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3-> La promoción
"La promoción es la hermana gemela de la distribución. No se entiende la una sin la otra.
Tiene tres patas: lo que puede hacer el autor (por ejemplo si es un presentador de televisión famoso), lo que puede hacer la editorial (no es lo mismo la capacidad de promoción de Planeta que la de Pre-textos), lo que puede hacer el propio libro (por su tema, por ejemplo un libro polémico). Sobre la segunda (lo que puede hacer la editorial) que es la que no depende de ti, te decimos lo mismo que al principio: si autoeditas (lo que quieres, cuando quieres, como quieres) no puedes contar con promociones editoriales convencionales"
Los miles de emails>> «Enviamos reseñas de tu libro a miles de librerías, medios de comunicación, bibliotecas…» Esto es casi mejor pedirles que no lo hagan
resulta fácil imaginar que tanto las librerías como los medios de comunicación reciben innumerables emails todos los días con novedades de todo tipo y probablemente (seguro) ni siquiera miren con detenimiento esos emails, sino que se fijen en cosas que les llegan por otros cauces: contactos personales, temas con mucho impacto objetivo, escaparates de otras librerías, reseñas en medios de comunicación
Otra variante de esto son las listas de correo. Una lista de correo puede ser valiosa pero no precisamente por la cantidad de suscriptores, sino más bien por la calidad. Nos explicamos: a la hora de promocionar un libro, una lista de correo de 2.000 autores que han contratado alguna vez los servicios de una editorial de autoedición vale menos que una de 50 lectores habituales de libros. Y si además esos lectores están identificados por sus géneros favoritos entonces quizá tengas alguna posibilidad de venderles un libro… En la autoedición profesional normalmente se aconseja al autor ir fabricando su propia lista de correo de personas que están interesadas en su trabajo
Las redes sociales>> «Tenemos miles de seguidores en nuestras redes sociales que te ayudarán a vender tu libro»
El perfil de sus seguidores, si es que existen (luego verás a qué nos referimos), es principalmente el de autores interesados en la autoedición, y está por ver que lean y compren libros
Facebook y Twitter han demostrado ser malísimas vendedoras de libros
Y lo más importante: ¿sus seguidores son reales o los han comprado y son bots controlados por una misma persona o empresa que los vende al mejor postor? Sólo tienes que poner en Google “comprar seguidores facebook” y entenderás lo que te estamos diciendo
Los audiolibros>> Esto puede sonar muy bonito pero en realidad sirve para bien poco. Primero porque escuchar y leer son cosas bien distintas, que tienen públicos distintos
El Booktrailer>> Por un lado, una factura muy simple que hace que resulte totalmente inofensivo: sólo te va a servir para enseñárselo a tus amigos y familiares pero nunca para que un extraño se interese en tu libro. El otro problema, el principal, es que el booktrailer necesita su propia promoción (...) ¿Y si todo ese tiempo que vas a emplear promocionando el booktrailer, que a su vez sirve para promocionar el libro, lo emplearas en promocionar el libro directamente?
El material para la prensa>> Aquí volvemos a lo de antes: cómo vas a conseguir que la entrevista tenga difusión (...) lo primero es captar la atención, crear la marca, que la gente sepa de la existencia de tu libro. Las entrevistas vendrán después, si acaso, y las harán gratis los propios periodistas de los medios de comunicación interesados. Que te hagan una entrevista en el plató de una editorial de autoedición puede ser muy reconfortante para tu ego, pero absolutamente inofensivo en términos de promoción
El agente literario>> lo verdaderamente difícil de una presentación no es organizarla, sino conseguir que acuda gente
Muchos escritores organizan actividades alrededor de su libro que les ayudan a atraer gente: cuentacuentos en el caso de los libros para niños, visitas guiadas en el caso de las novelas históricas, conferencias en el caso de libros de autoayuda, talleres en los libros prácticos (de cocina, por ejemplo)"
4-> La promesa de publicar ‘de verdad’
"Llamar la atención de las grandes editoriales sobre tu obra es una buena razón para autoeditar (...) Cuando les demuestras que vendes, les interesas, y ahí no vas a tener ni que llamarles, ellos están pendientes de los tops de ventas
Quizá publiquemos tu libro en un sello editorial>> «Si autoeditas con nosotros en nuestro sello de autoedición quizá publiquemos tu libro en alguno de nuestros sellos principales.» Es decir, si autoeditas pagando sus tarifas, un lector/editor de sus sellos comerciales famosos y conocidos por todos se leerá tu libro y valorará si merece ser publicado
Vamos que lo que antes era gratis (enviar un borrador a una editorial para que valorara su publicación) ahora se cobra, y no barato precisamente
Lo cierto es que para ese viaje no necesitabas esas alforjas… Si tú, por ejemplo, hubieses sacado tu libro, por tus medios, gastando mucho menos dinero y, a base de promocionarlo, hubieses tenido la suerte, el acierto, de conectar con lectores y conseguir ventas y relevancia, esas mismas editoriales comerciales habrían sido igual de receptivas a publicarlo (ese o el siguiente que hagas) en sus sellos; porque la decisión no depende de que autoedites con ellos, sino más bien de que les demuestres que puedes vender (...) Y a eso no te va a ayudar nadie, al menos al principio, que es cuando más lo necesitas
La coedición>> «Publicamos tu libro pero si no se venden más de ‘equis’ ejemplares en la presentación, los tienes que comprar tú.» Consiste en lo siguiente: una editorial parece interesada en tu obra y te ofrece publicarla. Ellos asumen todo el proceso, como si de una editorial convencional se tratase: corrección, maqueta, cubierta, ISBN, distribución (que suele ser mala), promoción, etc. Y lo más delicado: aportan el capital necesario
El problema viene cuando en el contrato ves que si en la presentación no se vende un número equis de ejemplares (suelen ser bastantes) el autor está obligado a comprarlos por sus medios. Para rematar la jugada el precio del libro suele ser alto (lo ponen ellos), por encima de lo que es habitual en libros similares
Es decir, que si el libro sale bien y se vende, ellos se llevan la parte del león y a ti te dan el 10%, pero si el libro sale mal y no se vende, terminas pagando tú los costes de todo, incluidos los honorarios de tus editores
El falso concurso>> «No has ganado el concurso pero nos ha encantado tu libro y queremos publicarlo.» Ves un concurso con buena pinta, de novela o de poesía, y te presentas. Pasado el tiempo te llega una carta en la que te dicen que no has ganado (ay) pero que les ha gustado mucho tu libro y lo quieren publicar (¡bien!). El problema viene cuando ves las condiciones, que suelen terminar con el autor poniendo dinero de alguna forma
Esto tiene muchas variantes. Hay algunas en las que te piden dinero por participar bajo premisas peregrinas (como que hay que hacer fotocopias), otras en las que sólo participas si contratas sus servicios de autoedición
El truco aquí es fácil: si te dicen que quieren editar un libro tuyo, pero tú tienes que pagar algo, sea de la forma que sea, huye lo más rápido que puedas
La proyección internacional>> «Ofrecemos los derechos de tu libro en el extranjero.» Aquí, como en todo, basta con aplicar un poco de sentido común. Las editoriales extranjeras que compran derechos de libros españoles lo hacen porque entienden que puede ser un negocio editar en su mercado y en su idioma un libro que ha tenido cierta venta en su país de origen
Si ese es tu caso, si tu libro ha demostrado su capacidad de vender ejemplares, tendrás las puertas abiertas para contactar con otras editoriales que quieran negociar tus derechos. En muchos casos serán ellas incluso las que te busquen a ti antes de que muevas un dedo. También existen traductores freelance que detectan ediciones independientes con venta en Amazon y proponen a los autores traducirlas y venderlas en su mercado a cambio de un porcentaje
Y sobre todo, cuando te ofrezcan algo así revisa el contrato y busca asesoramiento profesional, no vaya a ser que estés cediendo derechos y porcentajes de los que luego te arrepientas amargamente"
3-> La promoción
"La promoción es la hermana gemela de la distribución. No se entiende la una sin la otra.
Tiene tres patas: lo que puede hacer el autor (por ejemplo si es un presentador de televisión famoso), lo que puede hacer la editorial (no es lo mismo la capacidad de promoción de Planeta que la de Pre-textos), lo que puede hacer el propio libro (por su tema, por ejemplo un libro polémico). Sobre la segunda (lo que puede hacer la editorial) que es la que no depende de ti, te decimos lo mismo que al principio: si autoeditas (lo que quieres, cuando quieres, como quieres) no puedes contar con promociones editoriales convencionales"
Los miles de emails>> «Enviamos reseñas de tu libro a miles de librerías, medios de comunicación, bibliotecas…» Esto es casi mejor pedirles que no lo hagan
resulta fácil imaginar que tanto las librerías como los medios de comunicación reciben innumerables emails todos los días con novedades de todo tipo y probablemente (seguro) ni siquiera miren con detenimiento esos emails, sino que se fijen en cosas que les llegan por otros cauces: contactos personales, temas con mucho impacto objetivo, escaparates de otras librerías, reseñas en medios de comunicación
Otra variante de esto son las listas de correo. Una lista de correo puede ser valiosa pero no precisamente por la cantidad de suscriptores, sino más bien por la calidad. Nos explicamos: a la hora de promocionar un libro, una lista de correo de 2.000 autores que han contratado alguna vez los servicios de una editorial de autoedición vale menos que una de 50 lectores habituales de libros. Y si además esos lectores están identificados por sus géneros favoritos entonces quizá tengas alguna posibilidad de venderles un libro… En la autoedición profesional normalmente se aconseja al autor ir fabricando su propia lista de correo de personas que están interesadas en su trabajo
Las redes sociales>> «Tenemos miles de seguidores en nuestras redes sociales que te ayudarán a vender tu libro»
El perfil de sus seguidores, si es que existen (luego verás a qué nos referimos), es principalmente el de autores interesados en la autoedición, y está por ver que lean y compren libros
Facebook y Twitter han demostrado ser malísimas vendedoras de libros
Y lo más importante: ¿sus seguidores son reales o los han comprado y son bots controlados por una misma persona o empresa que los vende al mejor postor? Sólo tienes que poner en Google “comprar seguidores facebook” y entenderás lo que te estamos diciendo
Los audiolibros>> Esto puede sonar muy bonito pero en realidad sirve para bien poco. Primero porque escuchar y leer son cosas bien distintas, que tienen públicos distintos
El Booktrailer>> Por un lado, una factura muy simple que hace que resulte totalmente inofensivo: sólo te va a servir para enseñárselo a tus amigos y familiares pero nunca para que un extraño se interese en tu libro. El otro problema, el principal, es que el booktrailer necesita su propia promoción (...) ¿Y si todo ese tiempo que vas a emplear promocionando el booktrailer, que a su vez sirve para promocionar el libro, lo emplearas en promocionar el libro directamente?
El material para la prensa>> Aquí volvemos a lo de antes: cómo vas a conseguir que la entrevista tenga difusión (...) lo primero es captar la atención, crear la marca, que la gente sepa de la existencia de tu libro. Las entrevistas vendrán después, si acaso, y las harán gratis los propios periodistas de los medios de comunicación interesados. Que te hagan una entrevista en el plató de una editorial de autoedición puede ser muy reconfortante para tu ego, pero absolutamente inofensivo en términos de promoción
El agente literario>> lo verdaderamente difícil de una presentación no es organizarla, sino conseguir que acuda gente
Muchos escritores organizan actividades alrededor de su libro que les ayudan a atraer gente: cuentacuentos en el caso de los libros para niños, visitas guiadas en el caso de las novelas históricas, conferencias en el caso de libros de autoayuda, talleres en los libros prácticos (de cocina, por ejemplo)"
4-> La promesa de publicar ‘de verdad’
"Llamar la atención de las grandes editoriales sobre tu obra es una buena razón para autoeditar (...) Cuando les demuestras que vendes, les interesas, y ahí no vas a tener ni que llamarles, ellos están pendientes de los tops de ventas
Quizá publiquemos tu libro en un sello editorial>> «Si autoeditas con nosotros en nuestro sello de autoedición quizá publiquemos tu libro en alguno de nuestros sellos principales.» Es decir, si autoeditas pagando sus tarifas, un lector/editor de sus sellos comerciales famosos y conocidos por todos se leerá tu libro y valorará si merece ser publicado
Vamos que lo que antes era gratis (enviar un borrador a una editorial para que valorara su publicación) ahora se cobra, y no barato precisamente
Lo cierto es que para ese viaje no necesitabas esas alforjas… Si tú, por ejemplo, hubieses sacado tu libro, por tus medios, gastando mucho menos dinero y, a base de promocionarlo, hubieses tenido la suerte, el acierto, de conectar con lectores y conseguir ventas y relevancia, esas mismas editoriales comerciales habrían sido igual de receptivas a publicarlo (ese o el siguiente que hagas) en sus sellos; porque la decisión no depende de que autoedites con ellos, sino más bien de que les demuestres que puedes vender (...) Y a eso no te va a ayudar nadie, al menos al principio, que es cuando más lo necesitas
La coedición>> «Publicamos tu libro pero si no se venden más de ‘equis’ ejemplares en la presentación, los tienes que comprar tú.» Consiste en lo siguiente: una editorial parece interesada en tu obra y te ofrece publicarla. Ellos asumen todo el proceso, como si de una editorial convencional se tratase: corrección, maqueta, cubierta, ISBN, distribución (que suele ser mala), promoción, etc. Y lo más delicado: aportan el capital necesario
El problema viene cuando en el contrato ves que si en la presentación no se vende un número equis de ejemplares (suelen ser bastantes) el autor está obligado a comprarlos por sus medios. Para rematar la jugada el precio del libro suele ser alto (lo ponen ellos), por encima de lo que es habitual en libros similares
Es decir, que si el libro sale bien y se vende, ellos se llevan la parte del león y a ti te dan el 10%, pero si el libro sale mal y no se vende, terminas pagando tú los costes de todo, incluidos los honorarios de tus editores
El falso concurso>> «No has ganado el concurso pero nos ha encantado tu libro y queremos publicarlo.» Ves un concurso con buena pinta, de novela o de poesía, y te presentas. Pasado el tiempo te llega una carta en la que te dicen que no has ganado (ay) pero que les ha gustado mucho tu libro y lo quieren publicar (¡bien!). El problema viene cuando ves las condiciones, que suelen terminar con el autor poniendo dinero de alguna forma
Esto tiene muchas variantes. Hay algunas en las que te piden dinero por participar bajo premisas peregrinas (como que hay que hacer fotocopias), otras en las que sólo participas si contratas sus servicios de autoedición
El truco aquí es fácil: si te dicen que quieren editar un libro tuyo, pero tú tienes que pagar algo, sea de la forma que sea, huye lo más rápido que puedas
La proyección internacional>> «Ofrecemos los derechos de tu libro en el extranjero.» Aquí, como en todo, basta con aplicar un poco de sentido común. Las editoriales extranjeras que compran derechos de libros españoles lo hacen porque entienden que puede ser un negocio editar en su mercado y en su idioma un libro que ha tenido cierta venta en su país de origen
Si ese es tu caso, si tu libro ha demostrado su capacidad de vender ejemplares, tendrás las puertas abiertas para contactar con otras editoriales que quieran negociar tus derechos. En muchos casos serán ellas incluso las que te busquen a ti antes de que muevas un dedo. También existen traductores freelance que detectan ediciones independientes con venta en Amazon y proponen a los autores traducirlas y venderlas en su mercado a cambio de un porcentaje
Y sobre todo, cuando te ofrezcan algo así revisa el contrato y busca asesoramiento profesional, no vaya a ser que estés cediendo derechos y porcentajes de los que luego te arrepientas amargamente"
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