La canción se llama regia, haciendo referencia a que es canción para un rey
(Aparece Ernesto sentado en una especie de trono. Llama a sus músicos dando palmas, y aparecen Jorge con un laúd y Puccio con un latín)
Ernesto Acher: ¡Músicos! ¡Músicos! ¡Oh! Entrad, pasad… Jorge Maronna: Majestad… Ernesto Acher: "Acercados". Jorge Maronna: ¿Eh? Ernesto Acher: "Acerca-dos" (en vez de "acercaos", incluso hace el número dos con los dedos) Jorge Maronna: ¡Ah, porque somos dos…! Ernesto Acher: Espero que estéis a gusto en la corte. Jorge Maronna: ¡Oh, sí, sí! Carlos López Puccio: Estamos "encanta-dos" (siguiendo el juego de palabras de Ernesto, también haciendo el número dos con los dedos, ya saben, porque son dos) Ernesto Acher: ¿Y… y… y qué música habéis preparado? Jorge Maronna: Oh, majestad, hemos compuesto una pequeña canción en homenaje a vuestra esposa, la reina. Ernesto Acher: ¡Oh, mi bella esposa! Sí, sí, adelante.
Jorge Maronna: Dulce reina mía una nueva fantasía en cada nuevo verso deseo mostrarte. No quiero decir más lo que tú ya sabes.
El día en que te conocí me pareció muy grande tu inteligencia. Vi tu nariz diminuta. Vi tu cabellera cayendo sobre tu cintura, y tus pechos maternales.
Y ahora ves la sombra de uno que sin esperanzas te ama, ves el llanto del desgraciado. Porque tú perteneces a otro, sólo eres... de tu marido
Ernesto Acher: ¡Bravo, bravo! Muy bien, pero quisiera escucharla una vez más. Carlos López Puccio: Le gustó Jorge Maronna: Sí, sí Ernesto Acher: Pero a dos voces, me gusta más a dos voces. Jorge Maronna: Pero... tengo una sola, majestad. (Cabe aclarar que bien pudo haber intentado el canto polofónico, que es la técnica de dar dos notas al mismo tiempo) Ernesto Acher: No, no, quiero decir que tú también cantes. (Señala a Puccio) Carlos López Puccio: Yo no sé la letra, majestad. Ernesto Acher: ¡Oh, caramba! Bueno, entonces cantadla en canon. Jorge Maronna: ¿En dónde? (Cree que es un lugar; pero ahora viene la explicación de Ernesto. Bonita forma de dar clase en medio de un espectáculo) Ernesto Acher: En canon, esa forma que primero canta uno y luego el otro hace la imitación. Tú comienza primero, y tú que no sabes la letra repites lo que él canta. ¿Qué ocurre, no sabéis lo que es un canon? Jorge Maronna: Oh, sí, sí, sabéis… (¿Cómo que "sabéis"?, más bien "sabemos". Aquí ya se pusieron nerviosos, se ponen de acuerdo rápidamente y todo esto es augurio de que va a salir mal todo... ¡Disfrutemos entonces!)
Jorge Maronna: Dulce reina mía, una nueva fantasía en cada nuevo verso… Carlos López Puccio: Dulce reina mía… Jorge Maronna: Deseo mostrarte… Carlos López Puccio: Una nueva fantasía en cada nuevo verso… Jorge Maronna: No quiero decir más… Carlos López Puccio: Deseo mostrarte… Jorge Maronna: Lo que tú ya sabes… (Estas dos frases juntas suena a que le quiere mostrar otra cosa morbosa e indecente, por eso Jorge regaña a Puccio, el cual hará peor la segunda voz del canon, dando como resultado frases más torpes y graciosas)
Jorge Maronna: El día en que te conocí me pareció… Carlos López Puccio: El día en que te conocí… Jorge Maronna: Muy grande… Carlos López Puccio: Me pareció… Jorge Maronna: Tu inteligencia… Carlos López Puccio: Muy grande... Jorge Maronna: Vi tu nariz… Carlos López Puccio: Tu inteligencia… Jorge Maronna: Diminuta… Carlos López Puccio: Vi tu nariz… Jorge Maronna: Vi tu cabellera… Carlos López Puccio: Diminuta… Jorge Maronna: Cayendo sobre tu cintura… Carlos López Puccio: Vi tu cabellera… Jorge Maronna: Y tus pechos… Carlos López Puccio: Cayendo sobre tu cintura (pobre reina, ya ni las nodrizas)
(Jorge se desespera por el rumbo que está tomando la letra de la canción e intenta distraer a Ernesto con movimientos exagerados. Puccio, imitando a Jorge, hace los mismos gestos) (Hasta en la pantomima le hace canon, pues, y el canon vocal se va al traste por completo con un cierre bárbaro)
Jorge Maronna: Y ahora ves la sombra de uno que sin esperanzas te ama… Carlos López Puccio: Y ahora ves la sombra… Jorge Maronna: Ves el llanto… Carlos López Puccio: De uno que sin esperanzas te ama… Jorge Maronna: Del desgraciado… Carlos López Puccio: Ves el llanto… Jorge Maronna: Porque tú perteneces a otro, sólo eres… Carlos López Puccio: Del desgraciado… Jorge Maronna: De tu marido.
Puccio y Maronna: ¡No, no, no, no!
(Ernesto sale corriendo tras ellos y los tres desaparecen de escena)
Esta forma en la que juegan con el inicio de una frase y el cierre de otra para dar un mensaje totalmente diferente y tergiversado es una verdadera genialidad, un juego del lenguaje que solo personas con gusto refinado sabrían apreciar
No
voy a ahondar en la complejidad musical, ya que no es mi fuerte, sino
en basarme en los guiones de los espectáculos para analizar los chistes
Me apoyaré en una página hecha por fanáticos, la cual es https://lesluthiers.org/ y enlazaré a los artículos de dicha página cuando sea necesario
Aunque no me basaré en ella, también esta página está muy completa http://www.leslu.com.ar/ por si la quieren visitar
Obra
El Zar y un puñado de aristócratas rusos huyen de la persecución de los revolucionarios en un precario trineo, desafiando el viento, la nieve y el acecho de los lobos
(Desde el título alternativo ya empezamos con ocurrencias, al usar la nota "Si" para el nombre geográfico)
Marcos Mundstock: Cuando le propusieron a Johann Sebastian Mastropiero que compusiera la música de una opereta sobre la huida de los aristócratas rusos en la revolución de 1917, Johann Sebastian pidió consejo a su venerado maestro, el profesor Wolfgang Gangwolf (En alemán, Wolfgang significa "el que camina con lobos", lo cual es muy curioso porque en esta obra también salen lobos. Además, se hace el juego de palabras de cambiar el orden en el apellido, quedando algo así como "el lobo que camina"). Éste le dijo: Muchacho, se han compuesto hermosas partituras para operetas; aún en un género menor como la opereta, se puede notar la calidad de un compositor, te aconsejo que rechaces el ofrecimiento. Más aún, no debes aceptar si es que todavía te queda un poco de amor propio (La gracia de esto, es que parece que en un principio su maestro le sugiere que lo intente, como dicen por ahí, que no hay pequeños papeles para buenos actores, algo similar esperábamos que le dijera; pero no, su maestro le dijo que no se atreva porque puede la gente notar lo malo que es para componer). Si es así, respondió Mastropiero, puedo aceptar perfectamente (No tengo amor propio, vamos a darle. Este remate es buenísimo por el sarcasmo que usa, esa acidez en la situación de muchas vidas en las que no les importa, de todos modos lo hacen). Por otra parte, el padre de Mastropiero, que se oponía a la carrera artística de Johann Sebastian, por la misma época le envió una carta en la que le decía: Hijo mío, te pido que abandones la música. Es posible que sean mis prejuicios los que me impiden ver, pero por desgracia no me impiden oír (Bien dicen que el amor de los padres los ciega para con sus hijos; pero lo bueno es que hay otros sentidos. Por más amor que le tengamos a los hijos, los consejos y la corrección siempre deben estar presentes. Quizá como adultos ya no nos hagan caso; pero el deber del padre no debe faltar). En este punto Johann Sebastian se vio obligado a optar entre su familia y la música y eligió la música, para desgracia de ambas (No porque dejara a su familia, sino porque todos lo van a escuchar, propios y extraños). Terminó de componer la opereta y para evitar más conflictos con su familia se dispuso a firmarla con un seudónimo: Johann Severo Mastropiano. Enterado el padre, le mandó otra carta en la que le decía: Hijo mío, si usas ese seudónimo todos sabrán, no sólo que soy el padre del compositor, sino también que soy el padre de un imbécil (Bueno, en este caso creo que lo menos peor sería ser padre de un imbécil; pero tiene razón el padre de Mastropiero, ¿cómo se le ocurre? Bueno, es Mastropiero). Johann Sebastian reconoció que esta vez su padre tenía razón y se cambió el seudónimo: firmó la opereta como Klaus Müller. Esto solucionó por fin el problema con su familia, pero le acarreó demandas penales de treinta y siete familias de apellido Müller (y me parecen pocas, es un apellido muy común, y una catástrofe estar relacionado con semejante personaje). A continuación escucharemos el cuadro primero del segundo acto de la opereta de Johann Sebastian Mastropiero titulada: “El Zar y un puñado de Aristócratas Rusos Huyen de la Persecución de los Revolucionarios en un Precario Trineo, Desafiando el Viento, la Nieve y el Acecho de los Lobos”. Resumen del argumento: Adiós, mi Estepa. (La gracia es que obviamente debió de quedar al revés, el nombre como resumen y el resumen como nombre)
Marcos Mundstock: Ay, ay, ay, Rusia Imperial Ay, ay, ay, Rusia Imperial
Coro: ¡No! ¡Ya no hay! No hay, no hay, no hay… Daniel Rabinovich: ¡Ay, ay, ay!
Coro: ...no hay Rusia Imperial, no... hay… (Aquí el regaño a Daniel es porque él cantaba la onomatopeya de dolor, pero se confunde con el verbo haber, y pues, no hay Rusia Imperial y él diciendo que sí hay, pues no hay) Daniel Rabinovich: ¡Rusia! (Aclarando qué es lo que no hay)
Coro: ¡Shhhhh! Daniel Rabinovich: ¡Imperial! (Aclarando qué tipo de Rusia no hay) Coro: ¡¡¡Basta!!! Daniel Rabinovich: Está bien… Marcos Mundstock: No aceptaremos a los rojos ni su plan… Coro: …proletario. Marcos Mundstock: Son insolentes, y lo peor es que son tan… Coro: …ordinarios. (Rima con proletario) Daniel Rabinovich: Ay, qué cruel, malvado espécimen… Coro: …soviético, Ernesto Acher: …que ha cambiado nuestro régimen… Coro: …dietético. (Régimen de gobierno pensábamos; pero también el dietético, ya que se suele caracterizar este tipo de gobierno con hambrunas. Además, esta palabra rima con soviético) Marcos Mundstock: Con esos métodos, apátridas y anárquicos… Coro: …que ostentan, Marcos Mundstock: …si nos descubren los antimonárquicos… Coro: … ¡nos revientan! (Rima con ostentan)
Marcos Mundstock: Adiós, mi Estepa. Ernesto Acher: Adiós, adiós. (Todos se despiden de la Estepa mirando hacia ella, excepto Ernesto que mira en dirección contraria hasta que Marcos le corrige señalando en la dirección correcta) Marcos Mundstock: No, no, no, no, la Estepa. Marcos Mundstock: Estepa, vino el comunismo. Daniel Rabinovich: Estepa-ís ya no es lo mismo. (La gracia con la que empiezan el verso con casi la misma palabra, hasta parece una rima inicial y un excelente juego de las sílabas para formar dos palabras en una sola expresión. Me pregunto, así como la emisión de sonidos en una sola emisión de voz, emitir dos palabras diferentes unidas por la unión sonora entre ellas, ¿tendrá algún nombre?)
Ernesto Acher: Ay, que frío que hace… Daniel Rabinovich: Cuando yo era pequeño, en esta región el frío era mucho peor. (Nunca falta el que dice que en sus épocas eran mejores o peores las cosas) Ernesto Acher:¿Estará cambiando el clima? Daniel Rabinovich: No, yo tenía los pantalones cortos. (Bueno, eso explica que el frío se sintiera peor) Marcos Mundstock: ¡En dos semanas que llevamos huyendo de los bolcheviques no ha dejado de nevar, el viento helado sopla a cien millas por hora y la temperatura es de cuarenta grados bajo cero! Jorge Maronna: ¡Sí, sí, y no sabe lo que es esto en invierno! (Parece chiste pero fue anécdota, y digo que fue, porque con el calentamiento global ya no hay fríos así) (Mientras se oye la música Daniel hace el gesto de arrear a los animales que tiran del trineo mientras a la vez se oye el sonido del látigo realizado por Carlos López Puccio hasta que se descompasan y Daniel mira hacia atrás extrañado) Daniel Rabinovich: ¡Soooooooooo! (Daniel frena el tiro de repente provocando que se le vengan encima el resto de los componentes) Daniel Rabinovich: ¡Oro, Zaíno, Alazán! ¡Micifuz! (Calmando a los caballos, y al gato que seguro alguien pensó que era imposible dejar abandonado) (Daniel se baja del trineo y ayuda a bajar a los demás) Daniel Rabinovich: Cuidado el trineo, duque Topolev (No me lo van a crecer; pero el juego de palabras que haría alusión a un topo en ruso, existe con una variante, es Túpolev), cuidado la nieve, marqués Pipiushin (Este apellido, que hace alusión al disparo o a la orina, no le encontré semejanza alguna con el ruso real), cuidado la hernia, conde Menkov. (El apellido sí existe, y la gente se ríe porque nadie esperaba que mencionara la hernia, ya que siempre pedía precaución con objetos ajenos a las personas. Esta forma de mover la atención de una cosa a otra es una de sus genialidades patentadas) (Se separan todos del trineo acercándose a una luz roja sobre el escenario que representa una hoguera y se queda sólo en el trineo Marcos, que hace gestos para llamar la atención de Daniel)
Marcos Mundstock: Este… eh… Daniel Rabinovich: ¡Huy, el Zar! Cuidado la alteza, su altura… (Obvio el error cómico aquí, al cambiar el orden de las palabras) (Cuando se acercan a la hoguera se oye el aullido de los lobos)
Daniel Rabinovich: ¡Lobos! Estamos llegando a Lobos (Lobos es una ciudad de Buenos Aires, por eso da risa al público argentino). ¡Qué frío! Un frío terrible, hace… Carlos López Puccio: Y con el hambre que tenemos… Hace dos semanas que sólo comemos pan duro y raíces. Jorge Maronna: Con eso engañamos al estómago… Ernesto Acher: Mi estómago ya está empezando a sospechar… (La gracia es que el estómago de Ernesto tiene consciencia propia) (De repente se oye la música de la Mandocleta y se oye a Carlos Núñez cantar a lo lejos; poco a poco se va acercando y acaba entrando en escena) Carlos Núñez Cortés: ¡Ay, que frío! Brrrrrrrr… ¡Ay, que frío! Brrrrrrr… ¡Ay que frí…!
Carlos Núñez Cortés: Permitidme una palabra, ¡oh, nobles señores! Ernesto Acher: (Disimulemos, nadie debe saber que somos nobles). Te equivocas, somos simples campesinos. Carlos Núñez Cortés: Sin embargo vuestros ropajes no parecen ser de simples campesinos. Ernesto Acher: Es que tenemos un casamiento. Carlos López Puccio: ¡Yo soy la novia! Daniel Rabinovich: Yo soy los padrinos, él es la torta… (La gracia está en que ni con calzador les queda lo que están diciendo que son, por más pantomimas que hagan). Bueno, tienes razón pobre… pobre pobre (Ya que no se ha presentado, no sabe cómo llamarle). No somos campesinos. Carlos Núñez Cortés: Ah, ¿no? Daniel Rabinovich: Somos bailarines del Teatro Bolshói. (Que sí existe el teatro) (Al oír esto se ponen todos a hacer posturas de ballet bajo la atenta mirada de Carlos Núñez, que no se cree nada) Daniel Rabinovich: Estamos de gira. Carlos Núñez Cortés: ¿De gira por aquí? Daniel Rabinovich: Sí, señor. Carlos Núñez Cortés: ¡Pero si aquí sólo hay lobos! Daniel Rabinovich: Y viera como les gusta el ballet… (La gracia de Daniel hace que una frase tan sencilla sea tan jocosa y divertida) Carlos Núñez Cortés: Perdón, pero ¿no han visto por casualidad al Zar Nicolás por esta zona? Daniel Rabinovich: No, No. No vimos zares por acá, no. Carlos Núñez Cortés: La verdad es que yo soy su correo secreto, y lo estoy buscando porque tengo que entregarle el cofre con las joyas de la corona. Carlos López Puccio y Jorge Marona: ¡Yo soy el Zar! Daniel Rabinovich: ¡No, no, no! ¡Yo soy el Zar! (Ahora sí, ya que van a tener joyas sí les interesa) Carlos Núñez Cortés: ¡Así los quería agarrar! En realidad soy comisario del pueblo (Marcos se hace chiquito) y traigo orden de detener al Zar y entregarlo para que lo fusilen. (Al oír esto todos levantan la mano lentamente señalando a Marcos Mundstock, que se había quedado aparte) Carlos Núñez Cortés: Disculpe, su alteza. Era una estratagema para dar con usted. (Al oírlo Marcos se da la vuelta y se burla de sus súbditos) Carlos Núñez Cortés: ¡En efecto, soy su correo secreto! (Carlos comienza a tocar la Mandocleta) Carlos Núñez Cortés: Soy el correo secreto del Zar Voy desafiando la nieve y los rigores Llevo las noticias a duras penas Algunas noticias son malas Y otras son peores. (Es gracioso; pero tristemente real)
Marcos Mundstock: Mijaíl, ¿qué noticias traes? Carlos Núñez Cortés: Me temo que no muy buenas, su majestad: Carlos Núñez Cortés: El ministro de guerra, mariscal Plotkin (el apellido sí existe pero no encontré relación de alguien llamado así durante la revolución), sigue escondido en el sauna del casino de oficiales… Marcos Mundstock: ¿Y qué manda decir? Carlos Núñez Cortés: ¡Que adelgazó una barbaridad! (Gracioso; pero obvio)
Carlos Núñez Cortés: Los sirvientes abandonan masivamente los palacios, y dejan unos carteles que dicen… Marcos Mundstock: ¿Qué dicen? Carlos Núñez Cortés: “Atendido por su propietario”. (La frase es gracioso pero tiene una historia algo compleja que trataré de resumir. Las empresas pueden ser atendidas por sus dueños, o por gerentes, la indicación de esto es más bien comercial ya que algunas personas prefieren empresas que atienden los dueños directo a sus clientes. Basado en eso, un palacio que ya no tiene sirvientes, pues es un lugar que es atendido por su propietario. Ya no hay empleados, el dueño se hace cargo)
Carlos Núñez Cortés: Su favorita de usted, la duquesa Irina, desde que usted partió está desesperada y ansiosa… Marcos Mundstock: ¿Quién te lo dijo? Carlos Núñez Cortés: ¡El mariscal Plotkin, dos capitanes y seis tenientes! (Muy ansiosa y desesperada la mujer, y ya sabemos sobre qué asunto)
Carlos Núñez Cortés: Este es el parte del frente sur. Marcos Mundstock: Y tú le entregarás este mensaje al mariscal Plotkin. Carlos Núñez Cortés: ¡Soy el correo secreto del Zar!
Daniel Rabinovich: ¡Papenko, papenko, niet corrovsky! Jorge Maronna: ¿Qué? Daniel Rabinovich: ¡Papíto, no corras! (Buen juego de palabras) (Todos se sientan alrededor de la hoguera mientras Marcos en pie lee el mensaje que le ha traído el correo) Marcos Mundstock: Szonia nieskaya schyudne… u… uuu… uaua…sch…chch…tch… ¡Ah, no! (En ese momento se da cuenta de que no estaba leyendo en ruso, sino que tenía el papel al revés. Le da la vuelta y comienza a leer) Marcos Mundstock: “Situación de las tropas desastrosa en todos los frentes…” ¡Maldición!, estos bolcheviques… Ernesto Acher: Ah, sí, estos bolcheviques y esas ideas estrambóticas que se traen. Daniel Rabinovich: Dicen que la tierra debe ser para el que la trabaja. Ernesto Acher: Yo les daría toda la tierra que quieran pero, ¿en qué se la van a llevar? (Pues sí, ¿costales?, ¿carruajes?, ¿con la mano? Si lo que quieren es tierra, pues... tierra tendrán) Daniel Rabinovich: ¡Ah, no! Que las macetas se las traigan ellos. (Claro, me faltó pensar en las macetas) (Suena de fondo un piano)
Coro: Ya la ley lo dice, muy en claro queda Marcos Mundstock:La tierra debe ser... Coro: para el que la hereda (feudalismo, pues) Los palacios que nos arrebatan Eran tan grandes, tan imponentes Que no nos alcanzaban los sirvientes Y hoy si nos alcanzan nos matan (cómo cambian las cosas) Marcos Mundstock: ¿Hay algo más triste, más desdichado, que ser perseguido? Coro: ¡Sí, ser alcanzado! (Por supuesto)
Marcos Mundstock: Eh, bien, aquí pasaremos la noche. Barón Nikita (Nombre que sí existe y en esa época era muy popular por un personaje del ámbito político, Nikita Jrushchov), hágase cargo de las guardias. Daniel Rabinovich: Su alteza, no sé como decírselo. Yo estoy sólo, y hay varios turnos para cubrir… Marcos Mundstock: Concedido, todos para usted. (Esto es gracioso pero triste de que en realidad así se la aplican a los subordinados en las empresas) Daniel Rabinovich: ¡Pladorovnie, samasvaniet, nia poñimae y su abuela! (La gracia de usar palabras pseudorrusas para rematar en español, es deliciosa) (De nuevo se oye la música de la Mandocleta y Carlos Núñez aparece cantando) Carlos Núñez Cortés: ¡Correos! ¡Correos! ¡¡¡Correos, que no llevo frenos!!! (O sea que no llevaba varias cartas, sino avisaba que deben correr o ser atropellados)
(Por fin consigue parar y Marcos se acerca a él)
Marcos Mundstock: Mijail, ¿entregaste el mensaje? Carlos Núñez Cortés: Sí, se lo entregué al mariscal Plotkin, el mariscal Plotkin se lo entregó a su favorita de usted, la duquesa Irina, y la duquesa Irina se entregó… a la guardia de Palacio… (Fogosa mujer) Marcos Mundstock: ¡Desdichada! Carlos Núñez Cortés: ¡Se la veía contenta! (El zar insultándola; pero la realidad parece ser otra al tener a tantos a su disposición) Y hay más: Sus tropas han sido derrotadas, ya todo ha terminado…
(Marcos se desespera, su berrinche con bufidos da risa al público porque es como un berrinche de niño chiquito, y Daniel lo intenta consolar) Daniel Rabinovich: ¡Papenko, niet calentovich! (Papito, no te calientes) Carlos López Puccio: Entonces, ¿ya no seremos más nobles? Marcos Mundstock: No. Daniel Rabinovich: ¿Ya no seré más Barón? Carlos López Puccio: Sí… Marcos Mundstock: Eso depende de ti, hijo mío. (Confundiendo el título de Barón con la palabra Varón) ¡Adiós, mis nobles! Daniel Rabinovich: ¿A dónde va? Marcos Mundstock: A la estepa más próxima. Carlos López Puccio: ¿Y los lobos? Marcos Mundstock: Ese será mi fin. Yo saciaré el hambre de los lobos. Carlos Núñez Cortés: ¿Lleva galletitas? (La gracia está en que Carlos Núñez no entendió que el zar va a ser la comida de los lobos) Jorge Maronna: ¡No, no, majestad! ¡No vaya al “lobocausto”! (En referencia al holocausto) Carlos López Puccio: ¡Le van a hacer la “lobotomía”! (Juego de palabras muy bien manejado) (Marcos teatralmente abandona la escena, me parece escuchar a Jorge decir "¡Oh, fue y se dejó") Daniel Rabinovich: Y ahora, ¿qué haremos? ¿Morir heroicamente, como nuestro amado Zar o adherirnos a esa sucia revolución? Todos: ¡Adherirnos a esa sucia revolución! (La decisión de muchos en casos así, por más que parezca chiste, es anécdota de varias personas)
Coro: Unámonos a la masa Y apoyemos la revolución Mejor ser proletarios en casa Que aristócratas en prisión. (Seguimos con la parodia de lo que es una triste realidad)
(Marcos entra en escena de nuevo) Marcos Mundstock: ¡Aaaaaaaaaahhhhhhhhhhhh! (Qué buena voz) ¡Esto era lo único que me faltaba! Daniel Rabinovich: ¿Qué le pasó? Marcos Mundstock: ¡Los lobos! Daniel Rabinovich: ¿Lo atacaron? Marcos Mundstock: No, ¡¡¡me orinaron!!! (El chiste va por partida doble, por un lado los lobos no lo quisieron, así de malo resultó para sus apetitos y gustos; pero también porque es muy común escuchar la frase "Solo falta que me orine un perro", pero como aquí no hay perros, sino lobos, pues el remate es así) Todos: Seremos comunistas desde esta fecha ¡Vivan los izquierdistas de derechas! (Suena raro; pero muchos están en el lado político en el que no creen solo por conveniencia, así que hay muchos de izquierda que son de derecha, y muchos de derecha que creen en las ideas de izquierda; pero por miedo a represalias o por seguir teniendo beneficios, fingen estar con los ideas en los que no creen)
(Marcos está de pie en escena con el micrófono en la mano. Por el lateral entra Carlos Núñez empujado por Daniel Rabinovich, quien tras introducirlo en escena lo presenta con un aspaviento circense al público. Una vez que Daniel sale de escena Marcos comienza la introducción de la obra con la entonación de presentador de circo que empleó en la obra anterior) Marcos Mundstock: Este hombre, señoras y señores, hoy aquí, delante de todos ustedes, deberá enfrentar una prueba tremenda: ¡Deberá cantar una serenata! (Al oír esto Carlos Núñez aterrado grita y sale corriendo de escena) Marcos Mundstock: Esto que para cualquiera sería una tarea fácil y sencilla, gracias a su imbatible timidez se convierte en el acto más riesgoso y aterrador, y se convierte también en el comienzo del espectáculo de Les Luthiers. (Mientras habla, uno de los asistentes le prepara el micrófono de pie, y Marcos se va acercando hasta estar delante de él. De repente cambia la entonación, como sólo él sabe hacerlo, y sigue presentando la obra con su entonación seria habitual) Marcos Mundstock: El presente recital de Les Luthiers se ha de iniciar con uno de los géneros más divulgados en la historia del arte musical: la serenata. Mucha gente se pregunta por qué “la” serenata y no “el” serenata. (Marcos ve al público y asiente graciosamente) Sí, son esas cosas que uno no… claro, esas cosas que a uno no se le ocurren, no las… no, no… no, claro, porque es muy natural que uno diga: “Ah, no, porque la serenata no sé qué…” pero… pero no… (sí, de esas cosas que uno da por hecho sin reflexionar) La explicación es muy simple: No escapa a cualquier espectador sagaz… y cuando decimos “espectador sagaz” no confundir “espectador” con “encendedor”… aunque este último a veces también es “a gas” (haciendo juego de palabras con los sonidos)… decíamos, si el espectador… sí, son esas cosas que uno no… si el espectador es sagaz, no debe escapársele… bueno, también si el encendedor es “a gas” no debe escapársele… no debe escapársele el hecho de que las serenatas son ofrendadas en la mayoría de los casos por varones, o sea, que estamos en presencia de una forma musical esencialmente masculina. Pero cabe preguntarse: ¿cómo es una forma esencialmente masculina? Y también, ¿hay una forma esencialmente masculina?, cabe preguntarse… ¿la hay?, cabe preguntarse… ¿cabe?, hay que preguntarse (El juego de palabras va en varios sentidos, en uno, netamente gramatical, haciendo la pregunta cada vez más simple hasta llegar a su mínima expresión. La otra, con un sentido un tanto filosófico. Y la otra, con un sentido un tanto sexual. Se asocia la forma masculina con el falo, ¿cómo es una forma masculina? Fálica. ¿La hay? Sí. ¿Cabe? Siempre es bueno no forzar la entrada)… o sea, que dado que las serenatas… sí, son esas cosas que uno no, no (siguiendo el chiste de las cosas que damos por hecho)… o sea, que dado que las serenatas las cantan los hombres, se designan con el sustantivo masculino: “El” serenata. (Aquí ya no cuadra lo que dice el texto con el sentido común, por eso Marcos se pone a verlo con detalle, y al ver lo que pasó, trata de arreglarlo) Bueno, no, este… está bien, porque es el… es como un… no, pone acá… eh… no, no, no, el… es como un desarrollo, eh… que no… un arroyo (otro juego de palabras entre desarrollo y arroyo) pero que no el… no, no, está bien porque… (al ver que no la puede componer de ninguna manera, mejor da carpetazo y a lo que sigue) escuchemos pues, de Johann Sebastian Mastropiero: “Serenata Tímida”. (Entra por el lateral Carlos Núñez sin hacer ruido, vuelve a salir y entra de nuevo seguido por Ernesto Acher, Daniel Rabinovich, Jorge Maronna y Carlos López Puccio. Por gestos Carlos Núñez le indica a Acher que quiere cantar la serenata pero que no se atreve, le da miedo. Acher le acaricia la cabeza calmándolo y comienza a sonar la música)
Carlos Núñez Cortés: Ojalá mi valor me permita Superar este miedo y cantarle Quizás pueda en mi canto explicarle El propósito de esta visita
De temor, y de nervios me muero Su bondad, su paciencia reclamo A quien quiera escucharme proclamo Que a Cristina García la aaaaaa... (podríamos pensar que iba a decir "la amo"; pero si vemos la rima de las estrofas, debe acabar en "ro", así que quizá hubiera sido "la adoro" u otra palabra)
(Carlos, avergonzado, se da la vuelta sin atreverse a decir la palabra, y Daniel y Ernesto le animan) Carlos Núñez Cortés: La aaaaaaaaaaa...
(De nuevo se da la vuelta, se acerca a Ernesto y, para descargar su frustración, da un pisotón al suelo, justo donde resulta estar el pie de Acher, que grita dolorido) Carlos Núñez Cortés: La aaaaaaaaaaargos años he pensado... En decirle que... que... que...
(Los demás integrantes se deciden a echarle una mano, así que Daniel, Jorge y Puccio se adelantan un paso y cantan) Coro: ¡La amo! (pues sí era "la amo", aunque ya no rimaría)
(Carlos, agradecido pero avergonzado, les indica que vuelvan a su lugar y le dejen terminar su serenata) Carlos Núñez Cortés: Ya no hay horas de paz para mí Pues me turba su imagen amada Desde el día en que la conocí Siento una... siento una... (quizá, por la rima, hubiera quedado "espina clavada")
(Carlos muy nervioso se agarra al bolsillo del esmoquin de Acher, y de un tirón lo rasga. Para disimular continúa cantando) Carlos Núñez Cortés: Ciento una, ciento dos, ciento tres...
(De nuevo, al no atreverse a continuar, los demás se adelantan y cantan) Coro: ¡Siento una pasión desenfrenada! (mucho mejor que la que yo pensaba)
(Carlos, aterrado, les corrige) Carlos Núñez Cortés: ¡Una cierta atracción! (Carlos les pide que dejen de meterse) Me es difícil calmarme y hablar Y diría si no se ofendiera Que entonces, tal vez, yo quisiera... Que entre ambos... muy juntitos...
(De nuevo Carlos se acerca a Ernesto, y esta vez le rasga el hombro del esmoquin) Carlos Núñez Cortés: Entre ambos formar un hogar.
(Viendo que no se decide a expresar sus sentimientos, los demás se vuelven a adelantar y cantan hacia la ventana de Cristina ante el susto de Carlos) Coro: ¡Te raptaré esta noche sediento de pasión! Carlos Núñez Cortés: ¡Antes nos casaríamos! Coro: Con éxtasis salvaje te morderé los labios Carlos Núñez Cortés: Je… no, un besito en la mejilla… una cosa así… Coro: Mis manos temblorosas recorrerán tu cuerpo Carlos Núñez Cortés: Los cabellos, los cabellos… Coro: ¡Arrancaré tus ropas… Carlos Núñez Cortés: ¡No, no! Coro: …ardiente de deseo… Carlos Núñez Cortés: ¿Qué deseo? ¡No! Coro: …quemado por el fuego febril de tu mirada! (Carlos se vuelve a acercar desesperado a Acher pidiendo ayuda, y le rompe el otro hombro del esmoquin) Coro: Hirviendo de ansiedad, me arrojaré en tu lecho. Y por fin podremos… Carlos Núñez Cortés: ¡No, eso sí que no! ¡No! Coro: …y por fin podremos… Carlos Núñez Cortés: ¡Tomar una ducha helada! Coro: ¡Sexo, sexo, sexo, mucho sexo! (mientras que Carlos grita una y otra vez "¡No, no!") ¡Orgías, perversiones a granel!
(Jorge y Puccio se callan, pero Daniel emocionado continúa cantando sólo) Daniel Rabinovich: ¡Sadismo, masoquismo, homosexuales al poder! (Puccio le da un tirón para que se calle mientras Carlos desesperado se echa las manos a la cabeza) Carlos Núñez Cortés: ¡Me echaron todo… me echaron todo a perder! ¡Son unos degenerados! ¿No se dan cuenta a quién le están cantando? ¡Un desastre, son unos degenerados! ¡Inmorales, animales! ¡¡¡Comunistas!!! (Recordemos que en esos años todavía estaba la guerra fría entre gringolandia y la URSS) ¿No se dan cuenta a quién le están cantando? (Vuelve a sonar la música y Carlos continúa cantando) Carlos Núñez Cortés: No se ofenda por lo que ha escuchado Bajezas infames, vulgar grosería Yo sólo he venido a pedirle la mano de su hija Señor García.
Avergonzados salen todos; pero Daniel aprovecha para despedirse graciosamente del público con un ademán "rarito" que nos hace pensar en su frase "homosexuales al poder"
Después de pasar por el escenario como si presentara un evento de circo, que bueno, de esto se trata esta obra, Marcos dice:
Marcos Mundstock: ¡Ésta noche Gran Circo Gran! Un espectáculo apasionante para grandes y chicos; ¡los equilibristas más grandes del mundo, los acróbatas más grandes del mundo, los... enanos más grandes del mundo! (lo cual es ilógico, va contra la naturaleza de la mutación genética que lo produce; pero ahí radica el chiste, en la unión de los opuestos para dar un resultado inesperado, y de esto vienen más a continuación) Rarezas impresionantes: No se pierda a ¡La Mujer Lampiña! (por lo general se presentaban en circos mujeres con exceso de vello facial, ahora, por algún motivo, las lampiñas son las raras), ¡El Hombre Bala! (y escuchamos a alguien hacer como oveja, es decir, balar, el hombre bala. Un maravilloso juego de palabras. ¿La oveja fue Daniel?) y algo nunca visto: El Hombre Normal (eso sí que es raro, ya que siempre decimos que todos son raritos en un modo u otro, encontrar a alguien normal es de admirarse. También da risa que Marcos, por el contrario de hacer pantomima de una persona normal, toma una pose medio deforme). Animales de todo el mundo; elefantes, osos, tigres y las temibles... ¡Almejas salvajes! (y todavía las señala con el dedo apuntando al suelo. Las almejas son moluscos que se protege con conchas, así como que muy peligrosas no son; pero él dijo salvajes, no peligrosas. Quizá no están sacadas de un criadero) Asómbrese con los perros cantores:
Coro: Guau Guau, guau Guau, guau... Marcos Mundstock: ¡Los perros cantores y su increíble disciplina! Ernesto Acher: Miau Coro: ¡¡¡Guau, guau!!! (Es decir, van a perseguir al gato. Como que mucha disciplina no es. Increíble, quizá porque no se puede creer que la tengan al no poder aguantarse el perseguir un gato)
Marcos Mundstock: Maravíllese con las aguas danzantes: Daniel Rabinovich: Fssss, fssss.... Marcos Mundstock: Mil chorros de agua multicolor danzando al compás de la música; formas y colores, ritmo y movimiento, fría y caliente... (aquí el chiste está en la complementariedad de la descripción, llegando incluso a describir lo que solemos usar en la regadera principalmente) No se pierda a Los Hermanos López, increíbles acróbatas de gran entendimiento y armonía, no parecen hermanos... (Porque los hermanos siempre se están peleando) Emoción y peligro con Los Payasos Asesinos (y todavía Marcos ajusta la voz y hace como si fuera un monstruo. Aunque muchos sí les tienen miedo a los payasos. Como curiosidad, esta canción se estrenó en 1985, y en 1988 salió la película de "payasos asesinos del espacio exterior", como que era una idea que se estaba gestando en el colectivo de la humanidad); ¡Vea a Jack “el tragasables”, Jack “el lanzallamas”, Jack “el malherido”! (Pobre Jack, con todo lo que ha hecho ya quedó maltrecho) Y del famoso matrimonio de trapecistas de súper riesgo Richard y Mary, hoy veremos a ¡Richard, el “viudo trapecista”! (esto es un chiste bien negro) Equilibristas sin red, domadores sin látigo, leones... sin dientes (ah, por eso no usan látigo para domar). Esta noche, "Gran Circo Gran", el gran circo de los hermanos Gran. (Jugando con el nombre del circo que es el apellido de los hermanos, y el adjetivo que suelen ponerle a los circos para indicar que son maravillosos)
No
voy a ahondar en la complejidad musical, ya que no es mi fuerte, sino
en basarme en los guiones de los espectáculos para analizar los chistes
Me apoyaré en una página hecha por fanáticos, la cual es https://lesluthiers.org/ y enlazaré a los artículos de dicha página cuando sea necesario
Aunque no me basaré en ella, también esta página está muy completa http://www.leslu.com.ar/ por si la quieren visitar
Espectáculo
Humor dulce hogar (1986)
Grabaciones efectuadas en: Nº 1 a 10: Teatro Colón, Bogotá, Colombia. 12 de abril de 1986. Nº 11 y 12: Teatro Colón, Bogotá, Colombia. 8 de noviembre de 1981.
En las giras por el exterior de Argentina, la obra Epopeya de los quince jinetes fue sustituida por Las majas del bergantín. Pero usaremos el espectáculo oficial de su canal, por eso lo pongo como 9 a Las majas, y el otro, como saldrá más adelante en otro espectáculo, lo veremos en su momento
De este espectáculo hubo dos versiones: una para el sexteto original (mayo/85 a sept/86) y otra para quinteto (oct/86-abril/87) debido a la salida del grupo de Ernesto Acher. El quinteto sustituyó Vea esta noche por La bella y graciosa moza..., y Truthful Lulu... por Kathy, la reina del saloon. El video oficial es con Ernesto, así que veremos el espectáculo como fue planeado originalmente
El motivo de la separación siempre será un misterio. Solo nos queda agradecer a Ernesto su aporte y desearle que sea muy dichoso en lo que haya decidido hacer
Respecto a esta obra vemos a un grupo ya en la cúspide y pulido de sus detalles, siendo sexteto. Ahora el reto sería seguir a pesar de la baja y continuar como quinteto; pero todos sabemos que lo superaron con creces
La obra en sí me parece fabulosa y me agrada que hayan creado contenido nuevo, por lo que en esta época de la historia de este especial, no hay comparativas con ninguna otra para esas obras, ya que es nuevo y fresco. Hay una excepción con Les nuits de París que ya había salido en Viejos Fracasos, así que en su momento se verá qué hago con esto
El motivo por el cual no suelen crear tanto contenido nuevo, es porque en los "fuera de programa", presentan nuevas obras y en base a la recepción del público, o lo modifican o lo quitan. Realmente es un proceso complicado ofrecer un producto fresco de calidad igual o superior una y otra vez, por lo que el proceso creativo es complicado y más cuando al final el público no responde como se esperaba. Sin embargo, de lo bueno, poco
El nombre del espectáculo está basado en la frase "Hogar, dulce hogar", y queda a la libre interpretación de cada quien el por qué eligieron ese nombre. ¿Se sentían muy lejos de su familia? ¿De su patria? ¿Sentían que necesitaban un lugar para afincarse y no sentirse a la deriva? ¿El humor, que los unió al principio, realmente es la patria, familia y yunque que los sostiene a seguir? Nunca lo sabremos y las posibilidades subjetivas son ilimitadas
Este es el programa del espectáculo
1. Vea esta noche (suite circense) 2. Serenata tímida (canción pusilánime) 3 . El Zar y un puñado de aristócratas rusos huyen de la persecución de los revolucionarios en un precario trineo, desafiando el viento, la nieve y el acecho de los lobos (fuga en Sí-Beria) 4. Una canción regia (canon escandaloso) 5. Truthful Lulu pulls thru zulus (blus) 6. El valor de la unidad (carnavalito divergente) 7. Les nuits de París (chanson francesa) 8. Pasión bucólica (vals geriátrico) 9. Las majas del bergantín (zarzuela náutica) 10. Bolero de los celos (trío pecaminoso)
Bonus tracks: 11. Marcha de la conquista (marcha forzada) 12. Cuarteto Opus 44 (cuarteto para quinteto)
Este es el video del espectáculo tomado de su sitio oficial
Las palabras homónimas son las que, siendo iguales por su estructura, tienen distinta significación
Ejemplos:
Marco, nombre propio
Marco, del verbo marcar
Marco, objeto que protege a un cuadro
Marco, moneda
Vela, del verbo velar
Vela, cirio
Vela, tela de barco
Las palabras parónimas son las que ofrecen ligera variedad en la ortografía o pronunciación, con muy distinto significado
Ejemplos:
Ciervo, animal
Siervo, criado
Ciega, que no ve
Siega, recolección de cosecha
Cima, cumbre
Sima, concavidad profunda
La abreviatura es la representación gráfica reducida de una palabra o grupo de palabras, obtenida por eliminación de algunas de las letras o sílabas de su escritura completa y que siempre se cierra con un punto
Tenemos un listado de abreviaturas ya definidas por convención en nuestro idioma, la lista completa la pueden ver aquí
Respecto a este tema, el libro termina con ejemplos; pero yo quiero ahondar más
El uso de post data (P.D.) y post scriptum (P.S.) son intercambiables y se usan para cuando hay que agregar algo al final
Para el correcto uso de id.: (idem), ese es para la misma obra y misma página, mientras que ibid.: (ibidem), es la misma obra y distinta página
loc. cit. loco citato. Expresión latina que significa ‘en el lugar citado’ y se usa en las citas de los libros para remitir a un pasaje o a una obra citados anteriormente
En la correcta redacción las abreviaturas tienen reglas bien definidas, las pueden consultar aquí
Sin embargo, si lo que quieren es ahorrar tiempo para algo personal o informal, pueden usarlas libremente, de paso sirve que no las olvidan, jejeje
También existe el acortamiento: Procedimiento de abreviación que consiste en eliminar las sílabas finales de una palabra para crear otra nueva: bici por bicicleta, cine por cinematógrafo, profe por profesor. También existen, aunque en menor número, casos de acortamiento por supresión de sílabas iniciales: bus por autobús
El acrónimo es la unión de elementos por sus sílabas o iniciales. Ejemplo: Teleñeco viene de televisión y muñeco, Mercosur viene de Mercado Común del Sur, OVNI viene de Objeto Volador No Identificado. Si el acrónimo generado no se puede pronunciar, se dicen sus letras, por ejemplo FBI viene de Federal Bureau of Investigation, y simplemente decimos "efe be i"
A esto también se le conoce como siglas
Los símbolos son abreviaciones de carácter científico-técnico y están constituidos por letras o por signos no alfabetizables, por ejemplo: $, %, g, l