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Realmente nada se sabe de la autora, quien dice ser Grace Stuart Nutley. El libro fue publicado en 1960 en su idioma original (inglés) y la edición de la cual hice las anotaciones es de Editorial Bruguera con ISBN: 84-02-02832-2. Lo que puedo decir es que esta editorial realizó un pésimo trabajo, ya que encontré muchas fallas de dedo y de estilo. Cosas que en una editorial (dizque) profesional no debe suceder, sobre todo por lo que cobran para publicar y lo que se llevan de regalías
Debido a que no tengo información de la autora para agregar su biografía y su entorno, pasemos directamente a su obra
“Para vosotros, personalmente, la conversación puede anular la diferencia entre el éxito y el fracaso en la vida”
Actualizaré los comentarios de la autora. Independientemente de la época y las tecnologías para comunicarnos, de nada sirve todo el avance si no se tiene la capacidad de conversar. Es, por lo tanto, algo que siempre estará en actualidad, y sólo aquellos que ejerciten su mente con experiencias, lecturas, vocabulario, etc., podrán desarrollar temas de conversación y no quedar aislados
Recalca la autora que hablar parlanchinamente no es conversar. Conversar es el intercambio de palabras entre todos los participantes
“(...) No habláis por el mero placer de la conversación, sino para comunicar ideas, conocimientos y opiniones”
“(...) La conversación es, entre meras relaciones casuales, el medio más importante para llegar a ver verdaderos amigos”
Para conseguir empleo, hacer negocios, tener contactos profesionales, conservar clientes, etc., siempre será necesario saber conversar. En este punto podemos decir que conversar es vender, incluso para hacer amigos o conseguir pareja, en la conversación nos ofertamos a nosotros mismos
De lo anterior quiero aclarar algo. Si siendo tú mismo no te aceptan en la conversación, mejor ni le insistas, ellos no tienen interés en ti y sólo te aceptarán si dejas de ser tú. Sólo con prueba y error encontrarás a las personas adecuadas que te acepten como eres
“La conversación no es un arte pasivo con límites establecidos y rígidas reglas” (Se da de acuerdo a las circunstancias y personalidades del momento)
“No podemos sostener una conversación si no tenemos algo qué decir. (…) <<¿Cómo puedo sostener una conversación interesante, cuando nada de interés me ha ocurrido nunca? No he estado en ningún sitio ni he hecho nada...>> Evidentemente, esto es una exageración ridícula. Estáis siempre en algún sitio y hacéis siempre algo, durante cada minuto de las venticuatro horas del día”
Para poder sacar conversación de nosotros mismos, la autora sugiere autocuestionarse lo siguiente: ¿Por qué experiencias he pasado? ¿Qué he estudiado y leído? ¿Qué habéis imaginado y soñado? ¿Qué siento y creo?
“Conocerse a sí mismo es un buen medio de reforzar nuestra fe en nosotros como conversadores. Pero no basta. Un buen conversador se interesa por sus semejantes. (…) No existen dos personas iguales. (…) No h ay dos mentalidades idénticas”
“Cuando conozcáis a alguien por primera vez evitad formar un juicio demasiado rápido y preciso. Es una tontería vanagloriarse de los juicios instantáneos”
Aunque cada quien tiene su tema que domina, para conversar hay que estar, aunque sea ligeramente, empapados de todo un poco, para no quedar excluidos y a su vez, para aumentar nuestro acervo cultural
“La conversación general suele girar en torno a un cierto número de tópicos en un corto espacio de tiempo. Las mejores conversaciones son las improvisadas que siguen su propio camino a su propio paso” (No hay que forzar el cambio de tema, debe ser natural. Si la conversación decae, introducir un tema nuevo para reavivarla)
Si se va a tratar un tema que puede alterar ánimos, o herir susceptibilidades, la autora aconseja: “(...) lanzar uno o dos globos de ensayos para sondear si estos temas pueden o no ser tratados amistosamente”. En caso de no ser así, cambiar de tema y no volver a él
La conversación: “(...) No es una terapéutica, sino un entretenimiento. Hay veces en que vosotros, o vuestros amigos, necesitaréis el oído atento de un confidente comprensivo, pero estas confidencias no pertenecen al campo de la conversación social. Debéis evitar convertir un coloquio general en una charla confidencial”
“El chisme debe ser evitado también” (Y a toda costa)
“Si tenéis que contar una historia graciosa sobre alguien es una buena práctica empezar por desarmar a los oyentes contando una sobre vosotros mismos”
“(...) La gente aprecia al que sabe reírse de sí mismo, pero teme a los que se ríen de los demás”
“Al conversar, evitad la afectación. Todos responden ante una persona sincera”
Realmente nada se sabe de la autora, quien dice ser Grace Stuart Nutley. El libro fue publicado en 1960 en su idioma original (inglés) y la edición de la cual hice las anotaciones es de Editorial Bruguera con ISBN: 84-02-02832-2. Lo que puedo decir es que esta editorial realizó un pésimo trabajo, ya que encontré muchas fallas de dedo y de estilo. Cosas que en una editorial (dizque) profesional no debe suceder, sobre todo por lo que cobran para publicar y lo que se llevan de regalías
Debido a que no tengo información de la autora para agregar su biografía y su entorno, pasemos directamente a su obra
1 IMPORTANCIA DE LA CONVERSACIÓN
“(...) para comunicarse en un sentido más hondo (…) la conversación no tiene sustituto (…) es el lazo que une a la raza humana”“Para vosotros, personalmente, la conversación puede anular la diferencia entre el éxito y el fracaso en la vida”
Actualizaré los comentarios de la autora. Independientemente de la época y las tecnologías para comunicarnos, de nada sirve todo el avance si no se tiene la capacidad de conversar. Es, por lo tanto, algo que siempre estará en actualidad, y sólo aquellos que ejerciten su mente con experiencias, lecturas, vocabulario, etc., podrán desarrollar temas de conversación y no quedar aislados
Recalca la autora que hablar parlanchinamente no es conversar. Conversar es el intercambio de palabras entre todos los participantes
2 LA CONVERSACIÓN Y VUESTRA CARRERA
“(...) La conversación es, entre meras relaciones casuales, el medio más importante para llegar a ver verdaderos amigos”
Para conseguir empleo, hacer negocios, tener contactos profesionales, conservar clientes, etc., siempre será necesario saber conversar. En este punto podemos decir que conversar es vender, incluso para hacer amigos o conseguir pareja, en la conversación nos ofertamos a nosotros mismos
De lo anterior quiero aclarar algo. Si siendo tú mismo no te aceptan en la conversación, mejor ni le insistas, ellos no tienen interés en ti y sólo te aceptarán si dejas de ser tú. Sólo con prueba y error encontrarás a las personas adecuadas que te acepten como eres
“La conversación no es un arte pasivo con límites establecidos y rígidas reglas” (Se da de acuerdo a las circunstancias y personalidades del momento)
3 LO NECESARIO: UN TEMA
Para poder sacar conversación de nosotros mismos, la autora sugiere autocuestionarse lo siguiente: ¿Por qué experiencias he pasado? ¿Qué he estudiado y leído? ¿Qué habéis imaginado y soñado? ¿Qué siento y creo?
“Conocerse a sí mismo es un buen medio de reforzar nuestra fe en nosotros como conversadores. Pero no basta. Un buen conversador se interesa por sus semejantes. (…) No existen dos personas iguales. (…) No h ay dos mentalidades idénticas”
“Cuando conozcáis a alguien por primera vez evitad formar un juicio demasiado rápido y preciso. Es una tontería vanagloriarse de los juicios instantáneos”
Aunque cada quien tiene su tema que domina, para conversar hay que estar, aunque sea ligeramente, empapados de todo un poco, para no quedar excluidos y a su vez, para aumentar nuestro acervo cultural
“La conversación general suele girar en torno a un cierto número de tópicos en un corto espacio de tiempo. Las mejores conversaciones son las improvisadas que siguen su propio camino a su propio paso” (No hay que forzar el cambio de tema, debe ser natural. Si la conversación decae, introducir un tema nuevo para reavivarla)
Si se va a tratar un tema que puede alterar ánimos, o herir susceptibilidades, la autora aconseja: “(...) lanzar uno o dos globos de ensayos para sondear si estos temas pueden o no ser tratados amistosamente”. En caso de no ser así, cambiar de tema y no volver a él
La conversación: “(...) No es una terapéutica, sino un entretenimiento. Hay veces en que vosotros, o vuestros amigos, necesitaréis el oído atento de un confidente comprensivo, pero estas confidencias no pertenecen al campo de la conversación social. Debéis evitar convertir un coloquio general en una charla confidencial”
“El chisme debe ser evitado también” (Y a toda costa)
“Si tenéis que contar una historia graciosa sobre alguien es una buena práctica empezar por desarmar a los oyentes contando una sobre vosotros mismos”
“(...) La gente aprecia al que sabe reírse de sí mismo, pero teme a los que se ríen de los demás”
“Al conversar, evitad la afectación. Todos responden ante una persona sincera”
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