Literatura y filosofía

Viaje al Oeste (3/20)

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IMPORTANTE: El fin de mis notas es sacar la filosofía de la obra, aunque también veremos que anoté cosas que me parecieron graciosas o interesantes para divagar aparte

CAPÍTULO 9

"(..) una persona educada "estudia cuando es joven, y se busca la vida cuando ha madurado""

El nacimiento del hijo de Man Tang-Chiao coincide con la anunciación católica y su forma de salvarlo con la historia de Moisés

Nota 5
Todos los documentos imperiales se escribían en papel de color amarillo, por lo que este color pasó a designar a la misma corte

Nota 8
Al número diez mil se le asignaba un sentido de totalidad

Nota 10
El Rey Dragón del Océano poseía una perla mágica capaz de satisfacer todos los deseos (¡Dragon Ball!)

CAPÍTULO 10

"(...) los que se esfuerzan por conseguir la fama perderán su vida en tan  loco empeño, los que se afanan por obtener fortuna perecerán a causa de las riquezas,  los que se empeñan en amontonar títulos correrán los mismos riesgos que quien duerme abrazado a un tigre, y los que luchan por recibir favores oficiales serán como quien camina con serpientes dentro de las mangas (...) Nosotros nos regocijamos en nuestra propia pobreza y pasamos los días sin afanarnos por nuestro destino"

"El ajedrez ayuda a desarrollar la disciplina y la prudencia. En este sentido, las piezas más fuertes deberán colocarse en el centro, las más débiles a los lados, y las menos poderosas en los extremos. Existe una regla de oro, muy conocida por todo buen jugador que dice: "Es preferible perder una pieza que una ventaja ya adquirida. Cuando se ataca por el lado izquierdo, es preciso mantener bien protegido el derecho. Sólo podrá hablarse de retaguardia cuando se tenga una vanguardia realmente fuerte, para lo cual es necesario poseer, a su vez, una retaguardia segura Los dos extremos están íntimamente unidos, pero se debe ser flexible en sus movimientos y, ante todo, se ha de tratar de evitar que ambos se estorben. Una formación desplegada no tiene por qué estar fuera de control, mientras que una concentración de filas no debe ser causa de una ausencia total de flexibilidad. Antes que concentrarse en la defensa de una pieza, es aconsejable, si se quiere ganar, renunciar a ella. De la misma manera, es preferible quedarse quieto a moverse sin propósito alguno. Cuando te halles en inferioridad numérica con respecto a tu contrincante debes tratar, ante todo, de sobrevivir. Cuando, por el contrario, eres tú el que te encuentras en esa situación ventajosa, has de esforzarte por sacar el mejor partido que puedas de ella. Quien tenga a mano la victoria no prolongará inútilmente la lucha, de la misma forma que el que domine una posición evitará la confrontación directa, el que sepa luchar no sufrirá la derrota, y el que conozca que va a perder no se rendirá al pánico. No es raro que en el ajedrez se empiece obteniendo una ventaja considerable, para terminar totalmente derrotado. Si el enemigo reagrupa sus fuerzas, sin ser atacado, es señal clara de que  tiene intención de lanzarse a la ofensiva; si abandona, por otra parte, la defensa de una pequeña porción de su territorio, es muy posible que esté buscando la anexión de otro mayor. Si hace sus movimientos sin pensar, con ello demuestra que es una persona irreflexiva; no hay mejor manera, pues, de buscar la derrota que ceder a su propio modo de obrar. Con razón afirma el Libro de las Odas: "Aproxímate con la máxima precaución, como si estuvieras acercándote a un barranco profundo". "E1 tablero de ajedrez - dice el poema - es la tierra, y el cielo las piezas. En los colores blanco y negro está simbolizado todo el universo. Cuando el juego alcanza las cumbres de la sutileza, suelta la carcajada el Inmortal que nunca juega"

CAPÍTULO 11

"(...) A pesar de todo, la práctica del bien ayuda a prolongar la vida de una forma que nos es desconocida. Sólo sabemos que quien se entrega a la virtud encontrará la ayuda del Cielo" (Notaremos que para los orientales los premios que devienen de hacer el bien son materiales)

"(...) "nadie puede recoger el agua derramada ni hacer volver a la vida a un hombre muerto"

"(...) ¡Cuánto ha cambiado el mundo desde la época antigua! Infinidad de reinos han surgido y después se han desplomado a lo largo de toda la historia"

"A pesar de ser, ciertamente, vasto, el universo está regido por el sol y la luna. De la misma forma, el mundo, aunque inmenso, debe su orden a la virtud y al bien obrar. Si es el provecho personal lo que rige todos tus actos, ten por seguro que encontrarás tu castigo en esta misma vida. Si, por el contrario, cuanto das supera a cuanto recibes, la felicidad te aguarda no sólo en el cercano recodo de la vida futura, sino también en el de ésta. La máxima sabiduría consiste en seguir siempre los dictámenes de la conciencia. Diez mil hombres violentos no se pueden comparar con uno sencillo y bueno. ¿De qué te sirve estudiar aplicadamente los sutras, si no practicas la misericordia ni el bien? ¡Vano es aprender las enseñanzas de Buda si sólo pretendes hacer daño a los demás!"

Este capítulo es un poco del infierno de Dante y un poco de "Un cuento de navidad" de Dickens

Nota 9

"(...) la palabra muerte: «sz»" (Esta es la famosa palabra que se pronuncia igual que el número 4, dando origen a tanta superstición)

CAPÍTULO 12

"(...) Toda la vida del hombre está prefijada de antemano. Nada de cuanto en ella ocurre es obra del azar: su duración, sus múltiples avatares, la hora de su comienzo y el momento exacto de su fin"

Carta de Fu-I, un antibudista
"Las enseñanzas importadas de occidente no reconocen la relación existente entre el gobernante y sus súbditos y el hijo y su progenitor. Con el principio de los Tres Caminos y los Seis Senderos embaucan a los tontos y a los simples, prometiendo una felicidad venidera y enfatizando los pecados del pasado. Al cantar en sánscrito, por  otra parte, sólo buscan una forma de escape. Nosotros afirmamos, sin embargo, que, si bien el nacimiento, la muerte y la misma duración de la vida son hechos fijados por la naturaleza, las situaciones de riqueza y opulencia son obra exclusiva de la voluntad humana. No están ordenadas, como algunos quieren hacernos creer, por el propio Buda. En tiempos de los Tres Reyes y los Cinco Emperadores nadie conocía las enseñanzas budistas y, sin embargo, los gobernantes eran sabios, los súbditos leales, y sus reinados llamativamente largos. El culto de los dioses extranjeros no se estableció hasta el período Ming-Di de la Dinastía Han, cuando se permitió a los monjes occidentales la propagación de sus doctrinas. Se trató, en realidad, de una auténtica invasión de enseñanzas foráneas, que no merecen en absoluto ser practicadas (...) Fu-I se enzarzó con Siao-Yü en una acerba  discusión, afirmando que el principio de todo buen obrar estribaba en el respeto al gobernante y a los propios padres. Buda, por el contrario, abandonó a los suyos y dejó de lado a su familia. Desafió, de hecho, al Hijo del Cielo y se valió del cuerpo que había  recibido de sus padres para rebelarse precisamente contra ellos. Siao-Yü, continuó diciendo Fu - I, aunque no había, ciertamente, nacido en la selva, al aceptar la doctrina de la negación paternal, había hecho realidad el dicho que afirma que un hijo ingrato carece, en realidad, de padres"

"(...) "Para obtener la salvación tan sólo son necesarios un pebetero de incienso y unos cuantos escritos dotados de poder liberador. Al proclamar la ley inabarcable, atraemos sobre nosotros la gracia del cielo, el  perdón de nuestras culpas y la redención de nuestra futura pena. ¡Que nuestra nación disfrute de la incomparable bendición de una paz duradera!"" (¡Vaya farsa! Aunque sería bueno darles esa alternativa a los fanáticos de las religiones semíticas)

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