Literatura y filosofía

Artes del buen vivir. Roxana Kreimer (2/16)

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Metodología

"La Consultoría Filosófica trabaja con una metodología básica, lo que no significa que sea la única posible ni que se la deba seguir paso por paso."
"1- Examen de los argumentos del consultante y de sus justificaciones: Una vez que el consultante discurre libremente sobre una serie de tópicos, el asesor sistematiza, ordena y jerarquiza las concepciones y los conceptos involucrados en el relato, sin dejar de atender a las emociones que puedan suscitar. En esta instancia se valora si el caso es apropiado para la Consultoría Filosófica o si se lo derivará a un psicoterapeuta" (Poner orden a sus ideas)
"2- Clarificación y análisis de términos y conceptos: El consejero o asistente filosófico analiza los términos empleados o comprometidos en el planteamiento de la reflexión, abocándose en particular a los conflictos de valores y a los dilemas éticos, razón por la cual es de fundamental importancia clarificar los conceptos que pueden estar comprometidos en la situación planteada" (Determinar que realmente quiera decir lo que quiso decir)
"3- Exposición de presupuestos implícitos e implicaciones lógicas: El asesor filosófico apunta a develar los presupuestos que signan el discurso del consultante, para ayudarlo a ampliar su perspectiva sobre aquello acerca de lo cual se propone reflexionar. Estos presupuestos no se agotan en la lógica formal sino que se inscriben en el horizonte de una lógica conceptual dialéctica que afecta diversos niveles de la vida: el ético, el volitivo, el físico, el social y el cultural" (Que sea coherente lo que dijo)
"4- Exposición de contradicciones e incoherencias: En esta etapa se ponen en evidencia las eventuales contradicciones e incoherencias entre lo implícito y lo explícito. El consejero filosófico trabaja con la lógica interna del pensamiento del individuo, es decir, destaca -si las hubiere- contradicciones lógicas en el discurso (teoría) de una persona, o entre el discurso y la acción (teoría y praxis), y las somete a discusión." (Se le ayuda a ver sus errores basado en su propia exposición)
"5- Rastreo de teorías filosóficas: a) Influencia de teorías previas: Por teorías previas hay que comprender la serie de concepciones y filosofías con las cuales el sujeto enfrenta al mundo. En rigor se trata de un conjunto de categorías y conceptos que actúan explícita o implícitamente. Se ponen en evidencia las concepciones filosóficas que subyacen en el discurso del consultante, de modo de no trabajar exclusivamente con su historia emocional sino con su historia conceptual, con la forma en que entiende el universo de los valores en relación a su propia vida y a su visión del mundo, procurando sacar a luz las ideas y valores comprometidos en cada situación." (No es que el consultante sea filósofo, sino que es víctima de procesos exteriores que llevan su propio flujo de filosofía)
"b) Teorías alternativas que pueden ampliar el horizonte de reflexión: En esta etapa se brindan herramientas filosóficas que pueden ampliar la reflexión en torno al tema abordado, entendiendo al ser humano no sólo como resultado de una historia individual sino como resultado de relaciones sociales, ideales culturales y paradigmas conceptuales que se modelan conforme a ciertas filosofías" (Se le ofrecen alternativas basadas en su realidad, que pueden ayudarle a tener más herramientas para salir adelante del problema que plantea)

(Roxana aquí nos dice que lo que hacía Sócrates con su mayéutica, es lo que nosotros ahora llamamos consultoría filosófica, con la diferencia de que Sócrates buscaba una verdad absoluta. El consultor no busca eso, sino darle ayuda y herramientas al consultante para que éste sea capaz de afrontar sus problemas basado en su realidad particular) "El consejero no entiende a la filosofía como un tribunal universal de la razón sino como el ejercicio del pensamiento crítico desde cierta perspectiva cultural, social, individual e histórica (...) A la Consultoría Filosófica no se recurre exclusivamente a buscar respuestas vinculadas con determinados problemas, sino también a discutir ideas y perspectivas sobre la propia vida y el mundo. El asesor ofrece la posibilidad de abrir nuevas y efectivas formas de que en el futuro el consultante enfrente por sí mismo ambas tareas (...) La Consultoría Filosófica trabaja con la capacidad filosófica que posee todo ser humano por su mera condición de tal"

7
La filosofía y los límites de la profesionalidad

(¿Y el capítulo 6? Pues habla de lo mismo pero en grupo en lugar de sesión personal, solo que le llama café filosófico... y no se habla de ningún café, así que no sé si haya capuccino o descafeinado. Básicamente es una orgía de ideas)

"Al igual que ha ocurrido con ciertas prácticas vinculadas a la psicología, la Consultoría Filosófica (Philosophical Counceling) con frecuencia no se ha librado de la legitimación del statu quo, básicamente por razones relativas a su paradigma tecnicista de profesionalidad, a la idea de que el profesional es portador de un saber que -mientras exista un pago de por medio- puede ser utilizado por cualquiera, tanto por el empleado que desarrolla un trabajo alienado como por la empresa que lo contrata (...) La filosofía no puede aspirar a ser neutral frente a la escandalosa desigualdad en la distribución de la riqueza. Nunca lo logrará. Si se hace la distraída amparándose en un hipócrita paradigma de profesionalidad, será cómplice de la injusticia, el ultraje y la iniquidad, de una explotación abierta y descarnada que reduce la dignidad personal a un simple valor de cambio"
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