Literatura y filosofía

Kamasutra, por Mallanaga Vatsyayana (10/22)

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IX. EL AMOR CON LA BOCA

“(...) El llamado tercer sexo se puede presentar de dos formas: con aspecto femenino o masculino. 

El que tiene rasgos de mujer debe imitar, de ésta, la limpieza del cuerpo, la voz, la gracia, el carácter, la ternura, los temores, la ingenuidad, la incapacidad de aguantar demasiado y el pudor. Cuanto, en general, se hace en la vagina se realiza aquí en la boca, y se llama "amor con la boca". Por esto quien pertenezca al tercer sexo intente conseguir el placer que viene de la conciencia y los medios de subsistencia: busque vivir como una prostituta. De esta manera se comporta quien tiene rasgos de mujer.

El que tiene aspecto masculino, por el contrario, mantenga escondido su deseo y, si quiere conseguir un amante, escoja la profesión de masajista. Durante el masaje apriete, casi en un
abrazo, los muslos del otro con su cuerpo, y, una vez haya nacido una cierta familiaridad, vaya rnás lejos, tocando la ingle y el pubis. Llegado a este punto, cuando se dé cuenta de que el pene del hombre está excitado, lo mantenga moviéndolo con la mano, y se ría, como reprochándole su lascivia. Si aquél, a pesar de haber mostrado los signos del deseo y dándose cuenta de la desviación del otro, no le invita, debe tomar él mismo la iniciativa; si, por el contrario, se lo pide, se oponga y consienta tras la insistencia del otro.

De esto también se valen mujeres libertinas, sin escrúpulos, sirvientas y masajistas, algo que se debe evitar, ya que contradice las doctrinas y resulta despreciable; pues, si más tarde un hombre se pone en contacto con la boca de éstas, puede sentir repugnancia; es lo que explican los maestros. Para el amante de una prostituta no es pecado, pero hay que evitarlo, aunque sólo sea por otros motivos; es la opinión de Vatsyayana.”

Me llamó la atención esta parte:
“(...) en Surasena practican esto sin ningún reparo; efectivamente dicen: «¿Quién puede realmente confiar en el carácter, en la pureza, en los principios, en el comportamiento, en la sinceridad o en las palabras de las mujeres?» Ellas, por naturaleza, tienen una mente corrupta.”

Y esta otra también:
“(...) un libro, se entiende, habla de forma general, los usos, sin embargo, se refieren sólo a lo particular.”

“(...) En la ciencia médica se conocen muy bien
el sabor, la fuerza, los efectos digestivos
hasta de la carne de perro; ¿quizás por esto 
los sabios tienen que comerla?

(...)
Y, dado que se trata de algo secreto
y la mente es voluble,
¿qué persona puede saber
quién, cuándo, qué hace y por qué?”

X. INICIO Y FINAL DE LA UNIÓN

“(...) En compañía de los amigos y de la servidumbre, en un lugar de placer rebosante de incienso perfumado, o sea en la habitación bien acomodada, rodeado de flores, el hombre elegante debe dirigirse a la mujer con palabras agradables, después invitarle a beber; ésta, fresca tras el baño y enjoyada, beba con naturalidad. Entonces el hombre se sienta a su derecha; se retiene ante su peinado, ante la orla de su vestido, ante el nudo de su falda; pensando en las delicias del amor, la aprieta con el brazo izquierdo, pero no con mucha fuerza. La corteja con palabras jocosas y apasionadas, referidas a hechos acaedidos, y en seguida habla de temas secretos y picantes. Se exhibe en el canto y en la música instrumental, acompañándose, si lo cree oportuno, con la danza, conversa sobre las artes y de nuevo la seduce con un brindis. Cuando la mujer se encuentre ya colmada de deseo, él despida a los demás, regalándoles flores, ungüentos y hojas de betel. Una vez solos, la seduzca con abrazos y cosas parecidas, como hemos descrito; luego se preste a desatarle el nudo de la falda y a todo lo demás, como hemos expuesto. Es el inicio de la unión.

Ahora veamos el final del amor. Satisfecha la pasión, los amantes van uno tras otro al cuarto de baño, avergonzándose, como si no se conociesen, sin mirarse. Al volver, todavía con timidez, se sientan en un lugar adecuado, y toman betel; el hombre aplique por el cuerpo de la enamorada purísimo sándalo a otro ungüento. Luego la abrace con el brazo izquierdo y, sosteniendo la copa, la invite a beber con palabras tiernas. O los dos beban a sorbos agua y prueben dulces u otra cosa adecuada a su temperamento y a sus costumbres: caldo claro de carne, sopita ácida, bebidas con picantes de carne asada, frutos de mango, cecina y refrescos de limón azucarados, según el lugar y las costumbres. Él le ofrecezca distintos manjares, probándolos antes para saber si están sabrosos, tiernos y frescos. Si se encuentran en la terraza que hay encima de la casa, se pueden sentar y gozar del claro de luna. El hombre entretendrá a su compañera con bonitos relatos; mientras ella se apoya en sus rodillas y contempla la luna, él la ilustre sobre las líneas de las constelaciones, y le muestre Arundhati, la estrella polar y la corona de los Siete Profetas(10). Es el final de la unión.”

10. La "corona de los Siete Profetas" es la Osa Mayor, cuyas siete estrellas principales se comparan con los grandes sabios de is mitología; en la misma constelación, Arundhati, o sea la pequeña Alcor, viene considerada como la esposa de uno de estos personajes o de todos ellos. La estrella polar es símbolo de la fidelidad. La contemplación de los astros por los nuevos esposos, acomparñada de la recitación de fórmulas de buenos augurios, forma parte del rito matrimonial expuesto en los Grhyasutra, manuales sobre el rito doméstico. 

“Sobre el particular se dice:
Incluso al terminar, un amor
adornado con atenciones,
relatos y actos de delicadeza
suscita un placer inmenso.
Con gestos dulces, según el impulso de cada uno,
que despiertan el amor de uno en el otro,
ya dando la espalda con rabia,
ya lanzándose miradas enamoradas,
con juegos de danza, canciones
y declamaciones, admirando
-con ojos trémulos, húmedos de ardorel
disco de la luna;
tras el primer encuentro, los deseos
que surgieron de inmediato, e, incluso luego,
el dolor en la lejanía;
contándose todas estas cosas,
y, al terminar las impresiones, con abrazos
estremecidos, mezclados con besos;
un joven acrecienta la pasión,
si se enreda en estas emociones y otras así”

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