Parte 11>> Aquí
Parte 13>> Aquí
II. COMO INSPIRAR CONFIANZA A LAS DONCELLAS
Básicamente es cómo consumar el matrimonio ante una virgen tímida. Pero de todo esto que es más cursilería y protocolo sin sentido, destaco estas líneas: “(...) El hombre, cuando se acerca a la esposa, tiene que proceder sin forzar nada. Pues las mujeres tienen la misma naturaleza que las flores, y hay que dirigirse a ellas con suma delicadeza. Si, por el contrario, hombres que aún no se han ganado su confianza se acercan a ellas de forma violenta, éstas odiarán la unión de amor. Por esto conviene tratarlas con dulzura.”
“(...) Por muy tímida que sea, o por muy enfadada que esté, una mujer no aguanta ante un hombre que se pone de rodillas a sus pies; y esto vale para todas”
III. CÓMO DIRIGIRSE A UNA JOVENCITA
“(...) Sin embargo, un hombre que no tiene medios económicos, aunque esté dotado de buenas cualidades, no puede pedir en matrimonio a una doncella, pues para él sería inalcanzable; ni un hombre con escasos recursos y sin ocasiones; ni un vecino, aunque sea rico; ni quien dependa de los padres y de los hermanos, y ni siquiera quien, siendo huésped habitual, acostumbra a comportase como un niño. Este hombre, desde niño, tiene que buscar enamorar personalmente a una doncella. (...) Si, actuando de esta forma con una jovencita, se cumple la Ley Sagrada [a través del matrimonio], conseguirla para sí es digno de alabanza, explica Ghotakamukha.”
Ya entendido el contexto de este capítulo podremos entender por qué pide jugar con ella, darle dulces y juguetes, a fin de cuentas es ganarse la confianza, la familiaridad para finalmente ganarse su amor y su cuerpo
“(...) Cuando ya empiece a estar enamorada, si le encantan los cuentos, la entretenga con historias sugestivas y que conmuevan el corazón. Si le gustan las cosas extraordinarias, le sorprenda con juegos de magia; si le interesan las artes, muéstrese experto en las mismas; si le gusta el canto, con canciones que fascinen sus oídos. En las solemnidades de Asvayuji, Astamicandraka y Kaumudi(2), en las fiestas, durante una procesión, un eclipse, o cuando se encuentra en el camino de casa, le sorprenda llevándole coronitas de formas variadas y adornos de todo tipo para las orejas, sobre todo con perlas; y piense que, regalándole vestidos, anillo y collares, no le molesta.”
2. La fiesta de Asvayuji cae en el plenilunio del mes hindú de Asvina (septiembre-octubre); en la fiesta de Astamicandraka (llamada también Astamicandrika o Astamicandra), que cae en el último cuarto de luna de Margasirsa (noviembre-diciembre), se ayuna durante todo el día, y se come cuando sale la luna. Sobre Kaumudi (Todo esto relacionado con la explicación de la quincena y mes hindú)
“(...) Vista con elegancia y se muestre impecable; por sus reacciones y por sus actitudes sabrá si ella se siente atraída por él. A las jóvenes, efectivamente, les gusta mucho un hombre al que conocen bien y al que ven continuamente; pues, aunque estén enamoradas, no lo cortejan; es la opinión más común. De esta forma uno se debe dirigir a una jovencita”
ACTITUDES Y EXPRESIONES
Se refiere a aquellas que son claves para detectar que una persona está enamorada. Aunque muchas son regionalismos y cosas propias de la cultura y le época, destaco estas que me parecen universales:
“(...) No pone los ojos en el hombre, pero, si él la mira, se siente cohibida. Con un pretexto destapa su bonito cuerpo. Lanza miradas al amado cuando está distraído, escondido o pasa delante. Si le pregunta, contesta con una sonrisa, despacio, con la cabeza gacha, palabras confusas y sin sentido. Se siente feliz, quedándose mucho tiempo a su lado.”
IV. CORTEJO POR PARTE DE UN HOMBRE SIN INTERMEDIARIOS
Lo que más destaca es la búsqueda de contacto físico, al principio muy sutil y conforme ella lo va aceptando, que vaya aumentando la frecuencia y la intensidad según ella lo permita
“(...) un hombre que ha conseguido resultados en el amor, si se muestra tibio, no tiene éxito con las doncellas; es lo que enseña Ghotakamukha. Sin embargo, cuando ya está fascinada, pase a la acción. Por la tarde, de noche y en la oscuridad las mujeres se muestran menos miedosas, están decididas a hacer el amor y llenas de pasión, y no rechazan al enamorado; por este motivo hay que amarla en esos momentos, como opina la mayoría. (...) cuando se conoce el amor de una mujer, si uno se acerca a ella en el momento y lugar debidos, no se retrae; es lo que enseña Vatsyayana.”
LA CONQUISTA DEL HOMBRE ELEGIDO
“(...) En ningún caso una joven debe cortejar a un hombre, ni siquiera cuando lo está deseando; si toma la iniciativa, gasta su fortuna en amor; es lo que dicen los maestros. Sin embargo, acoja con satisfacción que él la corteje. Si la abraza, no se ponga nerviosa; acepte una expresión tierna, como si no lo entendiera. Se deje robar un beso a la fuerza. Si él le pide el amor, oponga resistencia a las caricias en lugares secretos. Por mucho que la suplique, no debe descubrirse personalmente demasiado -de momento, nada parece aún decidido. Pero, cuando se dé cuenta de que el hombre la ama y no la abandonará, pídale de prisa al cortejador que la libre de su virginidad; y, después de haberla perdido, se lo cuente a personas de su confianza. Es la conquista del hombre elegido.”
Básicamente es cómo consumar el matrimonio ante una virgen tímida. Pero de todo esto que es más cursilería y protocolo sin sentido, destaco estas líneas: “(...) El hombre, cuando se acerca a la esposa, tiene que proceder sin forzar nada. Pues las mujeres tienen la misma naturaleza que las flores, y hay que dirigirse a ellas con suma delicadeza. Si, por el contrario, hombres que aún no se han ganado su confianza se acercan a ellas de forma violenta, éstas odiarán la unión de amor. Por esto conviene tratarlas con dulzura.”
“(...) Por muy tímida que sea, o por muy enfadada que esté, una mujer no aguanta ante un hombre que se pone de rodillas a sus pies; y esto vale para todas”
III. CÓMO DIRIGIRSE A UNA JOVENCITA
“(...) Sin embargo, un hombre que no tiene medios económicos, aunque esté dotado de buenas cualidades, no puede pedir en matrimonio a una doncella, pues para él sería inalcanzable; ni un hombre con escasos recursos y sin ocasiones; ni un vecino, aunque sea rico; ni quien dependa de los padres y de los hermanos, y ni siquiera quien, siendo huésped habitual, acostumbra a comportase como un niño. Este hombre, desde niño, tiene que buscar enamorar personalmente a una doncella. (...) Si, actuando de esta forma con una jovencita, se cumple la Ley Sagrada [a través del matrimonio], conseguirla para sí es digno de alabanza, explica Ghotakamukha.”
Ya entendido el contexto de este capítulo podremos entender por qué pide jugar con ella, darle dulces y juguetes, a fin de cuentas es ganarse la confianza, la familiaridad para finalmente ganarse su amor y su cuerpo
“(...) Cuando ya empiece a estar enamorada, si le encantan los cuentos, la entretenga con historias sugestivas y que conmuevan el corazón. Si le gustan las cosas extraordinarias, le sorprenda con juegos de magia; si le interesan las artes, muéstrese experto en las mismas; si le gusta el canto, con canciones que fascinen sus oídos. En las solemnidades de Asvayuji, Astamicandraka y Kaumudi(2), en las fiestas, durante una procesión, un eclipse, o cuando se encuentra en el camino de casa, le sorprenda llevándole coronitas de formas variadas y adornos de todo tipo para las orejas, sobre todo con perlas; y piense que, regalándole vestidos, anillo y collares, no le molesta.”
2. La fiesta de Asvayuji cae en el plenilunio del mes hindú de Asvina (septiembre-octubre); en la fiesta de Astamicandraka (llamada también Astamicandrika o Astamicandra), que cae en el último cuarto de luna de Margasirsa (noviembre-diciembre), se ayuna durante todo el día, y se come cuando sale la luna. Sobre Kaumudi (Todo esto relacionado con la explicación de la quincena y mes hindú)
“(...) Vista con elegancia y se muestre impecable; por sus reacciones y por sus actitudes sabrá si ella se siente atraída por él. A las jóvenes, efectivamente, les gusta mucho un hombre al que conocen bien y al que ven continuamente; pues, aunque estén enamoradas, no lo cortejan; es la opinión más común. De esta forma uno se debe dirigir a una jovencita”
ACTITUDES Y EXPRESIONES
Se refiere a aquellas que son claves para detectar que una persona está enamorada. Aunque muchas son regionalismos y cosas propias de la cultura y le época, destaco estas que me parecen universales:
“(...) No pone los ojos en el hombre, pero, si él la mira, se siente cohibida. Con un pretexto destapa su bonito cuerpo. Lanza miradas al amado cuando está distraído, escondido o pasa delante. Si le pregunta, contesta con una sonrisa, despacio, con la cabeza gacha, palabras confusas y sin sentido. Se siente feliz, quedándose mucho tiempo a su lado.”
IV. CORTEJO POR PARTE DE UN HOMBRE SIN INTERMEDIARIOS
Lo que más destaca es la búsqueda de contacto físico, al principio muy sutil y conforme ella lo va aceptando, que vaya aumentando la frecuencia y la intensidad según ella lo permita
“(...) un hombre que ha conseguido resultados en el amor, si se muestra tibio, no tiene éxito con las doncellas; es lo que enseña Ghotakamukha. Sin embargo, cuando ya está fascinada, pase a la acción. Por la tarde, de noche y en la oscuridad las mujeres se muestran menos miedosas, están decididas a hacer el amor y llenas de pasión, y no rechazan al enamorado; por este motivo hay que amarla en esos momentos, como opina la mayoría. (...) cuando se conoce el amor de una mujer, si uno se acerca a ella en el momento y lugar debidos, no se retrae; es lo que enseña Vatsyayana.”
LA CONQUISTA DEL HOMBRE ELEGIDO
“(...) En ningún caso una joven debe cortejar a un hombre, ni siquiera cuando lo está deseando; si toma la iniciativa, gasta su fortuna en amor; es lo que dicen los maestros. Sin embargo, acoja con satisfacción que él la corteje. Si la abraza, no se ponga nerviosa; acepte una expresión tierna, como si no lo entendiera. Se deje robar un beso a la fuerza. Si él le pide el amor, oponga resistencia a las caricias en lugares secretos. Por mucho que la suplique, no debe descubrirse personalmente demasiado -de momento, nada parece aún decidido. Pero, cuando se dé cuenta de que el hombre la ama y no la abandonará, pídale de prisa al cortejador que la libre de su virginidad; y, después de haberla perdido, se lo cuente a personas de su confianza. Es la conquista del hombre elegido.”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario