LA FILOSOFIA COMO HERRAMIENTA PARA LA RESOLUCION DE PROBLEMAS
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El sufrimiento
(...) "Cuando alguien sufre y exclama: “¿Por qué tuvo que pasarme esto a mí?” nos muestra el lugar accidental -y no necesario- que le asignamos al dolor en nuestra vida. Nadie exclama “¿Por qué tuvo que pasarme esto a mí?” cuando gana la lotería. Sentimos que el placer nos corresponde naturalmente." (Lo correcto sería aprender y enseñar que las cosas malas son parte de la vida, encontrar formas de salir adelante lo más rápido posible, y a mantenernos en un estado de calma el mayor tiempo posible, aprendiendo de lo que la adversidad nos pone en el camino, como lo enseña el hermetismo. También hay un motivo evolutivo, en el que se castiga la desgracia para que quede más marcada en la memoria de la máquina de supervivencia, y así preservar más la vida, mientras que los buenos recuerdos se suprimen para que sean lo más gratificantes posible en cada ocasión que se presentan, y estarlos buscando constantemente, como comer, aparearse, dormir, etc., ver el especial de genes egoístas)
Roxana muestra dos visiones culturales, mientras que las religiones (ella dice algunas, yo sé que son mayoritariamente las occidentales), consideran el dolor un castigo de los dioses, en la filosofía china es solo un juego de opuestos placer-dolor, uno de tantos que rigen la armonía de todo lo existe. Así pues, sufrimos porque hemos gozado, no como castigo, sino porque es parte de lo mismo
Respecto a esto, yo llamo pasiones a estas energías que se manifiestan en la vida de cada ser consciente. Mientras que los sentimientos son procesos neuroquímicos que duran un instante para la supervivencia de la máquina que transporta los genes, las pasiones, más conectadas con el alma, son eternas, solo cambian su polo. Amor-Odio, Placer-Dolor, Vida-Muerte, etc. No puede haber uno sin el otro, porque, a fin de cuentas, es lo mismo desde otro ángulo. Roxana menciona filosofías radicales que para evitar el dolor, evitan el placer, ella los llama insensibles, y yo los llamo pendejos, entonces, ¿para qué están vivos?
(...) "Un dolor sorpresivo -todos lo sabemos- suele ser mucho más agudo que un dolor anunciado. Cuando cede el asombro, el dolor pierde parte de su ferocidad" (...) "Otro factor que contribuye a agudizar el sufrimiento es el cambio de hábitos. Nos echan del trabajo y además del sueldo extrañamos el almuerzo compartido con los compañeros" (...) "Otro factor que contribuye a agudizar el dolor es el horror mismo al sufrimiento" (...) "Como si el dolor -o los problemas en general- no formaran parte de la vida"
"Algunos de los males decisivos que nos aquejan son inevitables. No están en nuestro poder (...) A esta aceptación del dolor el budismo la llamó desapego y el estoicismo, amor fati (amor por los hechos). El amor fati no es la aceptación pasiva de la resignación sino la aceptación valiente de lo que ocurre. Lo que es inevitable no debe lamentarse en exceso. Algo que ya ha sucedido no puede cambiarse, de modo que es inútil perder tiempo pensando que podría haber sido de otro modo. Los males inevitables hay que soportarlos y reservar nuestra energía para ahorrar los males evitables"
"Aunque gran cantidad de cosas no dependen de nosotros, hay algo que sí está en nuestro poder. Y es el modo de reaccionar frente a lo que nos sucede, incluso cuando debemos optar entre dos alternativas que no hemos elegido (...) El jugador no elige las cartas que le tocan en suerte, pero debe jugar de la mejor manera que le resulte posible. Si una mano no resulta favorable, la siguiente podrá revertir el juego (...) Lo que ocurre a una persona en su vida es menos importante que la manera de sentirlo"
"La filosofía nos enseña que nuestro dolor no es sólo personal, que hay razones que no son individuales y que estructuran nuestro dolor. Esto nos permite participar y comprender en alguna medida los infortunios que padecen los demás, aprender de su experiencia y ofrecer nuestra propia experiencia a los otros"
"Filosofamos porque sufrimos, porque entristecemos y nos angustiamos. Los problemas desentierran al filósofo que todos llevamos dentro. Aún quien no sabe que filosofa, filosofa cuando sufre"
(...) "un virtuoso oprimido por terribles desgracias difícilmente pueda vivir muchos momentos de alegría" (Esto lo remarco porque ante tanta pobreza, enfermedad, carencia y acoso que puede vivir una persona en pésimas condiciones, no se le puede decir "eh, mira, eres virtuoso, sonríe". Hay que aceptar que es necesario tener un mínimo de cosas buenas, salud, un lugar para resguardarse, comida, etc., para poder progresar en el autocrecimiento y en la autosatisfacción, que llevado virtuosamente, redundará en el bien de los demás (ver la jerarquía de valores de Maslow))
"¿Cómo aceptar el dolor? Del mismo modo que se habla, se camina, se construye una casa o se maneja una computadora: aprendiendo. La virtud no es un don de la naturaleza: se aprende, se entrena y se enseña. Quienes no están habituados a enfrentar problemas o a sentir dolores, a menudo ceden ante el más ligero contratiempo (...) El sufrimiento enseña a enfrentar las desgracias"
"Cuando el dolor nos oprime el pecho, lo mejor que podemos hacer es gritar y llorar todo lo que sea necesario. Al cabo de tres meses, de siete meses o de un año, descubrimos que la alegría vuelve a ser posible. Hemos sido valientes porque no nos hemos paralizado frente a la desesperación, hemos sobrevivido con
firmeza de alma, paciencia y perseverancia."
