Literatura y filosofía

La palabra "NO"

Hay quien dice que el subconsciente no entiende la palabra "NO". Incluso que el universo en sí no entiende la palabra "NO". Falso totalmente todo esto.


El subconsciente tan entiende la palabra "NO" que existen los miedos, los prejuicios, los traumas, y el despertar repentino de un mal sueño. También hay un nivel de dolor tal que hace que nos desmayemos. La naturaleza misma dice algo así: "No lo voy a soportar, apágate y esperemos que pase todo".


El universo entiende la palabra "NO". Si no fuera así, no existirían los números negativos y las restas. Si no fuera así no habría frío (que es "NO" calor). Si no fuera así no existirían los vectores opuestos. 


Todo esto viene a que existe la palabra "NO" y hay que saberla usar.


Los adultos saturan a los niños con negaciones: "NO" comas eso; "NO" te subas; "NO" te bajes; "NO" te muevas; etc.


Personas que de niños sufrieron ese traumático suceso, inventaron de adultos que la palabra "NO" no existe y que es inútil usarla... y muchos lo creen porque sufrieron lo mismo.


¿Han visto alguna vez a una perra con sus cachorros? ¿Han visto que tiene diferentes ladridos y gruñidos y que hay uno específico cuando los regaña? Entonces, ¿por qué usamos siempre el mismo tono con los niños? ¿Qué no se dan cuenta que es muy confuso?


Si yo llego contigo con una sonrisa y te doy un dulce. La próxima vez pensarás que cuando me veas sonreír te daré un dulce; pero si te llego con una sonrisa y te doy una bofetada... ¿cómo vas a saber interpretar la sonrisa? ¿Y si en lugar de la sonrisa fuera la palabra "NO"? 


Y los adultos, a pesar de lo que digan los mismos adultos, son más tontos que los niños. A un adulto le digo "NO" me toques y sigue el muy idiota poniéndome la mano encima porque cree que estoy bromeando. Es hasta que le rompo la nariz cuando él, ahora ofendido, se enoja y no entiende mi reacción. Una vez más, es fruto del mal uso de la palabra "NO".


El abuso de la negación en las sentencias y órdenes origina confusión y rebeldía respectivamente.


Caso de abuso de negación en las sentencias con consecuencia de confusión:
"No me gustaría que prohibieras la negación de derechos a los no nacionalizados".
Si lo lees, lo puedes repetir las veces que quieras; pero si te lo digo una sola vez y rápido... ¿qué te quise decir?


Caso de abuso de la negación en las órdenes con consecuencia de rebeldía:
"No te levantes. No corras. No camines lento. No saludes tan alto. No hables tan bajo. No te quedes sentado cuando alguien entra. No respires tan fuerte. No te rasques. No me mires así. ¿Por qué no me miras cuando te hablo?"... cualquiera de nosotros ya le hubiéramos escupido un asqueroso moco verde en el ojo a esa persona; pero, ¿y un niño? ¿No es acaso obvio que guardará todo ese resentimiento y tarde que temprano explotará de un modo u otro?


La palabra "NO" sí existe y es muy poderosa, es capaz de hacer un cambio radical en las cosas. La derecha es una "NO" izquierda, y a su vez, la izquierda es una "NO" derecha. Como vemos, el "NO" nunca implica destrucción sino cambio. Incluso en el proceso dialéctico existe y se le conoce como la antítesis, la cual no es la destrucción de la idea original, sino una idea que se le opone para que resulte una idea mejor y más fuerte.


Sobre todo en los infantes, hay que dirigirnos elocuentemente cuando decimos "NO"; pero sobretodo nunca hostigarlos con esa palabra. Los niños son muy inteligentes y entienden perfectamente, sólo tienen menos experiencia y menos vocabulario, por lo que debemos hacer las cosas más claras con menos palabras para ellos. Siempre hay que pedirles por favor las cosas (son personas, chiquitas pero personas) y si es posible, explicarles el por qué. Así en lugar de tener reprimidos rencorosos crearemos una juventud inquisitiva e inteligente.
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