Estas son preguntas recurrentes que le han hecho a la autora cuando ha dado clases
“1. <<Me dicen que soy un “escapista”. ¿Es esto bueno o malo?>>
Ser un <<escapista>> es huir de la realidad o los problemas, negándose a mirar la vida cara a cara y creando un mundo irreal propio. (…) Mientras sepamos que nos evadimos y podemos volver a la realidad a nuestro antojo, una breve evasión no puede hacernos daño. (…) Huir constantemente es cobardía. Huir de cuando en cuando es necesario”
“2. <<¿Qué puedo hacer cuando vacilo en las palabras al referir una historia?>>
Necesitáis una mejor memoria, o una mayor concentración, un vocabulario más vasto, o una mayor práctica”
“3. <<¿Cómo puedo interrumpir un monólogo que sigue y sigue...?>>
No demostréis vuestra irritación. (…) probad levantando la mano” (En mi experiencia personal, hay personas que ni así dejan de hablar, y es porque su afán no es llamar la atención, sino humillar. Lo mejor es cortar de tajo e irse inmediatamente argumentando una urgencia)
“4. <<¿Qué puedo hacer para romper una pausa en la conversación?>>
No os preocupéis demasiado si se produce una breve pausa en la conversación. (…) Mientras escuchéis, recordad que os estáis preparando para vuestro turno” (Así que si el silencio se prolonga demasiado, usa esta oportunidad para hablar lo que tenías preparado)
“5. <<¿Qué puedo hacer cuando alguien, aburrido, desarrolla un tópico que no me interesa?>>
(…) Ampliad vuestros horizontes (…) ¡Tiene muchas maneras, una persona, de evitar el aburrimiento, si no está centrada en sí misma!” (O en su defecto, te sive para tener material para odiar más la materia)
“6. <<¿No seré juzgado necio si me limito a escuchar?>>
Depende enteramente de cómo escuchéis. (…) Si escucháis activamente, no. Una atención activa, viva, es siempre un halago para el orador”
“7. <<Si dos o tres personajes de un grupo están hablando de algo “mundano” que no interesa a los demás, ¿debo limitarme a escuchar o debo cambiar la conversación hacia algo que los primeros puedan creer menos brillante, pero en lo que todos pueden participar?>>
Esta pregunta reconoce (implica), que la conversación será menos brillante. (…) no tratéis de anular un espectáculo con otro de segunda clase”
“8. <<Cuando varias amistades mías, masculinas, incluyendo a mi marido, hablan principalmente de negocios, ¿cómo puedo parecer interesante sin intervenir en el asunto?>>”
(La autora dice que no se debe permitir en una conversación que alguien quede excluido todo el tiempo, y además) “(...) puede usted crearse una reputación de persona inteligente, comprensiva y simpatizante, mediante una cautelosa atención”
“9. <<¿Cómo puedo iniciar una conversación con sólo algunas observaciones sobre el tiempo?>>
Aquí es donde la imaginación y la <<asociación de ideas>>, os colocan en una buena posición” (Una simple palabra puede iniciar el tema nuevo y así ir encadenando la plática)
“10. <<¿Qué puedo hacer cuando estoy tratando de encontrar un interés común con alguien, y a cada tentativa me cierra la puerta de golpe, o con una breve respuesta?>>
A la persona que da la respuesta breve y seca, indudablemente le pasa algo. (…) La única manera de enfrentarse con un tipo de esta especie es aceptarlo como una especie de reto. (…) Vuestro problema está en hacerles sentir que sus puntos de vista os interesan. Hay que darle golpecitos a su ego y se animará” (Yo lo mandaría al diablo, además de que del otro lado es molesto que te quieran sacar plática a huevo... pero, bueno... cada quien)
“11. <<¿Cómo puedo controlar mis palabras cuando estoy enojada?>>
(…) Muestra que carecéis de disciplina, control y madurez emotiva. (…) haced un profundo suspiro antes de que se os escape una palabra (…) El oxígeno en los pulmones cambia mucho las ideas. ¿Por qué hacer una escena si tenéis la razón?”
“12. <<¿Por qué debemos evitar hablar de nosotros mismos en la conversación?>>”
(La autora no responde a esta pregunta, sólo divaga sobre la importancia de interesarse en los demás. Yo digo que es porque si realmente eres interesante, la misma gente te pedirá que hables de ti)
“13. <<¿Cómo puedo tener ideas verdaderamente originales de que hablar?>>
En primer lugar, desarrollad vuestra vista y vuestra facultad de observación. Aseguraos de que no veis únicamente la superficie de las cosas, sino su profunidad. (…) No os toméis demasiado en serio. Aprended a relajaros y soñad un poco despiertos. (…) Haced diferentes cosas y haced la misma de maneras diferentes”
“14. <<¿Cómo puedo desarrollar mi facultad de concentración>>
Esto requiere trabajo y una práctica constante” (Disciplina e interés, sobre todo)
“15. <<Cuando estoy hablando o escuchando, prefiero no mirar a nadie directamente. ¿Es esto descortés?>>
Estáis perdiendo uno de los mejores medios de atraer y captar la atención. (…) No necesitáis mirar cara a cara; no hay que tener los ojos fijos en nadie. Pero aprended el valor de establecer el contacto visual hablando y escuchando”
“16. <<Es fácil decir: habla con entusiasmo, con énfasis y sentimiento. Pese a que me encantaría hacerlo, tengo una personalidad retraída, tímida y no puedo cambiar en una noche hasta la efervescencia. ¿Cómo transformar mi personalidad?>>”
(La gente se encasilla en que tiene ya una personalidad; pero dice la autora que las personalidades se van forjando todo el tiempo, nunca están completas o terminadas, ya que cada experiencia nos cambia, así pues, sugiere tener diversas experiencias nuevas para mejorar nuestro autoestima)
“17. <<¿Cómo puedo saber cuándo dar por terminada una conversación?>>
(…) Terminar una conversación cuando el interés empieza a decaer, cuando las miradas empiezan a divagar”
“18. <<¿Cómo puedo conseguir que mis huéspedes se marchen?>>”
(Se refiere a aquellos que nunca terminan de despedirse; pero tampoco se quedan al 100%. La autora sugiere no perder la compostura y dar indirectas, a ver cuándo las captan)
“19. <<¿Está permitido entablar conversación con un desconocido con quien comparto una mesa o un asiento en el tren?>>
Desde luego, si tenéis algo que valga la pena de ser dicho. (…) conservad un tono impersonal”
“20. <<¿Qué diferencia hay entre hacer preguntas y demostrar interés por una persona haciéndole preguntas?>>
Es correcto hacer algunas preguntas personale, pero no preguntas indiscretas. (…) Variad vuestras preguntas a fin de que no sean todas personales”
“21. <<¿Cómo puedo contestar preguntas indiscretas sin parecer descortés?>>
No os entreguéis a la mordacidad ni al sarcasmo. La mordacidad es estúpida y no hace más que indisponer a los demás, en lugar de divertirles. El sarcasmo no consigue más que haceros vulnerable. (…) No llaméis la atención sobre vuestros puntos flacos. (…) Podéis también eludir la pregunta o rechazarla con exageración pero si exageráis, no vaciléis en contarle una mentira. (…) Conservad vuestro tono y vuestra expresión agradable”
“22. <<Si mi conversación es amena e interesante, pero algunas veces sostenida en tono agudo y áspero, ¿en qué forma afecta a mis oyentes?>>
Desagradablemente. Una voz agradable, con una clara pronunciación, es de lo más importante. (…) Pronunciad cada palabra con cuidado y observad vuestro tono e inflexión. Practicad la respiración por el diafragma”
“23. <<¿Cómo debo hablar a gente sensible que se está siempre quejando de su salud y sus problemas?>>
Debéis tener tacto, paciencia y recursos en abundancia. (…) No permitáis que se os tome como paño de lágrimas de problemas ajenos”
“24. <<¿Por qué me es fácil hablar con una persona y se me traba la lengua en grupo?>>
Esta frecuente lamentación es, en gran parte, debido a la falta de práctica. (…) Dirigíos a una sola persona a la vez y antes de qu eso deis cuenta seréis capaces de hablar con todo el grupo”
“25. <<Cuando cometo un error gramatical, o pronuncio equivocadamente una palabra y alguien me corrige, ¿qué debo hacer?>>
Una persona de buen gusto no debe nunca corregir a nadie durante una conversación. (…) Sonreíd, dadle las gracias”
“26. <<¿Qué debo hacer cuando una persona, a la que acabo de ser presentado, inicia inmediatamente una discusión seria?>>
Poneos en el mismo tono que la otra persona y responded a la actitud que delata”
“27. <<¿Es considerado correcto evocar recuerdos, en una conversación sostenida con un amigo, después de haber pasado revista a los acontecimientos y noticias del día?>>
Sí, si los acontecimientos pretéritos conservan un nostálgico interés para los dos y no hay una tercera persona que queda al margen”
“28. <<¿Cómo hacer intervenir a una persona en la conversación, cuando está visiblemente al margen de ella?
(…) Lo más importante es establecer el contacto visual con ella. Miradla de forma que sepa que la veis”
“29. <<Soy sarcástico sin querer. ¿Cómo evitarlo?>>
Averiguad las causas; generalmente, son la inseguridad y el temor. Esperáis un ataque y veis el ataque donde no existe, (…) sustituidlo por la ironía”
“30. <<¿Qué tópicos ligeros de conversación pueden ser empleados durante un baile?>>
Los mismos que en una reunión, una cena, o en otros sitios. Si tenéis conversación en unas ocasiones, la tendréis en otra”
“31. <<¿Cómo puedo llevar una vida interesante y con alicientes después de los cuarenta años?>>
Lo primero que debéis hacer es dejar de pensar en vuestra edad. (…) Hay gente que ha nacido con sesenta y cinco años. Otros no los alcanzarán nunca mentalmente, y esto es lo que cuenta. (…) Hacer alguna tontería de vez en cuando es bueno para vosotros. No tenéis necesidad de ir a otra parte para empezar de nuevo a vivir. Si no sois capaces de conseguirlo donde residís no lo conseguiréis en ningún lugar. En otros sitios sólo encontraréis lo que llevéis vosotros”
18 ¿QUÉ CONVERSACIÓN TENÉIS?
“(...) Asignad un valor de cuatro puntos a casa <<sí>> y aspirad a un total de 88 a 100 puntos” (Sinceros, que los estoy viendo)
“He aquí las preguntas:
1. ¿Os es fácil empezar una conversación?
2. ¿Sabéis cómo hacer preguntas efectivas?
3. ¿Es vuestra voz agradable y clara, no opaca ni demasiado fuerte?
4. ¿Contribuye favorablemente vuestra expresión facial a vuestra conversación?
5. ¿Podéis hablar de temas ajenos a vosotros y a vuestros problemas?
6. ¿Evitáis <<hablar del oficio>>, durante una reunión social, así como sumiros en el silencio?
7. ¿Tenéis un régimen de lectura bien equilibrado?
8. ¿Os es indiferente una pausa en la conversación?
9. ¿Podéis tratar temas sujetos a controversia sin discusiones acaloradas?
10. ¿Os sentís interesadas por las gente y la vida que os rodea?
11. ¿Escucháis sin interrumpir?
12. ¿Os presta la gente atención y os dirige sus observaciones?
13. ¿Crece constantemente vuestro vocabulario?
14. ¿Evitáis hacer uso del argot, palabras vulgares y clichés?
15. ¿Encontráis fácilmente las palabras para expresaros?
16. ¿Evitáis decir cosas que más tarde podéis lamentar?
17. ¿Sois capaces de narrar bien una historia?
18. ¿Os es la charla social fácilmente asequible?
19. ¿Evitáis exagerar?
20. ¿Os es fácil recordar nombres?
21. ¿Sabéis cómo incluir a todo el mundo en una conversación cuando habláis?
22. ¿Sois rápido en descubrir lo que interesa a los demás?
23. ¿Podéis hablar con quien sea, independientemente de su edad o posición?
24. ¿Os entiende bien la gente por teléfono?
25. ¿Pensáis, de antemano, en la conversación como una diversión agradable?”
“La conversación tiene un propósito. Por consiguiente, si hablamos sin una finalidad, sin objetivo ni propósito en la mente, no hemos recogido el reto”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario