Literatura y filosofía

Justine. Marqués de Sade (6 de 7)

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SEGUNDA PARTE

"(...) nada me inquieta tan poco como la suerte de una mujer; ¡hay tantas en el mundo, y es tan agradable cambiarlas!"

"(...) me vuelvo, como veis, señora, ramera por beneficencia y libertina por virtud" (Una mujer satisface a Gernande para que no mate a su esposa, a eso se refiere)

"¿Con qué derecho, por favor, pretendes, Thérèse, que un marido esté obligado a procurar la felicidad de su  mujer? ¿Y qué títulos se atreve a alegar esa mujer para exigirlo de su marido? La necesidad de hacerse  recíprocamente felices sólo puede existir legalmente entre dos seres igualmente dotados de la facultad de  hacerse daño, y por consiguiente entre dos seres de idéntica fuerza (...) ¿No sería un engaño sentir piedad del pollo que degüellan para mi cena?" (Piedad no; pero agradecimiento y muerte sin dolor sí puedes ofrecer. Bueno, eso es del pollo, una vez más todo esto está rebatido ya que la mujer no es inferior al marido, por lo que ambos deben crecer a la par)

"(...) Una criatura enclenque, siempre inferior al hombre, infinitamente menos hermosa que él, menos ingeniosa,  menos buena, constituida de una manera asquerosa, enteramente opuesta a lo que puede gustar al hombre, a lo que  debe deleitarle..., un ser malsano las tres cuartas partes de su vida, incapaz de satisfacer a su esposo todo  el tiempo en que la naturaleza le obliga al embarazo, de un humor agrio, desabrido, imperioso; tirana, si se le conceden unos derechos, baja y rastrera si se la cautiva; pero siempre falsa, siempre malvada, siempre  peligrosa; una criatura tan perversa en fin, que fue muy seriamente discutido durante varias sesiones del  concilio de Mâcon, si este individuo extravagante, tan diferente del hombre como del hombre lo es el simio de la selva, podía pretender al título de criatura humana, y se debía razonablemente concedérselo" (Esto me suena que lo dijo Platón... o al menos es el legado que ha dejado su filosofía machista y que yo tanto he repudiado y denunciado)

"(...) a mis años es posible dar unos cuantos pasos más en el camino del mal, pero ni uno solo en el del
bien"

"(...) tú, desdichada criatura, sufre, sufre sin quejarte, ya que está dicho que las tribulaciones y las penas  deben ser el espantoso patrimonio de la virtud; no importa, jamás me cansaré de ella"

"(...) Pero como la necesidad del mal es el primer móvil de nuestros caprichos, cuanto más criminal es lo que  nos empuja, más excitados nos sentimos"

"(...) Nada estimula tanto la virtud como los temores del vicio" (Se es virtuoso por miedo y no porque la virtud sea buena en sí. Por eso, casi todos los virtuosos no pueden defender su forma de vida)

"(...) ¡Infeliz el ser depravado que pueda sospechar unos placeres en un seno consumido por la necesidad; que quiera recoger besos de una boca reseca por el hambre, y que sólo se abre para maldecirlo!" (Justina se queja de aquellos que aprovechan las carencias de otros para explotarlos)

"(...) la fatal estrella que me condujo, aunque inocente, al cadalso, no me valdrá más que la muerte; otras  opciones me hubiesen valido la infamia y la primera es mucho menos cruel que las restantes"

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