odian a los desgraciados. ¡Cuánto, pues, se me debe odiar a mí que soy el  más infeliz de los seres vivientes! Sin embargo, vos, creador mío, me detestáis y me despreciáis, a mí,  vuestra criatura, a quien estáis unido por lazos que sólo la aniquilación de uno de nosotros romperán. Os  proponéis matarme. ¿Cómo os atrevéis a jugar así con la vida? Cumplid vuestras obligaciones para conmigo, y yo  cumpliré las mías para con vos y el resto de la humanidad. Si aceptáis mis condiciones, os dejaré a vos y a  ellos; pero si rehusáis, llenaré hasta saciarlo el buche de la muerte con la sangre de tus amigos".


Esa parte, sin duda alguna, es una recriminación a la imagen que se tiene de Dios en occidente.

Víctor intenta, en vano, atacar al ser. Éste le dice: "¿Acaso no he sufrido bastante que buscáis aumentar mi  miseria? Amo la vida, aunque sólo sea una sucesión de angustias, y la defenderé. Recordad: me habéis hecho más  fuerte que vos; mi estatura es superior y mis miembros más vigorosos. Pero no me dejaré arrastrar a la lucha  contra vos. Soy vuestra obra, y seré dócil y sumiso para con mi rey y señor, pues lo sois por ley natural.  Pero debéis asumir vuestros deberes, los cuales me adeudáis. Oh Frankenstein, no seáis ecuánime con todos los  demás y os ensañéis sólo conmigo, que soy el que más merece vuestra justicia e incluso vuestra clemencia y  afecto. Recordad que soy vuestra criatura. Debía ser vuestro Adán, pero soy más bien el ángel caído a quien  negáis toda dicha. Doquiera que mire, veo felicidad de la cual sólo yo estoy irrevocablemente excluido. Yo era  bueno y cariñoso; el sufrimiento me ha envilecido. Concededme la felicidad, y volveré a ser virtuoso".


Esa parte muestra lo noble que es el ente. A pesar del caos, tiene ganas de seguir. A pesar del odio de Víctor, no quiere hacerle daño y le respeta. Lo único que quiere es ser feliz; pero no puede porque no está en un mundo que le pertenece, un mundo en el que él pueda embonar.


Ante la negativa de Víctor de escuchar al ente, éste le dice: "¿no conseguirán mis súplicas que os apiadéis de  vuestra criatura, que suplica vuestra compasión y bondad? Creedme, Frankenstein: yo era bueno; mi espíritu  estaba lleno de amor y humanidad, pero estoy solo, horriblemente solo. Vos, mi creador, me odiáis. ¿Qué puedo  esperar de aquellos que no me deben nada? Me odian y me rechazan. Las desiertas cimas y desolados glaciares  son mi refugio. He vagado por ellos muchos días. Las heladas cavernas, a las cuales únicamente yo no temo, son  mi morada, la única que el hombre no me niega. Bendigo estos desolados parajes, pues son para conmigo más  amables que los de tu especie. Si la humanidad conociera mi existencia haría lo que tú, armarse contra mí. ¿Acaso no es lógico que odie a quienes me aborrecen? No daré treguas a mis enemigos. Soy desgraciado, y ellos compartirán mis sufrimientos. Pero está en tu mano recompensarme, y librarles del mal, que sólo aguarda  que tú lo desencadenes. Una venganza que devorará en los remolinos de su cólera no sólo a ti y a tu familia,  sino a millares de seres más. Deja que se conmueva tu compasión y no me desprecies".


Aquí se continúa con la idea de la cita anterior. Ante la imposibilidad de ser feliz, ante la imposibilidad de ser bueno, no quiere hacer daño, prefiere estar solo. Sin embargo, la gente se arma contra él, y él se defenderá. Lo único que pide es compasión de su creador y no la obtiene.


CAPÍTULO 3


Este capítulo es un resumen razonado del proceso de crecimiento del infante. Se me hizo muy interesante que Mary pusiera aquí un poco de proceso cognitivo y hasta epistemológico.


CAPÍTULO 4


En este capítulo se da cuenta el ente que es monstruoso, gracias al contraste de lo que ve en su reflejo  contra el cómo son las personas de la cabaña. Muy importante y se complementa con lo anterior. La importancia de vernos a nosotros y compararnos con nuestro entorno es parte del proceso de maduración, nos hace sensibles a lo que nos rodea y nos da un valor ontológico como individuos.


CAPÍTULO 5
Después de leer Las Ruinas, o Meditación sobre la Revolución de los Imperios, de Volney: "¿Sería en verdad el hombre un ser tan poderoso, virtuoso, magnífico y a la vez tan lleno de bajeza y maldad?  Unas veces se mostraba como un vástago del mal; otras, como todo lo que de noble y divino se puede concebir  (...) Durante mucho tiempo no podía comprender cómo un hombre podía asesinar a sus semejantes, ni entendía  siquiera la necesidad de leyes o gobiernos; pero cuando supe más detalles sobre crímenes y maldades, dejé de  asombrarme, y sentí asco y disgusto".


Aquí se ve un reflejo del marco histórico que rodea la obra.


"Aprendí que las virtudes más apreciadas por mis semejantes eran el rancio abolengo acompañado de riquezas. El  hombre que poseía sólo una de estas cualidades podía ser respetado; pero si carecía de ambas se le  consideraba, salvo raras excepciones, como a un vagabundo, un esclavo destinado a malgastar sus fuerzas en  provecho de los pocos elegidos. ¿Y qué era yo? Ignoraba todo respecto de mi creación y creador, pero sabía que  no poseía ni dinero ni amigos ni propiedad alguna; y, por el contrario, estaba dotado de una figura  horriblemente deformada y repulsiva; ni siquiera mi naturaleza era como la de los otros hombres. Era más ágil,  y podía subsistir a base de una dieta más tosca; soportaba mejor el frío y el calor; mi estatura era muy  superior a la suya. Cuando miraba a mi alrededor, ni veía ni oía hablar de nadie que se pareciese a mí. ¿Era,  pues, yo verdaderamente un monstruo, una mancha sobre la Tierra, de la que todos huían y a la que todos  rechazaban?".


Vital parte de la obra. Con apoyo de los capítulos en los que hace referencia al proceso cognitivo y a la consciencia ontológica, el ente se da cuenta que es; pero que es diferente y lo peor de todo, que es diferente y que no embona, que es aberrante.


"¡Por qué no me habría quedado en mi bosque, donde ni conocía ni experimentaba otras sensaciones que las del  hambre, la sed y el calor!" . 


Quizá una queja contra la evolución científica de la época. Volver a la naturaleza, algo que otros filósofos también han expuesto.


"¡Qué extraña naturaleza la del saber! Se aferra a la mente, de la cual ha tomado posesión, como el liquen a  la roca. A veces deseaba desterrar de mí todo pensamiento, todo afecto; pero aprendí que sólo había una manera  de imponerse al dolor y ésa era la muerte".


Impresionante párrafo desde mi punto de vista. ¿Cuántas veces no hemos visto que los ignorantes son más felices que nosotros? Vemos aquí no sólo consciencia, sino consciencia refleja, y que sólo la muerte es liberación (mi esposa dice que estoy mal, y que también el amor libera). Una parte del texto que debe ser ícono de la literatura obscura.


"Admiraba la virtud y los buenos sentimientos, y me gustaban los modales dulces y amables de mis vecinos; pero  no me era permitida la convivencia con ellos (...) Las tiernas palabras de Ágatha y las sonrisas animadas de  la gentil árabe no me estaban destinadas. Los apacibles consejos del anciano y la alegre conversación del buen  Félix tampoco me estaban destinados. Desgraciado e infeliz engendro".


Ser una sombra, un fantasma incapaz de poder gozar lo que los demás gozan. Vivir el infierno de sólo poder ver, contemplar, como si la vida se burlara en tu cara y te restregara lo que no puedes obtener. Cruel. Sublime.


El ser se sintió solo al entender que no había nadie con quien tener un lazo, nadie semejante con quien  compartir, no familia, no amigos, solo rodeado de todos. La peor de las soledades.


CAPÍTULO 7


Después de leer Werther, el ente pensó: "Ni dependía de nadie ni estaba vinculado a nadie. «La senda de mi  partida estaba abierta», y nadie me lloraría. Mi aspecto era nauseabundo y mi estatura gigantesca. ¿Qué  significaba esto? ¿Quién era yo? ¿Qué era? ¿De dónde venía? ¿Cuál era mi destino? Constantemente me hacía  estas preguntas a las que no hallaba respuesta". 


A fin de cuentas, ¿No son estas las mismas preguntas de la  humanidad a lo largo de su historia?


Después de leer la bitácora de la creación del ente por parte de Víctor, el ser pensó: "«¡Odioso día en el que  recibí la vida! -- exclamé desesperado--. ¡Maldito creador! ¿Por qué creaste a un monstruo tan horripilante,  del cual incluso tú te apartaste asqueado? Dios, en su misericordia, creó al hombre hermoso y fascinante, a su  imagen y semejanza. Pero mi aspecto es una abominable imitación del tuyo, más desagradable todavía gracias a  esta semejanza. Satanás tenía al menos compañeros, otros demonios que lo admiraban y animaban. Pero yo estoy solo y todos me desprecian".

"Ninguna Eva calmaba mis pesares ni compartía mis pensamientos --¡estaba solo!--. Recordaba la súplica de Adán  a su creador. Pero ¿dónde estaba el mío? Me había abandonado y, lleno de amargura, lo maldecía".

El viejo De LaCey le dijo al ente: "el corazón de los hombres, cuando el egoísmo no los ciega, está repleto de  amor y caridad. Confíe y tenga esperanza, y si sus amigos son bondadosos y caritativos, no tiene nada que  temer".


El ente entra en crisis. La soledad le abruma y confía en las palabras de su amigo ciego; pero de nada sirvió. El prejuicio visual pudo más y perdió la esperanza cuando ellos lo atacaron al ver su horrible figura. Empezaba a morir la bondad del ente.


CAPÍTULO 8


La crisis existencial del ente empieza a hacer profundas heridas en él, como vemos a continuación:


"¡Maldito, maldito creador! ¿Por qué tuve que vivir? ¿Por qué no apagué en ese instante la llama de vida que  tú tan inconscientemente habías encendido? No lo sé; aún no se había apoderado de mí la desesperación;  experimentaba sólo sentimientos de ira y venganza. Con gusto hubiera destruido la casa y sus habitantes, y sus  alaridos y su desgracia me hubieran saciado".

"Sólo de ti podía ya esperar auxilio, aunque no sentía por ti otro sentimiento que el odio. ¡Creador  insensible y falto de corazón! Me habías dotado de sentimientos y pasiones para luego lanzarme al mundo,  víctima del desprecio y repugnancia de la humanidad. Pero sólo de ti podía exigir piedad y reparación, y de ti  estaba dispuesto a conseguir esa justicia que en vano había intentado buscarme entre los demás seres humanos".

"¡Ay!, ¡cuántas veces maldije la causa de mi existencia! Desapareció la apacibilidad de mi carácter, y todo mi  ser rezumaba amargura y hiel. Cuanto más me aproximaba al lugar donde vivías, más profundamente sentía que el  deseo de venganza se apoderaba de mi corazón".

Después de salvar a la niña de morir ahogada y de que el campesino se la arrancara de los brazos para  dispararle, el ente dijo: "¡Esta era, pues, la recompensa a mi bondad! Había salvado de la destrucción a un  ser humano, en premio a lo cual ahora me retorcía bajo el dolor de una herida que me había astillado el hueso.  Los sentimientos de bondad y afecto que experimenté pocos minutos antes se transformaron en diabólica furia y  rechinar de dientes. Torturado por el daño, juré odio y venganza eterna a toda la humanidad".


"la felicidad me parecía una burla, un insulto a mi desolación, y me hacía sentir más agudamente que el gozo y  el placer no se habían hecho para mí".
Después de matar al hijo del juez Frankenstein: "--Yo también puedo sembrar la desolación; mi enemigo no es  invulnerable. Esta muerte le acarreará la desesperación, y mil otras desgracias lo atormentarán y destrozarán".


Después de contemplar el retrato que llevaba el niño: "A pesar de mi maldad, me ablandó y me sedujo. Durante  unos instantes contemplé los ojos oscuros, bordeados de espesas pestañas, los hermosos labios; pero pronto  volvió mi cólera: recordé que me habían privado de los placeres que criaturas como aquella podían  proporcionarme; y que la mujer que contemplaba, de verme, hubiera cambiado ese aire de bondad angelical por  una expresión de espanto y repugnancia".


Como podemos ver, en este capítulo el ente tiene una lucha interna. Lo bueno no quiere morir; pero nada de lo que haga es correcto o bueno. Al parecer sólo hay un camino que le sale bien: La maldad. Y finalmente decide tomarlo y ya no se deja seducir por el camino del bien tan fácilmente.


CAPÍTULO 9


El ente justifica su maldad y pide un último rayo de esperanza.


"Soy un malvado porque no soy feliz; ¿acaso no me desprecia y odia toda la humanidad? Tú, mi creador,  quisieras destruirme, y lo llamarías triunfar. Recuérdalo, y dime, pues, ¿por qué debo tener yo para con el  hombre más piedad de la que él tiene para conmigo? No sería para ti un crimen, si me pudieras arrojar a uno de  esos abismos, y destrozar la obra que con tus propias manos creaste. Debo, pues, respetar al hombre cuando  éste me condena? Que conviva en paz conmigo, y yo, en vez de daño, le haría todo el bien que pudiera, llorando  de gratitud ante su aceptación. Mas no, eso es imposible; los sentidos humanos son barreras infranqueables que  impiden nuestra unión. Pero mi sometimiento no será el del abatido esclavo. Me vengaré de mis sufrimientos; si  no puedo inspirar amor, desencadenaré el miedo; y especialmente a ti, mi supremo enemigo, por ser mi creador,  te juro odio eterno. Ten cuidado: me dedicaré por entero a la labor de destruirte, y no cejaré hasta que te  seque el corazón, y maldigas la hora en que naciste".

"Tengo la intención de razonar contigo. Esta rabia me es perjudicial, pues tú no entiendes que eres el  culpable. Si alguien tuviera para conmigo sentimientos de benevolencia, yo se los devolvería centuplicados; conque existiera este único ser, sería capaz de hacer una tregua con toda la humanidad. Pero ahora me recreo soñando dichas imposibles. Lo que te pido es razonable y justo; te exijo una criatura del otro sexo, tan horripilante como yo: es un consuelo bien pequeño, pero no puedo pedir más, y con eso me conformo. Cierto es  que seremos monstruos, aislados del resto del mundo, pero eso precisamente nos hará estar más unidos el uno al  otro. Nuestra existencia no será feliz, pero sí inofensiva, y se hallará exenta del sufrimiento que ahora  padezco. ¡Creador mío!, hazme feliz; dame la oportunidad de tener que agradecer un acto bueno para conmigo;  déjame comprobar que inspiro la simpatía de algún ser humano; no me niegues lo que te pido".

"¡Qué inestables son tus sentimientos! Hace sólo un momento te sentías conmovido, ¿por qué de nuevo ahora te  vuelves atrás y te endureces contra mis súplicas? Te juro, por esta tierra en la que habito, y por ti, mi  creador, que si me das la compañera que te pido, abandonaré la vecindad de los hombres, y para ello habitaré, si es preciso, los lugares más salvajes de la Tierra. No habrá lugar para instintos de maldad, pues tendré  comprensión, mi vida transcurrirá tranquila y, a la hora de la muerte, no tendré que maldecir á mi creador".



VOLUMEN III
CAPÍTULO 3


Al ver que Víctor destruyó a la pareja del ente, éste le dijo: "Esclavo, antes intenté razonar contigo, pero  te has mostrado inmerecedor de mi condescendencia. Recuerda mi fuerza; te crees desgraciado, pero puedo  hacerte tan infeliz que la misma luz del día te resulte odiosa. Tú eres mi creador, pero yo soy tu dueño:  ¡obedece! (...) --¿Encontrará todo hombre --gritó-- esposa, todo animal su hembra mientras yo he de permanecer solo? Tenía sentimientos de afecto, que el desprecio y el odio anularon en mí".


Ante la ausencia de misericordia de hasta su propio creador, y toda esperanza perdida, el ente se entrega por completo a la maldad. La pregunta es, el título "El monstruo de Frankenstein", ¿a quién se refiere con "El monstruo", ¿quiere decir "El monstruo que es el doctor Víctor Frankenstein" o "El monstruo creado por el doctor Víctor Frankenstein"?... porque, él creó un ente físicamente... y él fue el que acabó haciéndolo maligno al final... entonces ¿quién es el verdadero monstruo? ¿El ente o Víctor? ¿El creador o la creatura?

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