Este librito inspiraría a Raymond Queneau, un escritor y matemático francés, a crear un libro de sonetos en el cual se hiciera lo mismo, agarrar una hoja con el verso que queramos y crear los poemas que queramos. En total los poemas originales eran 10, y al ser 14 versos por ser soneto, se tiene 1014, lo cual da como resultado cien mil millardos de posibilidades (y el nombre a libro), así que si un millardo es equivalente a mil millones y hay cien mil de ellos, tenemos cien billones de combinaciones. Algunos dicen que por eso es imposible de leer en su totalidad, yo digo que es porque está en francés
La pregunta es, ¿se puede traducir esta obra y respetar su trabajo? Al hacer la traducción se perdería la rima y por lo tanto todo el cuidado que puso Raymond se iría a la basura. Para compensar, un grupo de poetas de habla hispana hicieron un homenaje a él, y crearon un libro del mismo estilo pero en español. Se llama Cien Mil Millones de Poemas (sí, son menos; pero en el prólogo se explica que lo llamaron así para evitar duplicidad de título)
También tiene la singularidad esta versión de que hay una página en blanco para que el lector haga su propio poema y encaje con los demás. Haciendo, pues, que las posibilidades sean infinitas dependiendo del trabajo de cada comprador
Además, esto ya dio el brinco a la música. El músico uruguayo Jorge Drexler hizo este experimento pero con varios autores y el resultado es un ejercicio similar pero con canciones
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