Literatura y filosofía

Estudiando a Les Luthiers. Parte 44

La idea de este especial es analizar su humor y sus letras, basándome en la lista oficial de espectáculos de su página


Cuando se comparta un video, siempre será desde su cuenta oficial de youtube https://www.youtube.com/lesluthiers

No voy a ahondar en la complejidad musical, ya que no es mi fuerte, sino en basarme en los guiones de los espectáculos para analizar los chistes

Me apoyaré en una página hecha por fanáticos, la cual es https://lesluthiers.org/ y enlazaré a los artículos de dicha página cuando sea necesario

Aunque no me basaré en ella, también esta página está muy completa http://www.leslu.com.ar/ por si la quieren visitar
 
Obra
Les nuits de París
(chanson francesa) 
Ya habían tocado esta canción en Viejos Fracasos, por lo que veremos las diferencias basadas en el espectáculo anterior

Texto de la obra aquí
 
Marcos Mundstock: A continuación, y prosiguiendo el presente recital... (le hablan al oído)
Señoras, señores, para nosotros esta es una noche muy especial. Tenemos un motivo particular de alegría, y lo vamos a compartir con todos ustedes. Quien está al tanto de las últimas promociones de cantantes franceses conoce seguramente el nombre de Jean-Claude Tremend. Constantemente llegan noticias de toda Europa, no solo de Francia, del éxito, del gran éxito de los discos, los recitales, de ese gran artista, ese gran cantante que sin duda es Jean-Claude Tremend. Y hoy aquí tenemos la gran alegría, y bueno, también, por qué no, el orgullo de contar con la presencia... de su cuñado. (El texto es casi igual, la diferencia contra "Viejos Fracasos" es que en ese a Marcos no lo interrumpen, sino que le avisan en cuanto termina su canción)

(Daniel aparece entre el público y sube al escenario, saluda al público y saluda de beso en la mejilla a Marcos, cuando éste le quiere devolver el saludo, Daniel se aleja y lo avienta asustado. A diferencia de "Viejos Fracasos", en donde primero lo ignora y luego le avienta el humo del cigarro a la cara)

Daniel Rabinovich: Bonsoir, Mesdames et Messieurs. Je suis émotionné. Je suis recién arrivé de Paris, et pour moi c'est un grand honneur être ici, à Bogotá. À tout à l'heure, aujourd'hui... à tout à l'heure aujourd'hui. Moi, je suis orgoullose de piser cet éscenaire, avec la compagnie de Les Luthiers. (Aquí el galimatías que dice Daniel cambia, ya que en "Viejos Fracasos" lo adaptan a Chile y aquí a Colombia)
Ernesto Acher: Ah, sí, Les Luthiers, entendí. (Esta línea es nueva, y de hecho sí entendió una palabra francesa, Les Luthiers es francés de hecho, y significa constructor de instrumentos)

Daniel Rabinovich: Abusant de la compagnie de Les Luthiers, et abusant de votre patience, je chanterai pour vous une chanson que me récuèrde très a Paris. ¿Et pourquoi me récuèrde très a Paris? Parce-que c'est une chanson parisienne, une chanson d'amour très fameuse, conoçu, connue, coné, coná... (Carlitos se empieza a reír) fameuse. J'espère que vous disfrutez, et le nom de la chanson... (Cada vez ríe más fuerte, llegando incluso a interrumpir a Daniel) le nom de la chanson... "Les nuits de Paris". (Este diálogo sí es diferente por completo)
Carlos Núñez Cortés: (Ya asustado porque no entendió nada) ¿Eh? (Y pide ayuda para entender)
Ernesto Acher: ¡Eh! Perdón, maestro, no conocemos la canción, pero si usted la canta lo acompañamos y...
Carlos Núñez Cortés: Claro, para darnos una idea...
Daniel Rabinovich: Non, non, je ne vous comprends pas, moi je parle seulement Français.
Carlos López Puccio: ¿En qué habla el francés éste?
Jorge Maronna: En francés.
Carlos Núñez Cortés: ¿Francés?
Daniel Rabinovich: Oui, monsieur.
Carlos Núñez Cortés: Jorge habla francés.
Jorge Maronna: Sí, pero muy poco.
Carlos Núñez Cortés: Fue a la Alianza.
Jorge Maronna: Sí, pero un día solamente. (Esta línea es nueva)
Ernesto Acher: Vos preguntale cómo es la canción.
(Esta parte que sigue tiene varios cambios)
Jorge Maronna: Eh... monsieur!
Daniel Rabinovich: ¿Oui?
Jorge Maronna: Eh… comment... allez - vous? ¡Me acordé!
Daniel Rabinovich: Bien, merci, monsieur. Je suis très bien; un petit fatigué pour le voyage, et reventé de chaleur.
Carlos Núñez Cortés: No, no, no, no, que la canción, que cómo es la canción.
Ernesto Acher: Que la tararee.
Carlos Núñez Cortés: Eh... s'il vous plaît, "tararier"… la chanson…
Daniel Rabinovich: Eh?
Carlos Núñez Cortés: Tararier, la...
Daniel Rabinovich: Qu'est-ce que c'est "tararier"?
Carlos Núñez Cortés: "Tararier", eh... ¿cómo se dice? "tararier"... cuando uno... aaaaa, ¿eh? así... (ante la pantomima de Carlitos, Daniel ve si se encuentra bien o si está "haciendo necesidades", incluso pide apoyo a los acomodadores. Como la situación se pone vergonzosa, los dos dejan de hacer lo que están haciendo para retomar compostura)
Jorge Maronna: S'il vous plaît, "silbons" la chanson.
Daniel Rabinovich: Oui, très bonne, monsieur; très très bonne, s'il est bonne? Oui. (Pensó que le preguntaba si estaba bien)
Jorge Maronna: No... "chiflez".
Daniel Rabinovich: Les nuits de Paris... qu'est-ce que vous chiment? (¿De qué estás hablando?)
Carlos Núñez Cortés: Oui! Oui!
Daniel Rabinovich: Oui?
Carlos Núñez Cortés: Oui!
Daniel Rabinovich: Oui, oui?
Carlos Núñez Cortés: Oui, oui!

Daniel Rabinovich: Alors... mois, je commence?
Carlos Núñez Cortés: Oui.
Daniel Rabinovich: Bien sûr?
Carlos Núñez Cortés: Of course. (Y todavía le contesta en inglés para rematar)
Daniel Rabinovich: Passe-partout?
Carlos Núñez Cortés: Passe-partout.
Daniel Rabinovich: Un, deux, trois...

(Comienzan a tocar una canción)

Daniel Rabinovich: Non, non, non, parez, parez. Qu'est-ce que cette pendejade?
Carlos Núñez Cortés: "Les nuits de Paris"
Daniel Rabinovich: C'est "Les nuits d'Istanbul", que "Les nuits de Paris". Les nuits de Paris, une chanson d'amour... la mineur, trois pour quatre...
Todos: ¿Eh?!
Daniel Rabinovich: La mineur, trois pour quatre. (Un menor, tres por cuatro)
Todos: Ah, de tres por cuatro.
Daniel Rabinovich: Alors, vous la savez o non la savez?
Carlos Núñez Cortés: Oui.
Daniel Rabinovich: Oui, ¿qué?
Carlos Núñez Cortés: La chanson... que of course, passe-partout. (Mezclando ya tres idiomas)
Daniel Rabinovich: Un, deux, trois...

(Comienzan a tocar otra canción)

Daniel Rabinovich: Non, non, non.... c'est pas une tarentelle italienne!.....Animaux!, sauvages!, brut!, demi-sec! Vous disculperez... nous n'avons pas ensayé un cul (no hemos ensayado ni un culo, en la versión anterior fueron más discretos al decir "comino"), alors... ce n'est pas possible pour nous...
Carlos Núñez Cortés: Mais, tonnerre de Dieu, cela suffit, monsieur! Ce que vous pouvez emmerder avec votre chanson! Ni "Les nuits d'Istanbul", ni la tarentelle, ni une autre chanson ne vous convienne, monsieur... Nous avons marre de jouer sans cesse! Qu'est-ce que c'est "Les nuits de Paris", sacré bleu! (Esto sí es francés correcto, Carlitos dijo: ¡Pero, trueno de Dios, basta, señor! ¿Qué puedes hacer con tu canción? Ni "Istanbul Nights", ni la tarantela, ni ninguna otra canción le conviene, señor... ¡Estamos cansados ​​de tocar constantemente! ¿Qué son las “Noches de París”, azul santo!)
Daniel Rabinovich: Alors, vous parlez Français!
Carlos Núñez Cortés: No... ¡Es que no lo entiendo, no lo entiendo! (Aquí este chiste lo extendieron para explicar mejor lo sucedido, Carlos lo habla pero no lo entiende)
(Aquí el texto cambia completamente para dar paso a una versión totalmente distinta de la canción)
Ernesto Acher: ¿Su merced no sabe un "chansón" en español?
Daniel Rabinovich: Oui, je sais une chanson en espagnol.
Carlos Núñez Cortés: ¿Y por qué no canta esa?
Daniel Rabinovich: Non, non, non, moi je me confunde, je ne sais bien pas la lettre... (esta es la clave, se va a confundir porque no sabe la letra)
Carlos Núñez Cortés: ¡Y cántela sin el "palaletre"! Y, comme se llamme?
Daniel Rabinovich: ¿Eh?
Carlos Núñez Cortés: Que comme se llamme, comme se...
Ernesto Acher: Le titule.
Daniel Rabinovich: Ah, le titule!... "Comme se llamme" (Regañando a Ernesto)... Las noches de Paris.
Carlos Núñez Cortés: ¡Ah sí, las noches de París!
Ernesto Acher: No hay ningún problema. Maître... "comenzón"
Carlos Núñez Cortés: Lo que él quiere decir es que usted ..."empezón"
(Durante toda la canción Daniel cometerá errores que para un extranjero pueden ser errores mínimos en la pronunciación; pero que de verdad son enormes cambios al significado de las oraciones. Todos los chistes irán en ese sentido)
Daniel Rabinovich: Un, deux, trois... Aujourd'hui!
Ah, las noches de París... París y tú. Por aquellos bulevares nuestras almas gemelas... Esteban Augusto...
Carlos Núñez Cortés: ¿Eh? Ah, no.... ¡estaban a gusto!
Daniel Rabinovich: Por aquellas callejuelas, rodeados por la mafia...
Carlos Núñez Cortés: No, no, ¿qué mafia? No, la magia, la magia.
Daniel Rabinovich: ¡Magia, magia! Oh, París y tú, (Aquí Daniel jugará con la dificultad de pronunciar la "r" fuerte cuando son nativos de pronunciar la "r" gutural) cuántos gecuegdos... gecueg... cuántos gecueg... gecueg... cuegdos... gegegods... (¡La cara de Carlitos apoyando el esfuerzo de Daniel, es fenomenal!) cuántos gecuegggaga... ggguagagaga... ggguagagaga... ¡Magia! (Ya, no pude pronunciarlo, digo la que sí me sale. Y la cara de desilusión de Carlitos, simplemente maravilloso)

Daniel Rabinovich:
París, la noche y tú,
una barca, y la luna llena,
tu regazo, tibio y sereno,
y mis manos, tocando el seno...

Carlos Núñez Cortés: ¡No!, el Sena, el río...

Daniel Rabinovich:
Te ruego, vuelve a mí
y tendremos pasión y alegrías,
perdóname y vuelve a mi lado,
ya verás cuánto haré porquerías...

Carlos Núñez Cortés: ¡No, no!, por que rías, rías...la risa...

Daniel Rabinovich:
En un triste atardecer
con gesto altivo partiste,
y así la espalda me diste,
pero cuando te alejaste
yo te vi hermoso traste...

Carlos Núñez Cortés: ¡No, no! ¡Hermosa y triste!
Daniel Rabinovich: Eres precioso... (Este error también es común, el poner el género correcto en la palabra)
Carlos Núñez Cortés: No, no, no... ¡precio-sa! Es una da-ma.
Daniel Rabinovich: Eres muy bello...
Carlos Núñez Cortés: ¡No!, ¡bella!, ¡bella!, ¡a!, ¡con la a!
Daniel Rabinovich: Y yo te quiero "mucha" (que también hay extranjeros que se pasan y no saben cuándo va el género y cuándo no)

Daniel Rabinovich:
No logro comprender
el desprecio en tus ojos celestes,
el maltrato al que tú me sometes,
te suplico que no me destetes...

Carlos Núñez Cortés: ¡Detestes!
Daniel Rabinovich: ¡Destestes!
Carlos Núñez Cortés: ¡Detestes!
Daniel Rabinovich: ¡Destestes!
Carlos Núñez Cortés: ¿Qué "destestes"? ¡Detestes!
Daniel Rabinovich: Dedetedés, dedeté, dedetedetes, que se te detes, quetemetes, ¿qué te metes?, se que te seques, que te seques el, te deses el, que me, que, me, pere... ¡Magia! (Ya, calmados, digo la palabra que sí me sale. Que esta forma de enredar las palabras era algo que tenía muy bien dominado Daniel)

Daniel Rabinovich: Oigo alejarse tu bus...
Carlos Núñez Cortés: ¡Tu voz!
Daniel Rabinovich: Diciendo: no volveré atroz...
Carlos Núñez Cortés: ¡Atrás!
Daniel Rabinovich: Pero igual, dolorida es tos...
Carlos Núñez Cortés: ¡Estás!

Daniel Rabinovich:
Pues la última vez que nos vimos
te causé un sufrimiento atrás. (Que también pudo haber sido...)

Carlos Núñez Cortés: ¡Atroz!
 
(Al terminar la canción, el único feliz es Daniel, todos los demás huyen avergonzados)
 
Este es el video de la obra

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Estudiando a Les Luthiers. Parte 43

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Obra
El valor de la unidad
(carnavalito divergente)

Texto de la obra aquí

Marcos Mundstock: Para nosotros los latinoamericanos, sin duda uno de los imperativos de la hora actual es la reafirmación, justamente, de nuestra identidad latinoamericana. Hoy, más que nunca, los pueblos de Latinomérica tenemos que unirnos, debemos superar nuestras diferencias, tenemos que apoyarnos mutuamente, eh... y todas nuestras naciones deben unirse como hermanas... eh... "and everything will be ok, man... thank you" (aquí el chiste es que el inglés no es idioma de Latinoamérica, sino precisamente de quien nos quiere dividir, los gringos, y ese discurso de unidad casi siempre se ve empañado por la hipocresía de gente que no vive en Latinoamérica, sino en gringolandia). Siguiendo este precepto hemos creído oportuno incluir esta noche una presentación del famoso conjunto de música latinoamericana "Las Voces Unidas". Bienvenidos.

(Aparecen Daniel, Ernesto, Carlos Núñez y Jorge. Carlos Núñez
hace un signo de "Victoria" con las manos, haciendo que Jorge vea a qué está apuntando al techo. A los pocos segundos aparece Puccio, que llega "elegantemente" tarde, lo cual también es un chiste escondido, pues son voces "unidas" y llega uno separado del resto)

Marcos Mundstock: Bueno, antes de su actuación quisiéramos preguntarles, eh... bueno, básicamente, ¿cuáles son los objetivos del canto de ustedes?
Daniel Rabinovich: Nuestro canto está dirigido a los explotados, a los oprimidos, a los marginados, los que se encuentran más abajo en la escala social: la chusma. (Eso desata risas porque esa palabra es despectiva, y cuando se habla de causas sociales, lo que menos quieres es despreciar)
Marcos Mundstock: Ja, ja, ja. Sí, no... eh... no, pero me refiero a los... eh... los objetivos, los objetivos en tanto... eh...
Ernesto Acher: Bueno, nuestro canto es un canto sin distingos, sin fronteras, es canto para la paz, para el amor, para la fraternidad, para la concordia... y para que se pudran los cerdos burgueses. (Mucho amor y fraternidad; pero el resentimiento ahí está)
Jorge Maronna: ¡Y también los hombres burgueses! (Sí, los homo sapiens burgueses sobre todo, no nada más los porcinos)
Marcos Mundstock: Eh... ¿y ustedes piensan que van a tener éxito con esa temática, aquí en el "Jockey Club"? (Ese tipo de clubes son precisamente de gente burgués, elitista... mamona)
Carlos Núñez Cortés: Verá usted, compañero periodista; nosotros siempre hemos tenido éxito porque lo nuestro es realmente arte popular, arte para todos: hombres y mujeres, jóvenes y viejos, blancos y negros... no, negros no. (Siempre hay un excluido en las causas sociales, por más unitarios que se quieran ver)
Marcos Mundstock: Ja, ja, ja, ja. Eh, no... pero los objetivos, digo, los... los...
Ernesto Acher: Ah, sí, sí. Nosotros apoyamos la lucha contra el colonialismo.
Daniel Rabinovich: ¡Abajo la colonia!
Carlos Núñez y Ernesto Acher: ¡Abajo!
Jorge Maronna: ¡Abajo el perfume! (Pensando que se refería al decir colonia, al líquido que se usa para aromatizar el cuerpo)
Carlos Núñez y Ernesto Acher: ¡Abajo!
Daniel Rabinovich: ¡Abajo el desodorante! (Pues ya entrados en eso, también el desodorante. Que a fin de cuentas los hippies no se bañan)
Carlos Núñez y Ernesto Acher: ¡Abajo!
Jorge Maronna: ¡Arriba el champú!
Carlos Núñez y Ernesto Acher: ¡Abaj...!

(Todos miran a Jorge preguntándole por qué arriba el champú si todo lo demás es abajo, y Jorge hace gestos de que el champú se echa en la cabeza, que está arriba)

Marcos Mundstock: ¡Ah, está bien! Ja, ja, ja, ja, claro, claro... Dice "arriba el champú" pero se echa para abajo... Ja, ja, ja, ja, claro. ¿Entendés? Para abajo, para arriba no sale... ¡Oh, oh, oh, (haciendo mímica de aventar para arriba) no sale nada, ja, ja, ja... qué bueno...!

(De repente mira al público y recuerda que está en directo. Hace un gesto de disimulo y retoma la entrevista)
Marcos Mundstock: Eh, no, lo que nosotros queremos en realidad preguntarles es si... eh... hay alguna, eh... línea política, alguna corriente ideológica a la cual ustedes estén adscriptos.

(Al pronunciar la última palabra escupe a Daniel, quien contrariado se limpia un ojo con la mano)

Daniel Rabinovich: Nuestro grupo responde a los lineamientos generales del Frente Latinoamericano Popular de Liberación
(en el video vemos que al verse fijamente Daniel y Marcos, a éste le quiere ganar la risa): el FLPL.

(Al pronunciar las siglas, escupe a Marcos, el cual a su vez se limpia. Los dos comparan su mano para ver cuál de ellos ha escupido más. Daniel se limpia en su saco y Marcos se limpia en el saco de Daniel, quien le da un manotazo)

Carlos Núñez Cortés: Verá usted, compañero periodista: nuestra rama era originariamente el Partido (me gusta lo gracioso que pronuncia "Partido") Independiente Popular Americano; lo llamábamos el "PIPA". Pero posteriormente, por razones de redimensionamiento doctrinario pasó a denominarse Partido Independiente Popular Obrero; lo llamábamos el "PIPO". Actualmente se denomina Partido Independiente Popular Intransigente (muy ad hoc con este tipo de movimientos que buscan la libertad reprimiento todo pensamiento contrario o que les ponga un pero); lo llamamos "El Partido" (Las caritas de Carlitos al público son geniales).
Carlos López Puccio: Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja... ¡Casi dice "pipí"!

(Jorge llama la atención a Puccio por su comentario imprudente, y Puccio agacha la cabeza avergonzado)

Marcos Mundstock: No, a ver si... eh... podemos... eh... de alguna manera orientar a la audiencia respecto de los verdaderos objetivos y basamentos, eh... ¿podemos decir que ustedes siguen la línea de Marx y Engels?
(Todos se miran para ver si alguien entendió. Como casi siempre suele suceder con partidos e ideologías comunistas, nadie ha leído las bases y fundamentos)
Ernesto Acher: ¿Por dónde va esa línea? (Pensando en una línea gráfica)
Marcos Mundstock: No sé, por lo menos conocerán las obras de Lenin.
Daniel Rabinovich: Sí, pero no nos gustan sus canciones.
Marcos Mundstock: ¿Lenin compuso canciones?
Daniel Rabinovich: Lenin y McCartney. (Confundiendo a Lenin, presidente de la URSS con Lenon, de The Beatles)

Marcos Mundstock: Bien, creemos que ha llegado el momento en que sobran las palabras, sobre todo estas palabras (que son pura burrada). Dejemos pues que hable la música de "Las Voces Unidas".
Ernesto Acher: Interpretaremos para ustedes "El Valor de la Unidad". (Originalmente pensaban ponerle de segundo título "Canción andina"; pero se quedó el de "Carnavalito Divergente")

Todos:
Únete, pueblo oprimido, y canta nuestra canción,
porque unidos lograremos la liberación.
Mi canto es simple y sencillo, así nadie se despista.
Recuerda este simple estribillo:
ya es hora de revertir la tendencia histórica de la acumulación capitalista. (sí muy simpre, todos los disque comunistas lo recitan una y otra vez, como mantra)

Daniel Rabinovich y Ernesto Acher:
No más tejes y manejes ni privilegios reales,
si te unes a nuestro jefe, el Comandante González. (Siempre estos movimientos se ven dirigidos por militares, en donde todos son iguales... desechables en favor de la misión, y tienen los líderes el armamento y la violencia para hacer valer sus ideas)

Carlos Núñez y Jorge Maronna:
A González le faltaría ser astuto y decidido,
y mal no le vendría más obediencia al partido. (Ya empezamos con las diferencias dentro del partido de quién debe de dirigir)

Daniel Rabinovich y Ernesto Acher: ¡González Comandante, González Comandante!
Carlos Núñez y Jorge Maronna: ¡Pérez, Pérez!
Carlos López Puccio: ¡María, te amo! (Mientras ellos se pelean por quién debe dirigir, este declara su amor)

(La siguiente estrofa la cantan todos a la vez: Daniel y Ernesto por un lado y Carlos y Jorge por otro. Al final todas las voces se unen en una sóla palabra: "unidad")

Daniel Rabinovich y Ernesto Acher: ¡Adelante, proletarios...!
Carlos Núñez y Jorge Maronna: ¡Deténganse, proletarios...!
Daniel Rabinovich y Ernesto Acher: ... con justicia y libertad...
Carlos Núñez y Jorge Maronna: ... ante el odio y la maldad...
Daniel Rabinovich y Ernesto Acher: ... desechemos las ideas...
Carlos Núñez y Jorge Maronna: ... abracemos las ideas de...
Daniel Rabinovich y Ernesto Acher: ... que destruyen la...
Todos: ... unidad. (¿A poco no es genial que los dos bandos con sus ideas opuestas al final digan la palabra que tanto pregonan que los hace del mismo bando?)

Daniel Rabinovich y Ernesto Acher: ¡Unidad!
Carlos Núñez y Jorge Maronna: ¡Unidad!
Daniel Rabinovich y Ernesto Acher: ¡Unidad!
Carlos Núñez y Jorge Maronna: ¡Unidad!
Daniel Rabinovich y Ernesto Acher: ¡González!
Carlos Núñez y Jorge Maronna: ¡Pérez!
Daniel Rabinovich y Ernesto Acher: ¡González!
Carlos Núñez y Jorge Maronna: ¡Pérez!
Carlos López Puccio: ¡María!

Jorge Maronna:
Podemos estar unidos porque hay figuras mayores,
nuestro guía indiscutido es el ideólogo Flores.
Carlos Núñez: ¡No! ¡Flores traidor!
Ernesto Acher: ¡González comandante!
Daniel Rabinovich: ¡García Presidente!
Carlos López Puccio: ¡María esposa! (Ya cada vez más divididos y cada quien apoyando a su propio líder/ideología, mientras Puccio sigue aprovechando para ir por su lado romántico)

(De nuevo cantan todos a la vez, cada uno por su lado, y terminando la estrofa al unísono con la palabra "unidos")

Jorge Maronna: Proletario, que tu lucha no sea vana. Si te unes al partido, lograremos el mañana estar...
Carlos Núñez: Para nunca ser vencido por las multinacionales, junto al sargento Perales (y otro personaje nuevo más que sale) debemos estar...
Daniel Rabinovich: En un futuro mejor, la victoria habrá venido. Entonces será mejor morir que no estar...
Ernesto Acher: Que tu lucha no sea vana. Si te unes al partido, lograremos el mañana estar...
Todos: ... unidos. (Otra vez esta genialidad, que además musicalmente se escucha muy interesante)

Carlos López Puccio: Unidos en matrimonio
Jorge Maronna : ¡Arriba Flores!
Carlos Núñez: ¡Arriba Perales!
Daniel Rabinovich: ¡Arriba García!
Ernesto Acher: ¡Arriba González!
Carlos López Puccio:
¡Arriba María!
María, te amo
Todos: ¡No habrá más amos! (Jugando con el lenguaje, amo de amar contra amo de dueño)
Carlos López Puccio: Serás siempre mía
Todos: ¡No habrá propiedad privada! (Jugando con el lenguaje, una cosa es la propiedad interpersonal de relaciones y otra la propiedad material de posesión)
Carlos López Puccio: Tú eres distinta
Todos: ¡Somos todos iguales! (Siempre se pregona que son iguales; pero la verdad es que todos somos diferentes y eso es lo que hace crecer a los pueblos, la diversidad en la unidad)
Carlos López Puccio: Te amo, a pesar de tu frivolidad
Todos: ¡María, burguesa! (Frivolidad a los problemas sociales es un síntoma de la burguesía)
Carlos López Puccio: Te amo, a pesar de tus ideas burguesas (no importa, a pesar de eso la ama)
Todos: ¡María, reaccionaria! (Otro ataque más a María. La actitud reaccionaria es contraria a la actitud de innovación, se le dice reaccionario a los que buscan quedarse como están las cosas ante un agente de cambio)
Carlos López Puccio: Te amo, a pesar de tus ideas reaccionarias (la sigue amando a pesar de todo)
Todos: ¡María, te odiamos!
Carlos López Puccio: Te amo, a pesar de que seas una acaudalada terrateniente, latifundista, y dueña de numerosas industrias en el país y en el exterior. (La risita de Puccio. Bueno, ¿es amor o interés?)
Todos: ¡María, te amamos! (Y así es cómo se vence al comunismo)

Este es el video de la obra

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Estudiando a Les Luthiers. Parte 42

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Obra
Truthful Lulu pulls thru zulus
(Blus)

(Sí, debería ser "Blues"; pero están jugando con escribir todo solo con la letra "u")

Texto de la obra aquí

Marcos Mundstock:

Entre los músicos blancos de jazz, se destaca el nombre de Víctor Timothy Curtis…

(Marcos lo pronuncia exagerando mucho la pronunciación y pavoneándose por haberlo hecho, lo que arranca la carcajada del público. Marcos complaciente lo vuelve a repetir para deleite del público)

(Otro detalle con el nombre es que extraoficialmente, pues no se especifica esto en el texto, el acrónimo es Vic Tim, o sea, "victim", "víctima" en inglés)

(Iba a volver a decir "Curtis" pero lo da por hecho haciendo un ademán con la mano al público de que ya van a saltar esa broma)… de cuyos primeros años vamos a hablar brevemente a continuación. Podríamos decir que Curtis tuvo una infancia feliz y sin sobresaltos… pero sería mentira (casi siempre las anécdotas suelen empezar con "podríamos decir"; pero, ¿en verdad se tiene que empezar así? O sea, se da por hecho que lo que cuentas es verdad; pero si le das una conjugación de probabilidad hipotética, la situación entonces pudo ser otra. Este juego con el lenguaje se aplicó de manera eficaz en este texto, al realmente indicar todo lo opuesto a lo que nos tenían acostumbrados, además de que es un chiste negro burlarse de la infancia infeliz de Vic Tim). Sus padres no tenían una buena relación, si bien sus desacuerdos no se expresaban con gritos desaforados o arrojándose platos y jarrones; en verdad preferían el silencioso rencor, el insulto en voz baja, la lucha cuerpo a cuerpo (¡ah, caray!, eso me sonó a otra cosa). Su padre, que había sido educado bajo normas tradicionales y austeras, vivía obsesionado por resguardar de influencias inmorales a su hogar, por eso pasaba largas temporadas ausente del mismo (para no ser la mala influencia en el hogar, claro). Pero siempre regresaba, arrepentido y borracho y le decía: “Hijo, recuperemos el tiempo perdido…" y comenzaba a azotarlo (otra vez, giro de lo que solemos esperar. Nos tienen acostumbrados a que cuando dicen eso, el padre trata de ser bueno; pero no, recordemos que se fue para no ser mala influencia, ¿qué esperaban?). Por su parte la madre poseía un carácter tortuoso que oscilaba entre el desenfreno moral y un atormentado misticismo. Su confesor iniciaba sus encuentros diciéndole: “Abreviemos, hija mía. ¿De qué pecados no te acusas?” (Buena idea, ¿no lo creen?). Para completar, la familia pasaba por una desastrosa situación económica, agravada por la muerte del acaudalado tío Nelson que… tardaba en producirse (este tío Nelson, que ve que la pobreza crece y no se muere para heredar, qué desconsiderado). Víctor Timothy Curtis soportó este clima de desventuras hasta que a los quince años descubrió el amor (el día en que sorprendió a su madre con el jardinero) (Tristemente no fue el amor para él, sino para su mamá. Al menos ella fue feliz, ¿no?). Fue entonces cuando decidió enrolarse en el ejército, donde por primera vez en su vida se sintió tratado con dulzura (jejeje, este remate es buenísimo).

(Ante la incredulidad del público Marcos levanta la vista, y muestra el papel que está leyendo señalando una línea, para que todos vean que no se lo ha inventado)

Escucharemos a continuación una de sus primeras composiciones, se trata de un blues, el titulado: “La veraz Lulú saca de un aprieto a los Zulúes”, llamado en inglés: “Truthfull Lulu Pulls Thru Zulus (blus).

(Obra instrumental)

(El único momento gracioso de la interpretación es ver a Daniel expresar cansancio por tocar el bass-pipe a vara, y a Jorge diciéndole con la cara, "pues ni modo")

Este es el video de la obra

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Estudiando a Les Luthiers. Parte 41

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Obra
Una canción regia
(canon escandaloso)

Texto de la obra aquí

La canción se llama regia, haciendo referencia a que es canción para un rey

(Aparece Ernesto sentado en una especie de trono. Llama a sus músicos dando palmas, y aparecen Jorge con un laúd y Puccio con un latín)

Ernesto Acher: ¡Músicos! ¡Músicos! ¡Oh! Entrad, pasad…
Jorge Maronna: Majestad…
Ernesto Acher: "Acercados".
Jorge Maronna: ¿Eh?
Ernesto Acher: "Acerca-dos" (en vez de "acercaos", incluso hace el número dos con los dedos)
Jorge Maronna: ¡Ah, porque somos dos…!
Ernesto Acher: Espero que estéis a gusto en la corte.
Jorge Maronna: ¡Oh, sí, sí!
Carlos López Puccio: Estamos "encanta-dos" (siguiendo el juego de palabras de Ernesto, también haciendo el número dos con los dedos, ya saben, porque son dos)
Ernesto Acher: ¿Y… y… y qué música habéis preparado?
Jorge Maronna: Oh, majestad, hemos compuesto una pequeña canción en homenaje a vuestra esposa, la reina.
Ernesto Acher: ¡Oh, mi bella esposa! Sí, sí, adelante.

Jorge Maronna:
Dulce reina mía
una nueva fantasía en cada nuevo verso
deseo mostrarte.
No quiero decir más
lo que tú ya sabes.

El día en que te conocí
me pareció muy grande
tu inteligencia.
Vi tu nariz diminuta.
Vi tu cabellera
cayendo sobre tu cintura,
y tus pechos maternales.

Y ahora ves la sombra
de uno que sin esperanzas te ama,
ves el llanto
del desgraciado.
Porque tú perteneces a otro,
sólo eres... de tu marido

Ernesto Acher: ¡Bravo, bravo! Muy bien, pero quisiera escucharla una vez más.
Carlos López Puccio: Le gustó
Jorge Maronna: Sí, sí
Ernesto Acher: Pero a dos voces, me gusta más a dos voces.
Jorge Maronna: Pero... tengo una sola, majestad. (Cabe aclarar que bien pudo haber intentado el canto polofónico, que es la técnica de dar dos notas al mismo tiempo)
Ernesto Acher: No, no, quiero decir que tú también cantes. (Señala a Puccio)
Carlos López Puccio: Yo no sé la letra, majestad.
Ernesto Acher: ¡Oh, caramba! Bueno, entonces cantadla en canon.
Jorge Maronna: ¿En dónde? (Cree que es un lugar; pero ahora viene la explicación de Ernesto. Bonita forma de dar clase en medio de un espectáculo)
Ernesto Acher: En canon, esa forma que primero canta uno y luego el otro hace la imitación. Tú comienza primero, y tú que no sabes la letra repites lo que él canta. ¿Qué ocurre, no sabéis lo que es un canon?
Jorge Maronna: Oh, sí, sí, sabéis… (¿Cómo que "sabéis"?, más bien "sabemos". Aquí ya se pusieron nerviosos, se ponen de acuerdo rápidamente y todo esto es augurio de que va a salir mal todo... ¡Disfrutemos entonces!)

Jorge Maronna: Dulce reina mía, una nueva fantasía en cada nuevo verso…
Carlos López Puccio: Dulce reina mía…
Jorge Maronna: Deseo mostrarte…
Carlos López Puccio: Una nueva fantasía en cada nuevo verso…
Jorge Maronna: No quiero decir más…
Carlos López Puccio: Deseo mostrarte…
Jorge Maronna: Lo que tú ya sabes… (Estas dos frases juntas suena a que le quiere mostrar otra cosa morbosa e indecente, por eso Jorge regaña a Puccio, el cual hará peor la segunda voz del canon, dando como resultado frases más torpes y graciosas)

Jorge Maronna: El día en que te conocí me pareció…
Carlos López Puccio: El día en que te conocí…
Jorge Maronna: Muy grande…
Carlos López Puccio: Me pareció…
Jorge Maronna: Tu inteligencia…
Carlos López Puccio: Muy grande...
Jorge Maronna: Vi tu nariz…
Carlos López Puccio: Tu inteligencia…
Jorge Maronna: Diminuta…
Carlos López Puccio: Vi tu nariz…
Jorge Maronna: Vi tu cabellera…
Carlos López Puccio: Diminuta…
Jorge Maronna: Cayendo sobre tu cintura…
Carlos López Puccio: Vi tu cabellera…
Jorge Maronna: Y tus pechos…
Carlos López Puccio: Cayendo sobre tu cintura (pobre reina, ya ni las nodrizas)

(Jorge se desespera por el rumbo que está tomando la letra de la canción e intenta distraer a Ernesto con movimientos exagerados. Puccio, imitando a Jorge, hace los mismos gestos) (Hasta en la pantomima le hace canon, pues, y el canon vocal se va al traste por completo con un cierre bárbaro)

Jorge Maronna: Y ahora ves la sombra de uno que sin esperanzas te ama…
Carlos López Puccio: Y ahora ves la sombra…
Jorge Maronna: Ves el llanto…
Carlos López Puccio: De uno que sin esperanzas te ama…
Jorge Maronna: Del desgraciado…
Carlos López Puccio: Ves el llanto…
Jorge Maronna: Porque tú perteneces a otro, sólo eres…
Carlos López Puccio: Del desgraciado…
Jorge Maronna: De tu marido.

Puccio y Maronna: ¡No, no, no, no!

(Ernesto sale corriendo tras ellos y los tres desaparecen de escena)

Esta forma en la que juegan con el inicio de una frase y el cierre de otra para dar un mensaje totalmente diferente y tergiversado es una verdadera genialidad, un juego del lenguaje que solo personas con gusto refinado sabrían apreciar

Este es el video de la obra

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Estudiando a Les Luthiers. Parte 40

La idea de este especial es analizar su humor y sus letras, basándome en la lista oficial de espectáculos de su página


Cuando se comparta un video, siempre será desde su cuenta oficial de youtube https://www.youtube.com/lesluthiers

No voy a ahondar en la complejidad musical, ya que no es mi fuerte, sino en basarme en los guiones de los espectáculos para analizar los chistes

Me apoyaré en una página hecha por fanáticos, la cual es https://lesluthiers.org/ y enlazaré a los artículos de dicha página cuando sea necesario

Aunque no me basaré en ella, también esta página está muy completa http://www.leslu.com.ar/ por si la quieren visitar
 
Obra
El Zar y un puñado de aristócratas rusos huyen de la persecución de los revolucionarios en un precario trineo, desafiando el viento, la nieve y el acecho de los lobos
(fuga en Sí-Beria)

Texto de la obra aquí

(Desde el título alternativo ya empezamos con ocurrencias, al usar la nota "Si" para el nombre geográfico)

Marcos Mundstock:
Cuando le propusieron a Johann Sebastian Mastropiero que compusiera la música de una opereta sobre la huida de los aristócratas rusos en la revolución de 1917, Johann Sebastian pidió consejo a su venerado maestro, el profesor Wolfgang Gangwolf (En alemán, Wolfgang significa "el que camina con lobos", lo cual es muy curioso porque en esta obra también salen lobos. Además, se hace el juego de palabras de cambiar el orden en el apellido, quedando algo así como "el lobo que camina"). Éste le dijo: Muchacho, se han compuesto hermosas partituras para operetas; aún en un género menor como la opereta, se puede notar la calidad de un compositor, te aconsejo que rechaces el ofrecimiento. Más aún, no debes aceptar si es que todavía te queda un poco de amor propio (La gracia de esto, es que parece que en un principio su maestro le sugiere que lo intente, como dicen por ahí, que no hay pequeños papeles para buenos actores, algo similar esperábamos que le dijera; pero no, su maestro le dijo que no se atreva porque puede la gente notar lo malo que es para componer). Si es así, respondió Mastropiero, puedo aceptar perfectamente (No tengo amor propio, vamos a darle. Este remate es buenísimo por el sarcasmo que usa, esa acidez en la situación de muchas vidas en las que no les importa, de todos modos lo hacen). Por otra parte, el padre de Mastropiero, que se oponía a la carrera artística de Johann Sebastian, por la misma época le envió una carta en la que le decía: Hijo mío, te pido que abandones la música. Es posible que sean mis prejuicios los que me impiden ver, pero por desgracia no me impiden oír (Bien dicen que el amor de los padres los ciega para con sus hijos; pero lo bueno es que hay otros sentidos. Por más amor que le tengamos a los hijos, los consejos y la corrección siempre deben estar presentes. Quizá como adultos ya no nos hagan caso; pero el deber del padre no debe faltar). En este punto Johann Sebastian se vio obligado a optar entre su familia y la música y eligió la música, para desgracia de ambas (No porque dejara a su familia, sino porque todos lo van a escuchar, propios y extraños). Terminó de componer la opereta y para evitar más conflictos con su familia se dispuso a firmarla con un seudónimo: Johann Severo Mastropiano. Enterado el padre, le mandó otra carta en la que le decía: Hijo mío, si usas ese seudónimo todos sabrán, no sólo que soy el padre del compositor, sino también que soy el padre de un imbécil (Bueno, en este caso creo que lo menos peor sería ser padre de un imbécil; pero tiene razón el padre de Mastropiero, ¿cómo se le ocurre? Bueno, es Mastropiero). Johann Sebastian reconoció que esta vez su padre tenía razón y se cambió el seudónimo: firmó la opereta como Klaus Müller. Esto solucionó por fin el problema con su familia, pero le acarreó demandas penales de treinta y siete familias de apellido Müller (y me parecen pocas, es un apellido muy común, y una catástrofe estar relacionado con semejante personaje). A continuación escucharemos el cuadro primero del segundo acto de la opereta de Johann Sebastian Mastropiero titulada: “El Zar y un puñado de Aristócratas Rusos Huyen de la Persecución de los Revolucionarios en un Precario Trineo, Desafiando el Viento, la Nieve y el Acecho de los Lobos”. Resumen del argumento: Adiós, mi Estepa. (La gracia es que obviamente debió de quedar al revés, el nombre como resumen y el resumen como nombre)

Marcos Mundstock:
Ay, ay, ay, Rusia Imperial
Ay, ay, ay, Rusia Imperial

Coro: ¡No! ¡Ya no hay! No hay, no hay, no hay…
Daniel Rabinovich: ¡Ay, ay, ay!

Coro: ...no hay Rusia Imperial, no... hay… (Aquí el regaño a Daniel es porque él cantaba la onomatopeya de dolor, pero se confunde con el verbo haber, y pues, no hay Rusia Imperial y él diciendo que sí hay, pues no hay)
Daniel Rabinovich: ¡Rusia! (Aclarando qué es lo que no hay)

Coro: ¡Shhhhh!
Daniel Rabinovich: ¡Imperial! (Aclarando qué tipo de Rusia no hay)
Coro: ¡¡¡Basta!!!
Daniel Rabinovich: Está bien…
Marcos Mundstock: No aceptaremos a los rojos ni su plan…
Coro: …proletario.
Marcos Mundstock: Son insolentes, y lo peor es que son tan…
Coro: …ordinarios. (Rima con proletario)
Daniel Rabinovich: Ay, qué cruel, malvado espécimen…
Coro: …soviético,
Ernesto Acher: …que ha cambiado nuestro régimen…
Coro: …dietético. (Régimen de gobierno pensábamos; pero también el dietético, ya que se suele caracterizar este tipo de gobierno con hambrunas. Además, esta palabra rima con soviético)
Marcos Mundstock: Con esos métodos, apátridas y anárquicos…
Coro: …que ostentan,
Marcos Mundstock: …si nos descubren los antimonárquicos…
Coro: … ¡nos revientan! (Rima con ostentan)

Marcos Mundstock: Adiós, mi Estepa.
Ernesto Acher: Adiós, adiós.
(Todos se despiden de la Estepa mirando hacia ella, excepto Ernesto que mira en dirección contraria hasta que Marcos le corrige señalando en la dirección correcta)
Marcos Mundstock: No, no, no, no, la Estepa.
Marcos Mundstock: Estepa, vino el comunismo.
Daniel Rabinovich: Estepa-ís ya no es lo mismo. (La gracia con la que empiezan el verso con casi la misma palabra, hasta parece una rima inicial y un excelente juego de las sílabas para formar dos palabras en una sola expresión. Me pregunto, así como la emisión de sonidos en una sola emisión de voz, emitir dos palabras diferentes unidas por la unión sonora entre ellas, ¿tendrá algún nombre?)

Ernesto Acher: Ay, que frío que hace…
Daniel Rabinovich: Cuando yo era pequeño, en esta región el frío era mucho peor. (Nunca falta el que dice que en sus épocas eran mejores o peores las cosas)
Ernesto Acher:¿Estará cambiando el clima?
Daniel Rabinovich: No, yo tenía los pantalones cortos. (Bueno, eso explica que el frío se sintiera peor)
Marcos Mundstock: ¡En dos semanas que llevamos huyendo de los bolcheviques no ha dejado de nevar, el viento helado sopla a cien millas por hora y la temperatura es de cuarenta grados bajo cero!
Jorge Maronna: ¡Sí, sí, y no sabe lo que es esto en invierno! (Parece chiste pero fue anécdota, y digo que fue, porque con el calentamiento global ya no hay fríos así)
(Mientras se oye la música Daniel hace el gesto de arrear a los animales que tiran del trineo mientras a la vez se oye el sonido del látigo realizado por Carlos López Puccio hasta que se descompasan y Daniel mira hacia atrás extrañado)
Daniel Rabinovich: ¡Soooooooooo!
(Daniel frena el tiro de repente provocando que se le vengan encima el resto de los componentes)
Daniel Rabinovich: ¡Oro, Zaíno, Alazán! ¡Micifuz! (Calmando a los caballos, y al gato que seguro alguien pensó que era imposible dejar abandonado)
(Daniel se baja del trineo y ayuda a bajar a los demás)
Daniel Rabinovich: Cuidado el trineo, duque Topolev (No me lo van a crecer; pero el juego de palabras que haría alusión a un topo en ruso, existe con una variante, es Túpolev), cuidado la nieve, marqués Pipiushin (Este apellido, que hace alusión al disparo o a la orina, no le encontré semejanza alguna con el ruso real), cuidado la hernia, conde Menkov. (El apellido sí existe, y la gente se ríe porque nadie esperaba que mencionara la hernia, ya que siempre pedía precaución con objetos ajenos a las personas. Esta forma de mover la atención de una cosa a otra es una de sus genialidades patentadas)
(Se separan todos del trineo acercándose a una luz roja sobre el escenario que representa una hoguera y se queda sólo en el trineo Marcos, que hace gestos para llamar la atención de Daniel)

Marcos Mundstock: Este… eh…
Daniel Rabinovich: ¡Huy, el Zar! Cuidado la alteza, su altura… (Obvio el error cómico aquí, al cambiar el orden de las palabras)
(Cuando se acercan a la hoguera se oye el aullido de los lobos)

Daniel Rabinovich: ¡Lobos! Estamos llegando a Lobos (Lobos es una ciudad de Buenos Aires, por eso da risa al público argentino). ¡Qué frío! Un frío terrible, hace…
Carlos López Puccio: Y con el hambre que tenemos… Hace dos semanas que sólo comemos pan duro y raíces.
Jorge Maronna: Con eso engañamos al estómago…
Ernesto Acher: Mi estómago ya está empezando a sospechar… (La gracia es que el estómago de Ernesto tiene consciencia propia)
(De repente se oye la música de la Mandocleta y se oye a Carlos Núñez cantar a lo lejos; poco a poco se va acercando y acaba entrando en escena)
Carlos Núñez Cortés: ¡Ay, que frío! Brrrrrrrr… ¡Ay, que frío! Brrrrrrr… ¡Ay que frí…!

Carlos Núñez Cortés: Permitidme una palabra, ¡oh, nobles señores!
Ernesto Acher: (Disimulemos, nadie debe saber que somos nobles). Te equivocas, somos simples campesinos.
Carlos Núñez Cortés: Sin embargo vuestros ropajes no parecen ser de simples campesinos.
Ernesto Acher: Es que tenemos un casamiento.
Carlos López Puccio: ¡Yo soy la novia!
Daniel Rabinovich: Yo soy los padrinos, él es la torta… (La gracia está en que ni con calzador les queda lo que están diciendo que son, por más pantomimas que hagan). Bueno, tienes razón pobre… pobre pobre (Ya que no se ha presentado, no sabe cómo llamarle). No somos campesinos.
Carlos Núñez Cortés: Ah, ¿no?
Daniel Rabinovich: Somos bailarines del Teatro Bolshói. (Que sí existe el teatro)
(Al oír esto se ponen todos a hacer posturas de ballet bajo la atenta mirada de Carlos Núñez, que no se cree nada)
Daniel Rabinovich: Estamos de gira.
Carlos Núñez Cortés: ¿De gira por aquí?
Daniel Rabinovich: Sí, señor.
Carlos Núñez Cortés: ¡Pero si aquí sólo hay lobos!
Daniel Rabinovich: Y viera como les gusta el ballet… (La gracia de Daniel hace que una frase tan sencilla sea tan jocosa y divertida)
Carlos Núñez Cortés: Perdón, pero ¿no han visto por casualidad al Zar Nicolás por esta zona?
Daniel Rabinovich: No, No. No vimos zares por acá, no.
Carlos Núñez Cortés: La verdad es que yo soy su correo secreto, y lo estoy buscando porque tengo que entregarle el cofre con las joyas de la corona.
Carlos López Puccio y Jorge Marona: ¡Yo soy el Zar!
Daniel Rabinovich: ¡No, no, no! ¡Yo soy el Zar! (Ahora sí, ya que van a tener joyas sí les interesa)
Carlos Núñez Cortés: ¡Así los quería agarrar! En realidad soy comisario del pueblo (Marcos se hace chiquito) y traigo orden de detener al Zar y entregarlo para que lo fusilen.
(Al oír esto todos levantan la mano lentamente señalando a Marcos Mundstock, que se había quedado aparte)
Carlos Núñez Cortés: Disculpe, su alteza. Era una estratagema para dar con usted.
(Al oírlo Marcos se da la vuelta y se burla de sus súbditos)
Carlos Núñez Cortés: ¡En efecto, soy su correo secreto!
(Carlos comienza a tocar la Mandocleta)
Carlos Núñez Cortés:
Soy el correo secreto del Zar
Voy desafiando la nieve y los rigores
Llevo las noticias a duras penas
Algunas noticias son malas
Y otras son peores. (Es gracioso; pero tristemente real)

Marcos Mundstock: Mijaíl, ¿qué noticias traes?
Carlos Núñez Cortés: Me temo que no muy buenas, su majestad:
Carlos Núñez Cortés:
El ministro de guerra, mariscal Plotkin (el apellido sí existe pero no encontré relación de alguien llamado así durante la revolución), sigue escondido en el sauna del casino de oficiales…
Marcos Mundstock: ¿Y qué manda decir?
Carlos Núñez Cortés: ¡Que adelgazó una barbaridad! (Gracioso; pero obvio)

Carlos Núñez Cortés:
Los sirvientes abandonan masivamente los palacios, y dejan unos carteles que dicen…
Marcos Mundstock: ¿Qué dicen?
Carlos Núñez Cortés: “Atendido por su propietario”. (La frase es gracioso pero tiene una historia algo compleja que trataré de resumir. Las empresas pueden ser atendidas por sus dueños, o por gerentes, la indicación de esto es más bien comercial ya que algunas personas prefieren empresas que atienden los dueños directo a sus clientes. Basado en eso, un palacio que ya no tiene sirvientes, pues es un lugar que es atendido por su propietario. Ya no hay empleados, el dueño se hace cargo)

Carlos Núñez Cortés:
Su favorita de usted, la duquesa Irina, desde que usted partió está desesperada y ansiosa…
Marcos Mundstock: ¿Quién te lo dijo?
Carlos Núñez Cortés: ¡El mariscal Plotkin, dos capitanes y seis tenientes! (Muy ansiosa y desesperada la mujer, y ya sabemos sobre qué asunto)

Carlos Núñez Cortés: Este es el parte del frente sur.
Marcos Mundstock: Y tú le entregarás este mensaje al mariscal Plotkin.
Carlos Núñez Cortés: ¡Soy el correo secreto del Zar!

Daniel Rabinovich: ¡Papenko, papenko, niet corrovsky!
Jorge Maronna: ¿Qué?
Daniel Rabinovich: ¡Papíto, no corras! (Buen juego de palabras)
(Todos se sientan alrededor de la hoguera mientras Marcos en pie lee el mensaje que le ha traído el correo)
Marcos Mundstock: Szonia nieskaya schyudne… u… uuu… uaua…sch…chch…tch… ¡Ah, no!
(En ese momento se da cuenta de que no estaba leyendo en ruso, sino que tenía el papel al revés. Le da la vuelta y comienza a leer)
Marcos Mundstock: “Situación de las tropas desastrosa en todos los frentes…” ¡Maldición!, estos bolcheviques…
Ernesto Acher: Ah, sí, estos bolcheviques y esas ideas estrambóticas que se traen.
Daniel Rabinovich: Dicen que la tierra debe ser para el que la trabaja.
Ernesto Acher: Yo les daría toda la tierra que quieran pero, ¿en qué se la van a llevar? (Pues sí, ¿costales?, ¿carruajes?, ¿con la mano? Si lo que quieren es tierra, pues... tierra tendrán)
Daniel Rabinovich: ¡Ah, no! Que las macetas se las traigan ellos. (Claro, me faltó pensar en las macetas)
(Suena de fondo un piano)

Coro:
Ya la ley lo dice, muy en claro queda
Marcos Mundstock:La tierra debe ser...
Coro: para el que la hereda (feudalismo, pues)
Los palacios que nos arrebatan
Eran tan grandes, tan imponentes
Que no nos alcanzaban los sirvientes
Y hoy si nos alcanzan nos matan (cómo cambian las cosas)
Marcos Mundstock: ¿Hay algo más triste, más desdichado, que ser perseguido?
Coro: ¡Sí, ser alcanzado! (Por supuesto)

Marcos Mundstock: Eh, bien, aquí pasaremos la noche. Barón Nikita (Nombre que sí existe y en esa época era muy popular por un personaje del ámbito político, Nikita Jrushchov), hágase cargo de las guardias.
Daniel Rabinovich: Su alteza, no sé como decírselo. Yo estoy sólo, y hay varios turnos para cubrir…
Marcos Mundstock: Concedido, todos para usted. (Esto es gracioso pero triste de que en realidad así se la aplican a los subordinados en las empresas)
Daniel Rabinovich: ¡Pladorovnie, samasvaniet, nia poñimae y su abuela! (La gracia de usar palabras pseudorrusas para rematar en español, es deliciosa)
(De nuevo se oye la música de la Mandocleta y Carlos Núñez aparece cantando)
Carlos Núñez Cortés: ¡Correos! ¡Correos! ¡¡¡Correos, que no llevo frenos!!! (O sea que no llevaba varias cartas, sino avisaba que deben correr o ser atropellados)

(Por fin consigue parar y Marcos se acerca a él)

Marcos Mundstock: Mijail, ¿entregaste el mensaje?
Carlos Núñez Cortés: Sí, se lo entregué al mariscal Plotkin, el mariscal Plotkin se lo entregó a su favorita de usted, la duquesa Irina, y la duquesa Irina se entregó… a la guardia de Palacio… (Fogosa mujer)
Marcos Mundstock: ¡Desdichada!
Carlos Núñez Cortés: ¡Se la veía contenta! (El zar insultándola; pero la realidad parece ser otra al tener a tantos a su disposición) Y hay más: Sus tropas han sido derrotadas, ya todo ha terminado…

(Marcos se desespera, su berrinche con bufidos da risa al público porque es como un berrinche de niño chiquito, y Daniel lo intenta consolar)
Daniel Rabinovich: ¡Papenko, niet calentovich! (Papito, no te calientes)
Carlos López Puccio: Entonces, ¿ya no seremos más nobles?
Marcos Mundstock: No.
Daniel Rabinovich: ¿Ya no seré más Barón?
Carlos López Puccio: Sí…
Marcos Mundstock: Eso depende de ti, hijo mío. (Confundiendo el título de Barón con la palabra Varón) ¡Adiós, mis nobles!
Daniel Rabinovich: ¿A dónde va?
Marcos Mundstock: A la estepa más próxima.
Carlos López Puccio: ¿Y los lobos?
Marcos Mundstock: Ese será mi fin. Yo saciaré el hambre de los lobos.
Carlos Núñez Cortés: ¿Lleva galletitas? (La gracia está en que Carlos Núñez no entendió que el zar va a ser la comida de los lobos)
Jorge Maronna: ¡No, no, majestad! ¡No vaya al “lobocausto”! (En referencia al holocausto)
Carlos López Puccio: ¡Le van a hacer la “lobotomía”! (Juego de palabras muy bien manejado)
(Marcos teatralmente abandona la escena, me parece escuchar a Jorge decir "¡Oh, fue y se dejó")
Daniel Rabinovich: Y ahora, ¿qué haremos? ¿Morir heroicamente, como nuestro amado Zar o adherirnos a esa sucia revolución?
Todos: ¡Adherirnos a esa sucia revolución! (La decisión de muchos en casos así, por más que parezca chiste, es anécdota de varias personas)

Coro:
Unámonos a la masa
Y apoyemos la revolución
Mejor ser proletarios en casa
Que aristócratas en prisión. (Seguimos con la parodia de lo que es una triste realidad)

(Marcos entra en escena de nuevo)
Marcos Mundstock: ¡Aaaaaaaaaahhhhhhhhhhhh! (Qué buena voz) ¡Esto era lo único que me faltaba!
Daniel Rabinovich: ¿Qué le pasó?
Marcos Mundstock: ¡Los lobos!
Daniel Rabinovich: ¿Lo atacaron?
Marcos Mundstock: No, ¡¡¡me orinaron!!! (El chiste va por partida doble, por un lado los lobos no lo quisieron, así de malo resultó para sus apetitos y gustos; pero también porque es muy común escuchar la frase "Solo falta que me orine un perro", pero como aquí no hay perros, sino lobos, pues el remate es así)
Todos:
Seremos comunistas desde esta fecha
¡Vivan los izquierdistas de derechas! (Suena raro; pero muchos están en el lado político en el que no creen solo por conveniencia, así que hay muchos de izquierda que son de derecha, y muchos de derecha que creen en las ideas de izquierda; pero por miedo a represalias o por seguir teniendo beneficios, fingen estar con los ideas en los que no creen)

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