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Por Eduardo del Río/Rius
Editorial Grijalbo, 1978, ISBN 968-419-063-8
Virginidad, matrimonio, maternidad, promiscuidad, economía, libertad, política, pornografía, moda; todo puede ser usado al servicio de un amo o del otro, no es invención masculina para sometimiento femenino nada más
Rius tiene un trauma con la religión y eso no le permite ser objetivo. El origen de este embrollo no está en la religión, ésta es un reflejo de la cosmovisión, y al igual que los conceptos ya mencionados (y muchos más) también sirven a un amo o al otro, son espadas de doble filo
Sobre los movimientos feministas “(...) Faltas de una ideología, cayeron no en la libertad sino en el libertinaje y el abuso (...) El gran problema de los movimientos estos, es la poca preparación política de los hombres y mujeres”
4 cosas que las feministas olvidan o no sabe:
1-> “El hombre no creó por capricho o conspiración la división de las funciones entre los dos sexos”
2-> “Olvidan las mujeres que los hombres son también explotados por el sistema capitalista en que viven”
3-> “Olvidan las mujeres que quienes educan al hombre son ellas como madres, maestras, abuelas y demás, y no los hombres”
4-> “Enajenadas por la propaganda y cegadas por su poca preparación política, se les olvida que desde 1917 el mundo ya no es el mismo”
Rius propone como solución el socialismo; pero desconoce que eso no es cierto ya que en su época la propaganda roja prometía muchas cosas. En esos países las personas fueron tratadas como soldados, viles piezas de una maquinaria, por lo que no es una solución, sino un problema mayor
Según Rius, para contrarrestar el feminismo, quienes tienen el control se dicen: “(...) Hagamos que la mujer vea en el hombre a un enemigo, no a un aliado... fomentemos el lesbianismo y el homosexualismo. Corramos la voz de que el hombre ha fracasado como instrumento de dar placer. Hay que crear una nueva imagen de mujer: Mujeres guapas, poderosas, libres, sin hogar, capaces de hacer todo lo que hace el hombre”. ¿Por qué recalco esto? Porque precisamente es la antesala de su gran cierre: “(...) Los problemas sociales de las mujeres son similares a los del hombre: Luego, la liberación debe ser un problema común que han de resolver juntos, hombre y mujer”
Rius tiene buenas ideas; pero insisto en que no profundiza más allá, originando que comenta errores con respecto al origen real del problema y, por supuesto, con las soluciones que se le pueden dar; sin embargo, coincido totalmente con él en su texto final. Los problemas no se solucionarán enfrentando sexos, somos complementarios, no contrarios ni enemigos. Al ser complementarios, nos debemos de apoyar mutuamente, trabajando en unidad con las habilidades innatas de cada uno para poder salir juntos de cualquier problemática que se presente
Cierro con un pensamiento parafraseado de una investigadora social durante un simposio feminista: Las mujeres en su literatura feminista demonizan el hogar, el matrimonio, la familia, la maternidad, la femineidad, y olvidan de que eso también es una elección válida, dignificante y respetable
Por Eduardo del Río/Rius
Editorial Grijalbo, 1978, ISBN 968-419-063-8
Virginidad, matrimonio, maternidad, promiscuidad, economía, libertad, política, pornografía, moda; todo puede ser usado al servicio de un amo o del otro, no es invención masculina para sometimiento femenino nada más
Rius tiene un trauma con la religión y eso no le permite ser objetivo. El origen de este embrollo no está en la religión, ésta es un reflejo de la cosmovisión, y al igual que los conceptos ya mencionados (y muchos más) también sirven a un amo o al otro, son espadas de doble filo
Sobre los movimientos feministas “(...) Faltas de una ideología, cayeron no en la libertad sino en el libertinaje y el abuso (...) El gran problema de los movimientos estos, es la poca preparación política de los hombres y mujeres”
4 cosas que las feministas olvidan o no sabe:
1-> “El hombre no creó por capricho o conspiración la división de las funciones entre los dos sexos”
2-> “Olvidan las mujeres que los hombres son también explotados por el sistema capitalista en que viven”
3-> “Olvidan las mujeres que quienes educan al hombre son ellas como madres, maestras, abuelas y demás, y no los hombres”
4-> “Enajenadas por la propaganda y cegadas por su poca preparación política, se les olvida que desde 1917 el mundo ya no es el mismo”
Rius propone como solución el socialismo; pero desconoce que eso no es cierto ya que en su época la propaganda roja prometía muchas cosas. En esos países las personas fueron tratadas como soldados, viles piezas de una maquinaria, por lo que no es una solución, sino un problema mayor
Según Rius, para contrarrestar el feminismo, quienes tienen el control se dicen: “(...) Hagamos que la mujer vea en el hombre a un enemigo, no a un aliado... fomentemos el lesbianismo y el homosexualismo. Corramos la voz de que el hombre ha fracasado como instrumento de dar placer. Hay que crear una nueva imagen de mujer: Mujeres guapas, poderosas, libres, sin hogar, capaces de hacer todo lo que hace el hombre”. ¿Por qué recalco esto? Porque precisamente es la antesala de su gran cierre: “(...) Los problemas sociales de las mujeres son similares a los del hombre: Luego, la liberación debe ser un problema común que han de resolver juntos, hombre y mujer”
Rius tiene buenas ideas; pero insisto en que no profundiza más allá, originando que comenta errores con respecto al origen real del problema y, por supuesto, con las soluciones que se le pueden dar; sin embargo, coincido totalmente con él en su texto final. Los problemas no se solucionarán enfrentando sexos, somos complementarios, no contrarios ni enemigos. Al ser complementarios, nos debemos de apoyar mutuamente, trabajando en unidad con las habilidades innatas de cada uno para poder salir juntos de cualquier problemática que se presente
Cierro con un pensamiento parafraseado de una investigadora social durante un simposio feminista: Las mujeres en su literatura feminista demonizan el hogar, el matrimonio, la familia, la maternidad, la femineidad, y olvidan de que eso también es una elección válida, dignificante y respetable
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