Literatura y filosofía

Gertrudis Gómez de Avellaneda

Nació en 1814 y murió en 1873

Escritora nacida en Cuba y que vivió en España desde los 22 años, considerada como una de las voces más auténticas del romanticismo hispano. Su vida fue un cúmulo de desgracias comparables a las de sus personajes. La muerte de su padre y un casamiento apresurado de su madre la hicieron salir de Cuba hacia Europa, donde entró en contacto con la literatura romántica del momento, Víctor Hugo, Chateaubriand y Lord byron. La muerte de sus dos maridos y el abandono de su amante cuando ella se encontraba embarazada de una niña que nació muerta inclinaron su temperamento depresivo y apasionado hacia el espiritismo y periodos de retiro religioso, aunque siempre contó con el apoyo de escritores como José Zorrilla, Fernán Caballero, José de Espronceda, o Alberto Lista; sin embargo, su espíritu independiente y sus escándalos amorosos también le valieron las críticas de personajes como Marcelino Menéndez Pelayo, que impidió que entrara en la Real Academia Española. Escribió poesía, novela y teatro y destacó en los tres géneros, al incorporar a las letras españolas el ambiente caribeño, sentido en Europa como exótico, en un tono melancólico y nostálgico. Son ejemplo de ello sus novelas "Guatimozín, último emperador de México" (1846) o "El cacique de Turmequé" (1860). Su compromiso social se hace patente en "Sab", la primera novela antiesclavista de las letras españolas. Su poesía se centra en el tema del amor desdichado y pesimista comom puede verse en algunos de sus sonetos más conocidos: "A partir", "A él", "A la poesía", publicados antes de 1841 y recogidos en un libro de poemas en 1851. En el teatro, intentó fundir la tragedia clásica con el drama romántico pero sin caer en los excesos de éste, como en los dramas operísticos "Saúl" (1849) o "Baltasar" (1858), considerada la mejor de sus obras por el retrato psicológico de sus personajes. Gertrudis, a pesar de haber sido una autora muy valorada en su época, pasó después por un periodo de olvido pero la crítica actual la considera una precursora del feminismo (del bueno) tanto por su actitud vital como por la fuerza que imprime a sus personajes femeninos literarios

Sobre sus dos obras principales, mis comentarios personales son:

De Guatimozín, que es una obra que refleja mucho con su escritura la forma en que ella hablaba o se expresaba. Casi puedo sentir su voz narrando con su propio ritmo y pausas. En el texto original podemos notar que la ortografía, sobre todo en la acentuación, era diferente; pero nada que altere la comprensión para las personas de nuestro tiempo. Tiene una forma de narrar en la cual la introducción es como mostrarte un cuadro al óleo de lo que ella imagina. Primero la impresión de verlo, y luego ella explicando los detalles

De Baltasar, puedo decir que el ponerle tanto ritmo y musicalidad a los diálogos de sus personajes, la hacen equiparable a lo logrado por Shakespeare en inglés. Se nota fuertemente la tendencia religiosa y espiritual que se mencionó anteriormente, misma que puede padecer un poco pedante a los ateos; pero la verdad, a un ateo, ¿qué no le es pedante? La intolerancia no les permitirá disfrutar de una obra digna de ser representada para comprender, no sólo el entorno de la época, sino también a la autora en un marco mucho más íntimo, y con un nivel de calidad muy alto

De sus poemas, el que considero mi favorito porque no había visto que alguien más se atreviera, es el que reproduzco a continuación. Se llama "La noche de insomnio y el alba". En donde juega con la musicalidad y juega con la métrica, empezando con estrofas donde cada verso es de 2 sílabas, y va creciendo de uno en uno el conteo de sílabas conforme va avanzando de estrofa. Al mismo tiempo, conforme vamos avanzando, la musicalidad se va haciendo diferente, no es monótona, es como contar una historia, pues tiene un principio, un clímax y un desenlace, ¡y eso que no hemos hablado todavía del texto como tal! Respecto a eso, el texto demuestra un angustia y una ansiedad muy grandes; pero que son tolerados por una esperanza y una fe en que a pesar de la tormenta, el dolor y la soledad, siempre habrá un consuelo, un alivio y una paz que sanarán las heridas y el cansancio


Noche
triste
viste
ya,
aire,
suelo,
cielo,
mar.

Mirando
del mundo
profundo
solaz,
esparcen
los sueños
beleños
de paz.

Y se gozan
en letargo,
tras el largo
padecer,
los heridos
corazones
con visiones
de placer.

Mas siempre velan
mis tristes ojos;
ciñen abrojos
mi mustia sien,
sin que las treguas
del pensamiento
a este tormento
descanso den.

El mundo reposo
fatiga mi mente,
la atmósfera ardiente
me abrasa doquier;
y en torno circundan,
con rápido giro,
fantasmas que miro
brotar y crecer.

¡Dádme aire! Necesito
de espacio inmensurable
do del insomnio al grito
se alce el silencio y hable;
lanzádme presto fuera
de angostos aposentos...
¡quiero medir la esfera!
¡quiero aspirar los vientos!

Por fin dejé el tenebroso
recinto de mis paredes,
por fin ¡oh espíritu! puedes
por el espacio volar;
mas ¡ay! que la noche oscura
cual un sarcófago inmenso
encubre con manto denso
calles, campos, cielo, mar.

Ni un eco se escucha, ni un ave
respira turbando la calma:
silencio tan hondo, tan grave,
suspende el aliento del alma;
el mundo de nuevo sumido
parece en la nada medrosa:
parece que el tiempo rendido
plegando sus alas reposa:

¡Mas qué siento!... Balsámico ambiente
se derrama de pronto... El capuz
de la noche rasgando, en oriente
se abre paso triunfante la luz;
es el alba: se alejan las sombras
y con nubes de azul y arrebol
se matizan etéreas alfombras
donde el trono se asienta del sol.

Ya rompe los vapores matutinos
la parda cresta del vecino monte:
ya ensaya el ave sus melifluos trinos,
ya se despeja inmenso el horizonte;
tras luenga noche de vigilia ardiente
es más bella la luz, más pura el aura;
¡cómo este libre y perfumado ambiente
ensancha el pecho, el corazón restaura!

Cual virgen que el beso de amor lisonjero
recibe agitada con dulce rubor
del rey de los astros al beso primero
palpita Natura bañada en albor;
y así cual guerrero que oyó enrarecido
de bélica trompa la mágica voz,
él  lanza impetuoso, de fuego vestido
al campo del Éter su carro veloz.

Yo palpito, tu gloria mirando sublime
¡noble autor de los vivos y varios colores!
¡te saludos si puro matizas las flores!
¡te saludo si esmaltas fulgente la mar!
en incendio la esfera zafírea que surca
y aun la pena, que el adiós destroza profunda
se suspende mirando tu marcha triunfal.

¡Ay! de la ardiente zona do tienes almo asiento
tus rayos a mi lecho lanzaste abrasador...
por eso en ígneas alas remonto el pensamiento
y arde mi pecho en llamas de inextinguible amor;
mas quiero que tu lumbre mis ansias ilumine:
mis lágrimas reflejen destellos de tu luz;
y sólo cuando yerta la muerte se avecine
la noche tienda triste su fúnebre capuz.

¡Qué horrible me fuerza, brillando tu fuego fecundo,
cerrar estos ojos, que nunca se cansan de verte,
en tanto que ardiente brotaste la vida en el mundo
cuajada sintiendo la sangre por hielo de muerte!
¡horrible me fuera que al dulce murmurio del aura
unido mi ronco gemido postrero sonase,
que el plácido soplo que al suelo cansado restaura
el último aliento del pecho doliente apagase!

¡Guarde, guarde la noche callada sus sombras de duelo
hasta el triste momento del sueño que nunca termina,
y aunque hiera mis ojos cansados del largo desvelo
dále ¡oh Sol! a mi frente ya mustia tu llama divina
y encendida mi mente inspirada, con férvido acento
al compás de tu lira sonora, tus dignos loores
lanzará fatigando las alas del rápido viento
a doquiera que lleguen triunfantes tus sacros fulgores!
Compartir:

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Si te gusta lo que hago puedes donar

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Aquí puedes comprar mis libros

Archivo del blog