Literatura y filosofía

Justine. Marqués de Sade (4 de 7)

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"(...) --¡Oh, Dios mío! --exclamé--, vos lo habéis querido; estaba escrito en vuestros eternos decretos que el  inocente fuera la presa del culpable. Disponed de mí, Señor, todavía estoy muy lejos de los males que habéis  sufrido por nosotros. ¡Ojalá los que yo soporto adorándoos me hagan digna un día de las recompensas que  prometéis al débil, cuando os tiene por objeto en sus tribulaciones y os glorifica en sus penas!" (¡¡JAJAJA!!)

"(...) ¡Así que era culpable!, exclamé, ¡denunciada por segunda vez a la justicia por haber sabido respetar en  exceso sus leyes!" (Como buena rubia, estúpida) "De acuerdo, no me arrepiento: por muchas cosas que puedan  ocurrirme, jamás conoceré los remordimientos mientras mi alma siga pura y no haya cometido otro mal que el de haber atendido en exceso los sentimientos equitativos y virtuosos que jamás me abandonarán" (Bueno, eso te lo concedo como un punto a tu favor)

"(...) Seguramente, continuaba, en todo eso hay algo poco conforme con las costumbres regulares de las que no  quiero apartarme jamás; examinémoslo" (¿No te digo?)

Rodin, uno de sus perversos amos, le pide que se quede con él, ya que un ser tan virtuoso como ella le da tranquilidad entre tanto desenfreno
"(...) «¡Oh, cielos!», pensé en aquel momento, «así que la virtud es necesaria, indispensable para el hombre,  ¡ya que el propio vicioso se siente obligado a tranquilizarse con ella, y utilizarla como amparo!»"
Sin embargo, Rodin le deja en claro
"(...) --No creas --contestaba a mis sabios consejos-- que la especie de homenaje que he rendido a la virtud en  tu persona sea una prueba de que la aprecio, ni de que la prefiero al vicio"

"(...) En una sociedad totalmente viciosa, la virtud no serviría de nada" (¿Holanda?)

Rodin le dice a Justine
"(...) Sólo lo constante es realmente bueno; lo que cambia perpetuamente no puede aspirar al carácter de  bondad. He ahí por qué se ha puesto la inmutabilidad en el rango de las perfecciones de lo Eterno. Pero la  virtud está totalmente privada de esta característica: no existen dos pueblos en la superficie del globo que  sean virtuosos de la misma manera"

"(...) ¿no será mejor que renuncie a procurarles una dicha que debe costarme tanto mal?"

"(...) Pero, os dicen los necios, «el mal no nos hace felices». No, cuando se ha convenido ensalzar el bien"  (Afirma que si todos son malos, todos serían felices. La infelicidad viene de que algunos son malos y otros  buenos. Yo digo que también si todos son buenos serían felices si seguimos el mismo razonamiento)

"(...) Todos los hombres sentirán placer en cometerlo, no porque esté permitido (eso sería a veces una razón  para disminuir su atractivo), sino porque las leyes ya no lo castigarán, y disminuyen, por el temor que  inspiran, el placer con que la naturaleza ha dotado al crimen" (Eso estaría bien si tuviera la humanidad un  consciencia global; pero como no, pues son inconscientes, hacen las cosas por estúpidos, no lo por lo que dice Sade)

"(...) ¿No es mejor, pues, soñar con los locos que pensar justamente con los cuerdos?" (La cuestión entre bien y mal no radica en la cordura ni en el beneficio personal, como lo hace ver casi todo el mundo, sino en el hecho de preservar el devenir del ser. Esta cuestión nadie la toma en cuenta y por lo tanto, caen en muchos errores)

"(...) jamás entenderé que un padre que quiso dar la vida no sea libre de dar la muerte" (Sujeili, ya te la sabes, así que tú dirás si te portas bien o no)

"(...) --¡Ay, cielos! --digo al traidor--, ¡tendré que ser de nuevo la víctima de mis buenos sentimientos, será  de nuevo castigado como un crimen mi deseo de acercarme a lo que la religión tiene de más respetable!" (Un monje, quien en lugar de darle consuelo espiritual, la lleva con los demás monjes para convertir a Justine en su esclava sexual)

Dice el padre Severino
"(...) ¿la religión?, no existe para nosotros, nuestro desprecio por ella aumenta debido a que la conocemos más  (...) ¿A quién recurrirás, por consiguiente? ¿Será a ese Dios al que acabas de implorar con tanto celo, y que,  para recompensarte de tu fervor, te precipita aún con mayor decisión en la trampa? ¿A ese Dios quimérico al que  nosotros mismos ofendemos aquí cada día insultando sus vanas leyes?..." (Lo peor es que quienes menos creen son los líderes religiosos)

"(...) que aprenda que entre personas como nosotros la compasión no sirve para sofocar la naturaleza" (Personas entregadas a su propia esclavitud en lugar de ellos dominar su ser)

"(...) los objetos no tienen más valor ante nuestros ojos que el que les da nuestra imaginación" (Eso que ni qué)

Epistemología Sádica:
"(...) La imaginación del hombre es una facultad de su mente a la que, mediante el órgano de los sentidos, van  a pintarse y modificarse los objetos, para formar a continuación sus pensamientos, debido a la primera  impresión de estos objetos. Pero esta imaginación, resultante ella misma del tipo de organización de que está  dotado el hombre, sólo adopta los objetos recibidos de tal o cual manera, y sólo crea a continuación los  pensamientos a partir de los efectos producidos por el choque de los objetos percibidos (...) es a partir del efecto recibido por esta imaginación del objeto, sea cual fuere, que se decide a amarlo o a odiarlo (...) La  unanimidad demuestra la conformidad en los órganos, pero nada en favor de la cosa amada. Las tres cuartas  partes del universo pueden considerar delicioso el aroma de una rosa, sin que eso pueda servir de prueba, ni  para condenar a la cuarta parte que podría considerarlo malo, ni para demostrar que ese aroma sea realmente  agradable"

"(...) En el seno de la madre se fabrican los órganos que deben hacernos susceptibles de tal o cual fantasía;
los primeros objetos descubiertos, las primeras conversaciones oídas acaban de determinar el resorte: se forman  los gustos, y ya nada en el mundo puede destruirlos. Por mucho que se empeñe la educación, no cambia nada, y el  que debe ser un malvado lo es con tanta seguridad, por buena que sea la educación que se le haya dado, como  corre con toda seguridad hacia la virtud aquel cuyos órganos se encuentran dispuestos para el bien, aunque el  maestro haya fallado" (Es decir, Sade reconoce que se nace bueno o malo; pero no dice nada de la esencia  primigenia del bien y del mal) "(...) el primero es tan poco digno de castigo como el segundo de recompensa"

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