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2. FORMAS PARA CONOCERLA MEJOR
“(...) Algunos maestros sostienen que a una
doncella se la conquista más fácilmente con el cortejo personal que mediante
una alcahueta, pero que la intermediaria puede resultar mejor que uno mismo
para conquistar a las mujeres casadas, de índole más compleja. Vatsyayana
considera que en cualquier circunstancia, dentro de las posibilidades, lo mejor
es actuar personalmente; si la situación se complica, se recurra a una
alcahueta. Según opinión común, las mujeres que cometen adulterio por primera
vez y aquellas con las que se puede hablar sin cortapisas se deben seducir
personalmente; las de características opuestas, a través de una intermediaria.”
Menciona otras cosas pero a mi punto de vista no
son relevantes, ni tampoco actuales, ni tampoco universales
3. EXAMEN DE LA DISPOSICIÓN DE ÁNIMO
“(...) Un hombre, cuando empieza a cortejar, tiene
que examinar el comportamiento de la mujer, y así se dará cuenta de su
disposición de ánimo. Si ella no esconde sus intenciones, conquístela enviando
a una alcahueta. Cuando no acepta que le cortejen, pero vuelve a encontrarse
con él de nuevo, se debe saber que está indecisa y hay que conquistarla de
forma gradual. Si rechaza los halagos, pero se viste elegantemente, y va así a
hacerle una visita, quiere decir que el hombre tiene que poseerla a la fuerza
cuando estén solos
Si permite que le cortejen cuanto uno quiera, pero
incluso después de haber pasado mucho tiempo no se entrega, es una mujer a la que le
gusta que le colman de atenciones, aunque sea inútilmente; se la puede vencer
cortando toda relación, ya que la mente humana es inconstante
Si una vez cortejada, se retrae, no se encuentra
con él, pero tampoco lo rechaza, ya que respeta, tanto en el hombre como en
ella, la dignidad y el orgullo, es una mujer a la que se puede seducir con
mucho esfuerzo, gracias a una profunda intimidad; se la conquiste recurriendo a
una alcahueta que conozca bien sus puntos débiles
Si es objeto de atenciones y las rechaza de forma
zafia, conviene dejarla. Sin embargo, cuando demuestra afecto, aunque haya sido
poco amable, se puede intentar convencerla. Si por algún motivo se deja tocar,
como si no lo notase, está indecisa; se la puede seducir con constancia y paciencia.”
4. LAS FUNCIONES DE LA ALCAHUETA
“(...) Un hombre se puede acercar, a través de una
alcahueta, a la mujer que ya ha demostrado actitudes y expresiones de beneplácito,
pero que no se hace viva, y a la que no conoce. La alcahueta busque entrar en
su casa con un tacto irreprochable, y alegre su vida contándole episodios
inventados, desvelándole distintas formas para fascinar a los hombres y
contando hechos acaecidos en el mundo, cuentos escritos por artistas e
historias de adulterio. Haláguela ensalzando su belleza, cultura, elegancia y
buen carácter, y le insinúe el lamento, diciendo: «¿Cómo es posible que una
persona como tú tenga un marido así?» Exclame: «¡Querida, no es digno ni de ser
tu esclavo!»
Cuando ya se la haya ganado, hable insistentemente,
ante ella, de la débil pasión de su esposo, de sus celos, falsedad e
ingratitud; le acuse de que no le gustan los placeres, de avaricia, de inconstancia
y de cuantas otras culpas escondidas se pueden encontrar en él. Se fije en el
defecto que más le molesta a insista en el mismo. Si la mujer es una
"cierva", no supone demérito para el esposo ser un hombre
"liebre"; un argumento parecido vale para la "yegua" y la
mujer "elefante"
Gonikaputra opina que, una vez conseguida la
confianza de una mujer, un hombre puede acercarse a ella por los buenos oficios de una
alcahueta, si es el primer adulterio que comete o es de índole compleja
La alcahueta le cuente las aventuras de ese hombre
y sus amores, pintándoselos bien.”
“(...) Svetaketu opina que la función de la
alcahueta no vale para un hombre o una mujer que no se conocen ni han mostrado
signos de gustarse. Los discípulos de Babhravya sostienen que conviene a dos
personas cuyas inclinaciones son ya de dominio público, aunque no se conozcan
Según Gonikaputra, vale para los que, teniendo
amistad, no conocen sus intenciones recíprocas
Vatsyayana opina, por el contrario, que es útil
incluso para los ni se conocen ni han revelado su estado de ánimo, ya que la
alcahueta despierta confianza.”
“(...) Después de haberse intercambiado signos de
beneplácito mutuo, mantengan un encuentro fiándose de la alcahueta. Los
discípulos de Babhravya opinan que esto puede tener lugar en el transcurso de
una visita a un templo o de una procesión, durante unos juegos en el parque,
baños, matrimonios, sacrificios, diversiones y fiestas, cuando se declara un
incendio o hay confusión por un robo, si se pone en marcha el ejército de un
país o la gente está distraída mirando un espectáculo, y en otras muchas
ocasiones. Gonikaputra considera que se puede propiciar fácilmente el encuentro
en casa de una amiga o de religiosas pertenecientes a distintas órdenes
Vatsyayana juzga, por el contrario, que lo mejor es
ir y entrar en casa de la mujer, cuando la entrada y salida es de fácil acceso
y conoce cómo ponerse al reparo de riesgos; ningún otro sabrá la hora y le
resultará fácil hacerlo
Los distintos tipos de alcahueta son: la
autorizada, la limitada, la portadora de cartas, la intermediaria de sí misma, la tonta, la esposa
alcahueta, la silenciosa y la "embajadora del viento"
La "autorizada" es la que, dominada la
situación basándose en los deseos de la mujer y del cortejador, lleva a cabo la misión bajo su
criterio. Suele actuar cuando los dos se conocen y ya han hablado; encargada
por la mujer, incluso cuando los dos se conocen, pero nunca han hablado; y por curiosidad, si ella considera a los
dos afines uno a otro, aunque no se conozcan
La alcahueta "limitada" es la que, sólo
en parte al corriente de la cuestión y del cortejo, termina lo que está en
suspenso. Es útil para un hombre y una mujer que ya han podido descubrir las intenciones
recíprocas, pero que se ven esporádicamente
La "portadora de cartas" lleva sólo los
mensajes. Vale para informar del lugar y hora a los que ya tiene sentimientos
profundos y se conocen bien
Es "intermediaria de sí misma" la que,
invitada por otra para que le haga de embajadora, visita al hombre por propia
iniciativa, como si no supiese nada; le cuenta que ha hecho con él el amor en
sueños, o critica a su mujer, si él confunde por equivocación sus nombres, y
con un pretexto parecido se muestra celosa. O le regala algo marcado con
señales de uñas y dientes, explicando que desde el principio deseaba hacerle un
regalo; y, cuando están solos, le pregunta con insistencia quién es más guapa,
si ella o su esposa. Esta mujer procura que la vean, y conviene recibirla en un
lugar apartado
Es también "intermediaria de sí misma" la
que, fingiéndose embajadora, trabaja para otra, pero mientras trasmite sus
mensajes aprovecha para conquistar a su destinatario y perjudicarla. Esto también
vale para un hombre, cuando hace de intermediario de otro.
A veces una mujer se gana la confianza de la esposa
-una ingenua- del enamorado, y consigue que se acerque a visitarla libremente,
se informa de los movimientos del hombre, le enseña trucos, le arregla para que
se le insinúe, hace que se enfade, le explica cómo tiene que actuar y, por fin,
ella misma le imprime señales de arañazos y mordiscos; por este camino le da
entender al marido su deseo. En ese caso la esposa es una "alcahueta
tonta"; a través de ella recibe las respuestas de la mujer
A veces puede ser el hombre el que utiliza a su
ingenua esposa; hace que establezca relaciones, porque se fía de ella, con la
mujer que quiere conquistar, y a través de ella le aclara cuáles son sus
intenciones, además de revelarle su experiencia. Es la "mujer
alcahueta"; por ella comprenderá incluso las reacciones de la otra
En caso contrario, puede mandar a una criada muy
joven, sin malicia, con un pretexto inocente; en este caso coloca en una guirnalda o en
un pendiente una tarjeta escondida, o deja la marca de arañazos y mordiscos. Es
la "alcahueta silenciosa"; a través de ella el hombre puede solicitar
la respuesta de la amada
Si, en lugar de esto, encarga a una mujer imparcial
referir palabras que contengan una alusión a algo ya conocido, pero
incomprensible para los demás, o que tienen un sentido general y otro más
sutil, es la "embajadora del viento"; también en este caso se busca
una respuesta de la mujer a través de ella. Son los distintos tipos de
alcahueta
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